Gibraltar y la Bahía de Algeciras: una de piratas y corsarios - por Francesc Sánchez

Con el problema de la Catástrofe Ecológica del Prestige aun presente en la máxima actualidad real de este país, allá por el Sur en la Bahía de Algeciras: un día las fuerzas británicas detienen y agreden a activistas ecologistas y periodistas y otro se hunde en extrañas circunstancias un barco de tamaño medio lleno de petróleo.

Y es que las cosas son así, ya le gustaría a uno ser un escritor de novelas de ficción o de comedias de humor anglosajón, lejos de ello los hechos nos muestran una vez más que la realidad supera toda ficción imaginada. Hace dos días Greenpeace traslado su buque MV Esparanza a la Bahía de Algeciras con motivo de denunciar la enorme presencia de petroleros monocasco que existe en la Bahía de Algeciras, concretamente alrededor de la colonia británica de Gibraltar. Diversos activistas acompañados de una tropa de periodistas querían retratar la existencia del buque Vemamagna - espécimen marino monocasco cercano al desguace, con perdidas regulares de fuel incluidas - usado por la corona británica para abastecer a la colonia de combustible.

En la hazaña, que pese a infortunios se logro realizar - colgando unas pancartas denunciantes en lo alto del palo mayor del Vemamagna - las fuerzas británicas abordaron violentamente con sus lanchas a las lanchas de los activistas. Después del abordaje, que no escatimo mamporros a los activistas y a los periodistas, vino la encarcelación durante largas horas de todos los activistas y periodistas en las dependencias gibraltareñas.

Un día después el buque Spabunker IV, un barco de tamaño mediano cargado de petróleo, se ha hundido en las aguas de la Bahía de Algeciras. Mientras en el fondo del mar a unos 50 metros de profundidad aguardan 1000 toneladas de fuel oil, una mancha de un kilometro de largo ya intima con las aguas del Sur. El hundimiento de este buque según se dice es debido a un accidente, el capitán ya no podrá explicar lo que ha pasado porque su cuerpo se ha encontrado flotando en lugar del suceso.

Debemos de saber varias cosas para ver si estamos ante casos aislados o hay razones de peso para ver que algo pasa en la Bahía de Algeciras. En primer lugar en el municipio de Algeciras, muy cerca de Gibraltar, hay una refinería muy importante de la petrolera española Cepsa, con lo cual la ida y venida de petroleros en esa zona es algo harto conocido, incluidas las manchas de fuel oil que de vez en cuando aparecen en las playas como resultado de los vertidos voluntarios que producen los petroleros al limpiar sus bodegas. Por otro lado, las exigencias del ejecutivo del Gobierno Español de alejar todos los buques inseguros cargados de materias peligrosas ha hecho que Gibraltar se potencie como oasis de piratas y corsarios. Todos los barcos que antes recalaban en Algeciras para abastecer a la refinería de Cepsa hoy lo hacen en las aguas de Gibraltar, hecha la ley, hecha la trampa, ¿dónde queda ahora el famoso Gibraltar Español?

Que un buque llamado Vemamagna siga siendo una gasolinera al servicio de la colonia británica, no es mas que un episodio mas de las batallas políticas entre España y el Reino Unido, por el control de un enclave vital para las comunicaciones y para el contrabando legal, el que genera la economía necesaria para que Gibraltar sea un paraíso fiscal - como los bananeros ( aquellos del Caribe, de ahi el famoso sobrenombre de República Bananera) - dentro de la Unión Europea. Pero pensemos que de hecho el termino pirata y el termino corsario, significan lo mismo, la diferencia es que los primeros trabajan para si mismos de forma independiente y los segundos para gobiernos y poderes establecidos. En cuanto a los compañeros detenidos, pues es solamente una prueba más - hay muchos casos y peores, pero no tienen la suerte de salir en televisión - del gran interés que tienen algunos en silenciar las cosas que pasan para actuar impunemente. Lo iremos viendo, y lo iremos contando.

Francesc Sánchez - Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación - Redacción. Barcelona, 22 Enero 2003.