Asalto final a los cuarteles - por Francesc Sánchez

En la mañana de hoy Lunes 9 de Febrero se ha producido el asalto final a los cuarteles del barrio de San Andréu en Barcelona, la policía nacional ha desalojado a los sesenta inmigrantes que aun habitaban los edificios. La destrucción posterior no se ha hecho esperar.

Cuando aún las fuerzas de seguridad del estado estaban desalojando a los inmigrantes las escarbadoras y bulldozers se han puesto a la tarea de derruir los edificios que hasta hace poco acogían a una sesentena de inmigrantes.


Sobre las nueve y media de la mañana se ha producido un desalojo postergado y anunciado desde hacia ya mucho tiempo. Los inmigrantes sin ofrecer resistencia han abandonado los edificios, quedando los extracomunitarios en manos de la Cruz Roja –avisada del desalojo a ultima hora e irritada por ello- y los comunitarios, entre ellos 18 españoles, al amparo del Centro de Día cercano llamado Meridiana.

Oficialmente, los extracumitarios –de hasta 17 nacionalidades distintas- han sido llevados a la sede de la Cruz Roja en Barcelona sita en la calle Juan de Austria, desde donde se les buscara alojamiento provisional en pensiones y hoteles previamente contratados por la organización. Oficiosamente muchos de los inmigrantes, ciudadanos o no de la Unión Europea, han abandonado el recinto a su suerte hacia las calles de la gran ciudad.

El desalojo, rápido y mediante un amplio sistema policial ha pillado por sorpresa a los inmigrantes y hasta a la Cruz Roja, molesta por la precipitación del desalojo que ha hecho incluso que algunos inmigrantes se enteraran del mismo cuando han oído el ruido de los bulldozers contra sus viviendas provisionales.


La devastación de las maquinas destructoras no se ha hecho esperar, empezando a derruir sistemáticamente los edificios que seguían en pie hasta altas horas de la tarde. Vecinos y curiosos se amontonaban en los bordes del recinto mientras la policía nacional custodiaba el teatro de operaciones. No quedaba el menor rastro de ningún inmigrante.


Con este Asalto final, se pone punto y final a un problema complejo en el que han intervenido más de seiscientos inmigrantes, constructores y especuladores, concejales y técnicos del ayuntamiento y de la Generalitat ineficientes, un Ministerio de Defensa que se ha lavado las manos, unos vecinos muchas veces insolidarios e ignorantes, y unos movimientos sociales dormidos. Donde ha podido explotar un foco de violencia racista incontrolado alimentado por grupos de extrema derecha y la pasividad de muchos, donde tuvo que morir uno de los inmigrantes argelinos para que las cámaras se volvieran a fijar en el “problema”. Finalmente con este Asalto final se cierra una historia que pocos han conocido y que pocos han querido contar.


La objetividad es bien sabido que siempre tiene sus enfoques y sus lecturas, pero a nadie le gusta lo que se acerca a la Verdad de los hechos porque a todos nos escupe a la cara y nos termina salpicando.

Sin más, de nuevo desde el subsuelo de Barcelona,
Francesc Sánchez – Marlowe. 9 Febrero 2004.
Equipo de Redactores, El Inconformista Digital.

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