Crónica de una Jornada Mundial en Contra de la Guerra en "las calles"

Ayer 15 de Febrero, Jornada Mundial en Contra de la Guerra, millones de personas salieron a las calles de sus ciudades, un claro mensaje unitario: NO A LA GUERRA, SÍ A LA PAZ. Nosotros también salimos a la calle, pisando la calle - como tiene que ser - vivimos todo lo que pasó y os lo reportamos a continuación. Movilizaciones cubiertas por el equipo: Barcelona - Málaga - Pontevedra - Pamplona - Zaragoza - Valencia - Berlin - Huelva - Montevideo - San Salvador - Lleida - Madrid - San Francisco - Toledo -


Barcelona - la Gran Vía convertida en plató de televisión y la bandera iraquí arropada por el Pueblo catalán

Barcelona
Más de dos millones: la movilización estática.

Dos millones de personas ayer tomaron literalmente las calles del centro de Barcelona. La movilización convocada por la Plataforma Aturem la Guerra e integrada por un sin fin de grupos sociales, sindicatos y partidos políticos, tenia el trayecto que va desde Passeig de Gracia/Diagonal hasta la plaza de Tetuan. Como se comprobó, la afluencia de personas fue mayor al recorrido pactado, eso hizo que la movilización estuviera más de una hora paralizada. Conforme pasaban las horas la movilización pudo avanzar hacia la plaza de Tetuan, donde los organizadores leyeron un manifiesto en contra de la guerra – con o sin la ONU - , y el levantamiento del embargo y las sanciones. Una representante de la Plataforma Nuca Máis hizo un llamamiento también en contra de la guerra, la Fura del Baus escenifico con los manifestantes un bombardeo y finalmente un escudo humano hacia Iraq, leyó duras palabras combativas contra los artífices de la guerra.

La movilización fue un éxito en cuanto a aceptación ciudadana, sin lugar a dudas fue la más grande realizada en la ciudad en toda su historia, la contrapartida para algunos quizás fue el echar de menos un carácter más combativo, con más consignas, más protesta, y menos guión “pactado”.

A destacar que la enorme participación, el carácter festivo, y los nulos incidentes ( de hecho no hubo policía), son cosas que dejan de manifiesto que la gente quería salir a las calles a manifestar su descontento general y su solidaridad con el Pueblo iraquí, que el movimiento en contra de la Guerra es un hecho imparable, aunque para que sea efectivo de verdad - haciendo que todo no quede en lo de “ayer”- , falta muchísimo por informar, articular y organizar.

Digamos cada día y en todo momento: NO A LA GUERRA, NO A LA SUPRESIÓN DE LIBERTADES INDIVIDUALES, NO AL FASCISMO

Málaga
Histórica jornada de lucha pacífica por la paz.

Histórica jornada de lucha pacífica por la paz. Alrededor de 70.000 personas se dejaron ver por el centro histórico de la ciudad bajo una única y rotunda voz que clamó “No a la Guerra”.

Aunque la cabecera de la manifestación había comenzado el cortejo hacía hora y media, eran millares lo que aun permanecían en la Plaza de la Merced, punto de inicio del recorrido. Había tanta gente que el famoso lema “los de la acera a la carretera” perdió su sentido. Fue una mani de acera y de carretera, no había espectadores, todos éramos manifestantes, aunque podemos señalar que esta vez no destacaron los cánticos y consignas.

Una protesta sin incidente alguno, en la que sí destaco sin embargo la gran pluralidad. Niños, jóvenes, mayores, ancianos y multitud de mascotas. Partidos políticos, sindicatos, ONGs, movimientos sociales, bomberos, agricultores, clase media, y mucha gente a título de ciudadano. Banderas rojas, rojo y negras, negras, republicanas, andaluzas, blancas ... Gigantes y cabezudos, malabaristas, gente en bicicleta, extranjeros, emigrantes.

Como también ha ocurrido en otros lugares, se han buscando referentes de manifestaciones precedentes para calibrar la asistencia. El sentir general señalaba que, desde las movilizaciones a favor de la autonomía andaluza, no habíamos vivido nada igual en la ciudad.

Pontevedra
Pontevedra dijo “Non á guerra”

El día estaba frío, pero había lucido el sol, y eso dio a la jornada un aire festivo y de primavera. La cita como todas las citas importantes en Pontevedra, la Praza da Ferrería, testigo de los acontecimientos más señalados en mi ciudad; la hora, 19,00; la consigna, “Non á guerra”; y un único sentimiento, PAZ.

Una multitud de gente acudió a la praza de la Ferrería, jóvenes, niños, abuelos y románticos de la transición, todos juntos luciendo en sus prendas de abrigo, pues el frío era mucho, las pegatinas negras con letras rojas “Non á guerra”, otros portando pancartas, pero todos con el mismo deseo, parar esta guerra absurda.

Dicen que fuimos 40.000 personas las que ayer recorrimos las calles de Pontevedra, en todo caso fue una manifestación para la historia, una manifestación silenciosa en ocasiones, y en la que se gritaron también consignas como “No a la guerra”, “Aznar, Botella, ídevos á guerra”, y en la que hubo también alusiones al desastre del Prestige “Nunca máis á guerra”.

La pescadilla se mordía la cola, cuando llegaba la cabeza de la manifestación a la Praza da Ferrería, todavía seguía partiendo gente, por lo que hubo que modificar el trazado de la marcha. Ya en la plaza del Ayuntamiento la escritora Fina Casalderrey leyó un manifiesto y sonaron aplausos y los primeros miles de ciudadanos abandonaron esta plaza para dar entrada al resto de manifestantes, todavía miles, que recorrían las calles de la ciudad, y como el día del Nunca máis, hubo que leer dos veces el manifiesto y de nuevo los aplausos y la emoción y el deseo de PAZ.

“NON Á GUERRA”, “NUNCA MÁIS Á GUERRA”

Pamplona
Pamplona se unió al “No a la guerra”

En Pamplona se celebraron dos manifestaciones en contra de la guerra a Iraq. habían sido organizadas por distintas organizaciones, una por IU, PSOE, CCOO, y UGT, la otra por la suspendida Batasuna, Ea, Batzarre, Aralar, ELA, LAB, CGT, ESK, STEE-EILAS, Sodepaz y varios grupos mas. Ambas manifestaciones estuvieron muy concurridas en la primera según los organizadores acudieron 30.000 personas a la segunda todo según los que la organizaban 20.000 personas.

Sin duda no es que de repente la ciudadanía sufriera un ataque de pacifismo, detrás de estas manifestaciones como detrás de todas las celebradas en el mundo entero el día 15F, hay una crítica a los enfoques belicistas que están a punto de provocar - si no se para ya - esta guerra inminente. Una tragedia humanitaria que ocasionará un millón y medio de refugiados y cerca de un millón de desplazados, en la que la mitad de la población no dispondrá de agua ni de comida durante el conflicto y en la que la mitad de las infraestructuras sanitarias quedarán destruidas, esta guerra va a comenzar sin que haya motivos justificados, una guerra de anticipación en la que priman sin duda los intereses económicos de los más poderosos.

Ni las bajas temperaturas ni el intento del gobierno por vendernos la moto de que esto es para mantener la paz hicieron que los ciudadanos dejaran de manifestar su posición contraria a la guerra.

NO A LA GUERRA

Zaragoza
La manifestación “antiguerra”

La manifestación “antiguerra” en Zaragoza también fue multitudinaria. Según los convocantes, Asamblea de Ciudadanos Contra la Guerra, más de 400.000 zaragozanos salieron a la calle para dejar clara su repulsa a la intervención del Estado español en la inminente guerra de Irak. Constantemente se oían comentarios como: “No había pasado esto desde las manifestaciones contra el PHN”.

Los actos oficiales reunieron en un escenario de la Plaza del Pilar a diversas personas reconocibles de la sociedad zaragozana, como al locutor Fernando Rivarés, al periodista José Luis Trasobares, que leyó un texto del escritor Eduardo Galeano a favor de la paz, y al representante de la comunidad árabe en Zaragoza, Hassan Al-Saifi.

Pero la verdadera reivindicación estuvo muy lejos de la oficialidad. Los ciudadanos organizaron multitud de actos que se sucedieron a lo largo de la marcha, como simulaciones de una matanza o de un bombardeo. Además, se preparó un vehículo con un equipo de música “discotequera” que, sin duda, animó el ambiente de los que pasaban a su lado, coreando “No a la guerra”, “No más matanzas”, “No más crímenes”. Otros grupos llevaron sus instrumentos tradicionales, como la dulzaina o la gaita de boto y pudimos verlos tocar canciones aragonesas.

Las consignas espontáneas no dejaron de sucederse y la cabecera de la manifestación, ocupada por los representantes políticos aragoneses en campaña electoral, pasó totalmente desapercibida para la ciudadanía.

También destacó, con respecto a otras manifestaciones, el gran número de pancartas “caseras” que portaban los manifestantes. Desde el típico “No a la guerra” hasta “Bush, tú eres el terrorista”. Otros llevaban globos blancos donde se podía leer “Paz sí, guerra no”. En la calle Alfonso I, la que llevaba a los manifestantes hasta la Plaza del Pilar, se oían canciones libertarias que provenían de la casa de algún vecino.

La marcha duró más de 3 horas, teniendo en cuenta que empezó a las 19 y a las 22 todavía había gente llegando a la Plaza del Pilar, donde ya se habían desmontado los actos oficiales hacía una hora.

Los organizadores están contentos de la respuesta que ha tenido la convocatoria. Algunos se preguntaban por qué las convocatorias antimilitaristas de hace un año en Zaragoza no tuvieron el mismo seguimiento si la reivindicación era la misma: “No a la guerra y no a los ejércitos”. Está claro que la intervención mediática ha sido fundamental para movilizar a tantas personas. Incluso el Periódico de Aragón regaló a sus lectores un globo donde se podía leer “Aragón por la paz”.

En definitiva, una manifestación llena de color, sin apenas presencia policial y que deja las cosas muy claras: El pueblo no quiere guerra.

Valencia
La mani de ayer en Valencia

Decir que el punto de convocatoria se quedó pequeño es quedarse corto, de hecho las diversas vías anchas y calles que confluyen en la plaza de San Agustín se llenaron de gente a lo largo de tramos considerables, haciéndolos impenetrables para cualquier vehículo. He leído en la prensa que, al igual que en otras ciudades españolas y europeas, se hubo de adelantar el inicio de la marcha. Bueno, a los que estábamos prácticamente en el corazón de la plaza, no nos llegó noticia de ello, y estuvimos literalmente parados y concentrados durante más de hora y media. El ambientazo era increíble, pues para que tal mogollón de peña aguante durante todo ese tiempo concentradísima cual sardinas en lata sin tener absolutamente ninguna información de qué está pasando y de por qué no se mueve nada ya es necesario estar muy concienciado y que haya muy buen rollo. Y ninguno de los dos faltó.

Cada cual iba con su grupo y se vieron muchísimos grupos, pancartas caseras de todos los colores y tamaños, la gente luciendo sus pegatinas igualmente de todos los colores y hechuras. Tampoco podía faltar el acompañamiento de la percusión, que infatigable amenizó la espera de hora y media prácticamente sin descanso. Cada cierto tiempo nos calentábamos pegando botes, y jaleando o repitiendo estribillos espontáneos. Cuando por fin pudimos adelantarnos, salir del embotellamiento y comenzar la marcha, lo hacíamos a paso ligero, en parte por entrar en calor, pero en parte me imagino que por facilitar la salida a los que aún estaban esperando. La prensa dice que espontáneamente se produjo un recorrido alternativo, pero el que recorrimos era el previsto. Nos pusimos en marcha poco antes de las ocho menos cuarto, y a las nueve llegábamos al punto de destino. Y por megafonía rogaban volver por otra ruta, ya que aún había gente concentrada en la plaza de San Agustín que aún no había podido salir. El final quedó un poco desangelado, en parte por el frío siberiano al que no estamos acostumbrados los valencianos, pero también porque la plaza de América en realidad es muy pequeña y no permite grandes aglomeraciones, pues da justamente al antiguo cauce del río.

Las cifras que indica la prensa esta mañana son de 100.000 según Delegación de Gobierno y medio millón o 600.000 según los organizadores. Seguramente estarán más cerca de las segundas que de la primera, pues aunque era muchísima gente, no era toda Valencia. De hecho, una vez iniciada la marcha veíamos a gente de la calle a las que había sorprendido la mani y se quedaban mirando, viniendo de sus compras, del cine o de dar un paseo. No era toda Valencia la que estaba en la calle, pero desde luego sí miles de valencianos y valencianas, y seguramente más de un par de cientos de miles de ellos. Muchísima gente joven, seguramente más de los que votan. Ciertamente estaban presentes los de la plataforma Anti-OTAN, por ejemplo. Y los estribillos tampoco en Valencia olvidaron el chapapote ... recordando otra de las grandes pifias del gobierno central en Madrid.

Berlin
Kein Krieg um Öl

Kein Krieg um Öl. Ninguna guerra por petróleo, así se puede resumir el lema de la gran manifestación pacifista celebrada en Berlín el 15 de febrero del 2003. Medio millón de personas llegadas a la capital desde todos los puntos de la República Federal Alemana demostraron y protestaron contra los planes de guerra estadounidenses en Irak.

Entre los miles y miles de participantes la ministra de desarrollo, Heidemarie Wieczorck-Zeul (SPD), la ministra de consumo, Renate Künast (die Grünen), el ministro de medio ambiente, Jürgen Trittin (die Grünen) y el presidente del parlamento alemán (Bundestag) Wolfgang Thierse (SPD), a pesar de las recomendaciones del canciller federal Gerhard Schröder a los miembros de su gabinete de no tomar parte en la manifestación.

Por parte de la oposición conservadora (CDU/CSU) críticas a la participación de los ministros con comentarios tales como: “violaciones del estilo político” y “demostración de antiamericanismo”.

El hecho. Alrededor de 500.000 manifestantes en Berlín, según fuentes policiales, participaron en la mayor demostración pacifista celebrada desde la guerra del Vietnam. 500.000 manifestantes ocuparon el trecho de varios kilómetros que se recorre desde la calle 17 de Junio hasta la puerta de Brandemburgo, convocados por una alianza de más de 40 organizaciones, entre ellas movimientos pacifistas, sindicatos y partidos políticos.

Huelva
Ni un soldado, ni un euro, ni una bala para esta guerra

A las 11.00 de la mañana comenzaba a concentrarse gente en la Plaza del Estadio; la mañana soleada y fría, y las calles aledañas al estadio con una masiva afluencia de personas. Daba la sensación de que todo el mundo estabamos allí, representantes de todas las fuerzas políticas de la ciudad, a excepción del PP, sindicatos, organizaciones estudiantiles, asociaciones de todos los pueblos de la provincia y miles de ciudadanos anónimos. Como primera cifra se habla de unas 15.000 personas esta mañana en la calle.

Con un lema: ni un soldado, ni un euro, ni una bala para esta guerra, a las 12.00 daba comienzo la manifestación que, durante dos horas, ha recorrido las principales arterias de la ciudad. Decenas de pancartas y una voz para gritar NO A LA GUERRA.

Alrededor de las dos de la tarde ha finalizado la manifestación en la Plaza de las Monjas, donde el poeta Onuvense Antonio Rus ha leído un manifiesto en contra de la guerra, y se ha entonado el himno a la alegría.

Hoy día 15 de Febrero, el pueblo de Huelva ha hablado alto y claro.


Montevideo
Miles de personas caminaron la 18 de julio

Ayer miles de personas caminaron la 18 de julio, Montevideo, Uruguay. Y esto no es raro, porque cada día son miles de rostros anónimos que van y vienen sin un destino común desde la Plaza Cagancha hasta la Universidad de la República. Pero ayer había algo más. Acaso la clave está en las banderas, en los muros de Montevideo que también dicen No a la guerra. Es un grito silencioso y, como todo grito merece ser escuchado aunque nadie tenga las orejas ni el valor suficiente de hacerlo.

Pero hubo alguien, y eran miles.

Acaso resulte ridículo en estos tiempos sin fe ni arroz ni pan, que se nos ocurra marchar contra una guerra en que la sangre estará muy lejos para verla u olerla, una guerra en que el horror morirá, inútil, en la vasta inmensidad de la distancia. Una guerra que serán luces chispeando, vía CNN, sobre una negra, densa oscuridad; y luego, las palabras tranquilas y conformes de algún general anglosajón. Será tal vez que se nos dijo que las guerras habían acabado. Que es el siglo XXI. Que ha muerto la historia y ha muerte la barbarie. Que Auschwitz fue la excepción. Que es la hora del diálogo. Y de la convivencia pacífica.

Y no entendemos.

No entendemos porque en la escuela nos enseñaron como les habrán enseñado a los asesores de Reagan, a los petroleros y a Bush, que hay algo que se llama la vida y hay algo que se llama respeto. Porque las razones de fuerza mayor son excusas. Porque el fin no justifica los medios o, al menos, no cualquier medio. Porque también el fin es discutible y son discutibles los que se paran sobre el gran fin: hombres a pesar de que eviten o les duela repetírselo a sí mismos en la soledad de la almohada.

Un grupo de escritores uruguayos se pronunció hace pocos días contra la guerra, afirmando que no se habían “agotado las instancias diplomáticas y legales acordadas en el seno de las Naciones Unidas” y que “la cruzada que impulsa el señor Bush es inmoral e ilegítima”.

Aunque no adhirieran al juicio sobre la “cruzada del señor Bush”, ni a la “lucha contra el capitalismo”, aunque creyeran ridícula, sesgada y sin sentido la frase “contra el imperialismo yanqui”, aún muchos marcharon en este país o provincia, en este remoto rincón del planeta, identificable sólo por geógrafos, vecinos y turistas equivocados, marcharon también como en tantos sitios, lentamente convencidos, hermanados por el simple y acaso humano, tonto impulso del débil por buscar un entendimiento más allá de la violencia del fuerte.

Aquí es Uruguay. No tenemos voz en la ONU ni hay micrófonos que trasmitan a Washington . Pintamos carteles. Vamos a las calles y gritamos. Gritamos contra el abuso y contra la mudez; gritamos y es silencio para el mundo. Pero sobre todo es silencio para las víctimas y para quien no quiere escuchar. Siempre habrá quien no escuche pero seguimos gritando para que no haya víctimas. ¿Por la paz?

¡Por la Paz!

San Salvador
Una marcha que no ha tenido gran calado en la Sociedad

En San Salvador, en torno a las 5.000 personas salieron, en una marcha que no ha tenido gran calado en una sociedad que se haya enfrascada de lleno en la crisis del sector de salud.

Según las fuentes en El Salvador, la marcha fue convocada para las 9.00 de la mañana por los movimientos sociales, y la mayor afluencia ha venido de parte de dichos grupos, así como de las iglesias.

La presencia policial ha sido muy fuerte, con varias unidades de la UMO (Unidad de Mantenimiento del Orden), aún así, la marcha ha transcurrido de forma pacífica y sin incidentes por las principales calles de la ciudad, con una parada frente a la embajada de estados unidos en señal de protesta por la guerra en Irak.

Lleida
Manifestación sin precedentes en la ciudad de Lleida

Sin duda, una manifestación sin precedentes en la ciudad de Lleida en los últimos 20 años. Un total de 20.000 personas según la organización y 16.000 según la guardia urbana, recorrieron las calles ilerdenses con un mensaje unánime, No a la Guerra.

La manifestación convocada por “L’Assemblea Aturem La Guerra“ se inició más tarde de lo previsto. A las 18:00 se salía desde la Plaza Catalunya, donde la multitud ocupaba ya por extensión gran parte de la Rambla de Aragón y de la Avenida de Catalunya, superando así todas las expectativas de la organización, la cual se vio obligada a variar el recorrido inicial.

Multitud de colectivos, desde asociaciones de vecinos, bandas de música, “cabeçudos”, entre otros, consiguieron darle un ambiente festivo a la marcha. Sindicatos y partidos políticos cerraban el grupo de manifestantes con sus pancartas.

La parte más caliente fue en el paso por delante de la Sede del Partido Popular, donde se oían gritos como: “Aznar Fascista, tu eres el Terrorista” o “ Si quieren petróleo, que vayan a Galicia”.

La manifestación concluyó cerca de las 19.30 en la Rambla de Ferrán, donde se quemó una bandera estadounidense ante la ovación de l@s manifestantes.

Madrid
15 de febrero: Madrid en las calles

Más de dos millones de personas a pesar de los incontables inconvenientes que el Partido Popular instrumentó, tanto a través del Delegado de Gobierno acotando y restringiendo el recorrido de la manifestación, como también la disminución del transporte público; pudieron impedir que las calles de Madrid se desbordaran en un multitudinario ejercicio ciudadano. Nada ni nadie detuvo a las gentes sencillas que tomaron el protagonismo real en la mayor movilización que se recuerda en la historia de esta ciudad.

Gigantes y cabezudos, entremezclados con la multitud gozosa, generaciones mestizadas avanzaron lenta y dificultosamente por las calles y aceras que se abrieron cómo jubilosas alamedas. Unos jóvenes descolgaron desde unos andamios altísimos una inmensa pancarta y, al pasar por el cuartel del ejército se desplegó otra en la que se leía: "No más sangre por petróleo" y se arrojó tinta roja sobre el frente del mismo; no faltaron pañuelos palestinos ni simbología latinoamericana, y resonancias del "no pasarán". Sin embargo, a pesar de elementos preparados y organizados de antemano, lo que primó fueron los formas artesanales en que las personas expresaban su rechazo a la guerra y a la política del gobierno del Estado español, en cartones y papeles manuscritos rudimentariamente, más allá de espurios intereses electorales.

Los artistas llegaron al escenario por un atajo, las 6 de la tarde era la cita de inicio, a las 11 de la noche aún continuaba ocupando la Puerta del Sol, las voces de paz. Los colores de las banderas y pancartas, la música y las consignas, rompieron el frío, y dieron la nota vital constitutiva de la multitud ejerciendo la ciudadanía, extendiendo la sensación incomparable de la fraternidad socialibilizada, y defendiendo el derecho a la paz, anhelo destrozado demasiadas veces ya por deleznables intereses económicos, y en costes de vidas que avergüenza la existencia misma de la humanidad.

Sin embargo, y a pesar que todo indica que la masacre sobre el pueblo iraquí ya está decida por los señores de la guerra, las multitudes por la paz han decidido echarse a andar, por ende, todavía no se ha terminado de escribir nada, ni siquiera estás líneas atropelladas en esta crónica subjetiva.

Crónica libertaria de la mani en contra de la guerra en Madrid

Éxito rotundo, sin paliativos de la convocatoria. A una convocatoria que ha tenido mucho de autoconvocatoria. Es verdad que sobre la convocatoria del Foro de Florencia los foritos domésticos, los sindicatos y los partidos de izquierda se han apresurado a rentabilizar el llamamiento. Lo radicalmente novedoso es la forma en la que la gente ha ido mucho más allá de los aparatos, desbordada su pretensión de organizar la energía colectiva contra la guerra y las supercherías de los Estados y sus diplomacias. Algunos teóricos y políticos de la izquierda del sistema han saludado este hecho y su simultaneidad en todo el mundo como el nacimiento de la "sociedad civil global". Lo que no han aclarado es la forma en la que este fenómeno pone de relieve la crisis generalizada de los estados y del conjunto de las instituciones políticas en su histórica función de mediación entre la violencia monopolizada del poder y su legitimación frente a los pueblos.

Esta respuesta social ha vuelto a dejar en ridículo al Estado y sus partidos como ya había hecho con ocasión del desastre del Prestige. Y pone de manifiesto los límites del movimiento antiglobalización para organizar la lucha contra la guerra según los patrones clásicos de la política instituida. Es de la dinámica de autoorganización y superación de la pasividad de los que parecen ser indicios los hechos que comentamos. Son saludables los esfuerzos comenzados con la marcha a Torrejón. Pero para fructificar en un movimiento radical contra la guerra debe atreverse a ir más lejos de los proyectos partidarios y a encontrarse con la cultura de la desobediencia e insumisión que vive en una parte del movimiento en Madrid, especialmente autónomos y libertarios.

Por cierto, hay que saludar la presencia minoritaria pero significativa de un bloque libertario que deja patente la necesidad de llevar la lucha contra la guerra hasta sus últimas consecuencias, hasta el enfrentamiento frontal contra el capitalismo y contra los Estados que son responsables de la imparable marcha hacia la destrucción y la barbarie.

Hay que felicitarse de la iniciativa de los jóvenes libertarios como señal de la superación del sectarismo y el aislamiento que les había caracterizado dificultando su contribución a la construcción de un fuerte movimiento anticapitalista en Madrid.

San Francisco
El Gobierno no escucha

En San Francisco, aproximadamente 200.000 manifestantes desfilaron por la calle principal de Market Street, en protesta contra una guerra en Irak. Los manifestantes marcharon hacia la plaza del Centro Cívico donde oyeron los discursos de los activistas, "estrellas" y líderes religiosos. Joan Baez, el cantante de los protestas de los años sesenta también cantó. La protesta se planeo para el domingo para evitar conflictos con las celebraciones del sábado, marcando el año nuevo chino.

Sin sorpresa en una ciudad tan variada como San Francisco, la manifestación atrajo a un espectro colorido de gente de diferentes edades y "estilos de vida" - aunque la mayoría de los protestantes siguieron siendo hombres blancos entre 20 y 60 años de edad. Cleros cristianos, rabinos, imames, y una monja budista también se unieron para rezar por la paz.

El ambiente de la manifestación se caracterizaba de por lo soberbio y lo tranquilo. Activistas veteranos notaron la diferencia con las protestas de antaño en contra de la guerra en Vietnam las cuales, dijeron, eran más emocionantes. "Es difícil sentirse radical" dijo uno, "cuando aun no existe un derramamiento de sangre." Otros comentaron que los discursos eran "anti-climaticos" y faltos de emoción. "Necesitamos mucho más" dijo una manifestante, "esto no va parar a la máquina organizada por el Gobierno."

El viernes, el periódico principal, The San Francisco Chronicle, publicó un poema escrito por el poeta "decano" de la Beat Generation de los años 50, Lawrence Ferlinghetti, el cual comienza:

"And a vast paranoia sweeps across the land
And America turns the attack on its Twin Towers
Into the beginning of the Third World War
The war with the Third World.

And the terrorists in Washington
Are drafting all the young men

And no one speaks."

Pero la gente si habla... el problema es que el Gobierno no escucha.

Toledo
Toledo, un clamor de 15.000 personas: ¡No a la guerra!

El 15 de febrero se vivió en Toledo la manifestación más multitudinaria de su historia, de toda su historia reciente o pasada.

Familias enteras, jóvenes y ancianos formaron una alfombra humana que inundó todo el recorrido de la manifestación desde la Plaza del Ayuntamiento hasta la Plaza de Zocodover. La cola de la manifestación sólo se movió 50 metros y en ningún momento pudo llegar al final de recorrido.

Se coreaban gritos contra la guerra, con Bush y Aznar y un lema que causó sensación fue: “Colón, ¿qué hiciste?, ¿porqué los descubriste?”

Pancartas, fotografías de niños con malformaciones congénitas, etc. Pero lo más importante el calor de la gente arropando a un pueblo indefenso: el pueblo iraquí. Un pueblo que vive con el corazón en la boca de una guerra que ni han provocado, ni tienen porqué asumir.

Más allá de las pancartas, me dijeron al día siguiente que el pueblo iraquí se había emocionado al conocer lo que estaba pasando en todo el mundo, que no es nada más y nada menos, que después de 12 años de embargo, el pueblo iraquí existe y los pueblos del mundo se acuerdan de él y salen a la calle a defenderlo con la paz y la palabra, las únicas armas que se deben de empuñar en una democracia.


---- Equipo de El Inconformista Digitial en las calles:
Marlowe - Barcelona
Sprint - Barcelona
Daniel Pérez - Málaga
Olga Andrés - Pontevedra
Tera - Pamplona
Marta - Zaragoza
Marga - Valencia
Vonkayoyen - Berlin
Febe - Huelva
Fernando Rodríguez - Montevideo
Febe y CERR - San Salvador
Enric - Lleida
Andrea Benites-Dumont - Madrid
Juan - (lector)
Bravo - San Francisco
Mar Molina - Toledo

El Complemento - El 15 de Febrero en imágenes

- Iraq se encuentra de nuevo al borde de una guerra total. Entrar en el Suplemento Irak: En el punto de mira de los EE.UU