Cayucos a la vista - por Francesc Sánchez
"El reto parece claro, o ayudamos a los africanos en su propio territorio a mejorar sus expectativas de vida, o nos encontraremos cada vez con mayores flujos migratorios, que a la postre serán imposibles de canalizar."
Nuevos flujos migratorios
Cayucos a la vista - por Francesc Sánchez
Se ha llegado a decir que éstas embarcaciones que usan los inmigrantes para llegar a nuestras costas, que antes llamábamos pateras y ahora llamamos cayucos, procedían de grandes barcos nodriza que empredían su travesia en lugares remotos y que al acercarse a las Islas Canarias se desprendían de su carga.
Si existen esos grandes barcos de momento es un misterio. Lo que si parece ir quedando cada vez más claro es que la procedencia de muchos cayucos atiborrados de inmigrantes se sitúa en Mauritania, Senegal, probablemente las Islas de Cabo Verde, y otros países del África occidental que cada vez se sitúan más cerca de una región muy conflictiva. A partir de ese momento los esfuerzos del Estado Español, para tratar de concienciar a los gobiernos de esos países para que impidan el embarque de inmigrantes hacia el norte, quedaran en balde.
Sierra Leona y Liberia desde muchas décadas atrás se puede decir que se encuentran en una permanente inestabilidad. Las escaramuzas armadas que llevan a cabo los señores de la guerra para controlar los territorios y el tráfico de minerales, pueden mezclarse ―si no lo han hecho ya― con un lucrativo negocio de tráfico de esclavos.
En los países que bordean el Golfo de Guinea el escenario no es más prometedor. Nigeria, un país que podría salir adelante siendo el principal productor de petróleo africano, se encuentra en manos de un régimen militar enfrentado con amplios sectores de una población que se muere de hambre. En el momento en que se divise de forma clara un negocio de tráfico de inmigrantes de grandes proporciones ningún gobierno local va hacer nada por evitarlo.
Por éstas razones, a no ser que se lleve a cabo un bloqueo marítimo haciendo uso de la armada con el tiro al cayuco incluido, es preciso mal que bien tratar de establecer en Mauritania y Senegal acuerdos de cooperación que deben de ir más allá del ámbito policial.
Se hará cada vez más necesario el plantear en el seno de la Unión Europea importantes ayudas económicas y técnicas que permitan desarrollar la economía y la estructura estatal de estos países. Un Plan África llevado a cabo por la comunidad internacional hoy nos puede parecer una quimera, pero las ayudas al estado del Senegal que pide el presidente Abdoulaye Wade para la construcción de presas, con las que obtener agua suficiente para poder mantener cierta agricultura, con voluntad suficiente se pueden asumir.
Nunca va mal recordar que el detonante de estos grandes flujos migratorios es una mezcla de factores que se puede resumir en la triada constituida por la pobreza, el hambre y la guerra. El propio Cambio Climático, provocando falta de agua y el avance de los desiertos, puede estar espoleando si cabe más a las poblaciones que habitan las regiones más áridas e improductivas biológicamente. Las poblaciones huyen del ecuador hacia el norte, y también ―siendo menos conocido― del trópico hacia el sur.
El reto parece claro, o ayudamos a los africanos en su propio territorio a mejorar sus expectativas de vida, o nos encontraremos cada vez con mayores flujos migratorios, que a la postre serán imposibles de canalizar. Dicho en otras palabras: los europeos dentro del contexto de ésta globalización ingobernable tendrán que coordinar su política exterior, internacionalizando cada vez más el fenómeno de los flujos migratorios.
Por ultimo deberán también ejercer un férreo control de las multinacionales dentro y fuera del continente, si no quieren que éstas por su voracidad anulen a la práctica cualquier acción que se lleve a cabo.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 3 Junio 2006.
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Nuevos flujos migratorios
Cayucos a la vista - por Francesc Sánchez
Se ha llegado a decir que éstas embarcaciones que usan los inmigrantes para llegar a nuestras costas, que antes llamábamos pateras y ahora llamamos cayucos, procedían de grandes barcos nodriza que empredían su travesia en lugares remotos y que al acercarse a las Islas Canarias se desprendían de su carga.
Si existen esos grandes barcos de momento es un misterio. Lo que si parece ir quedando cada vez más claro es que la procedencia de muchos cayucos atiborrados de inmigrantes se sitúa en Mauritania, Senegal, probablemente las Islas de Cabo Verde, y otros países del África occidental que cada vez se sitúan más cerca de una región muy conflictiva. A partir de ese momento los esfuerzos del Estado Español, para tratar de concienciar a los gobiernos de esos países para que impidan el embarque de inmigrantes hacia el norte, quedaran en balde.
Sierra Leona y Liberia desde muchas décadas atrás se puede decir que se encuentran en una permanente inestabilidad. Las escaramuzas armadas que llevan a cabo los señores de la guerra para controlar los territorios y el tráfico de minerales, pueden mezclarse ―si no lo han hecho ya― con un lucrativo negocio de tráfico de esclavos.
En los países que bordean el Golfo de Guinea el escenario no es más prometedor. Nigeria, un país que podría salir adelante siendo el principal productor de petróleo africano, se encuentra en manos de un régimen militar enfrentado con amplios sectores de una población que se muere de hambre. En el momento en que se divise de forma clara un negocio de tráfico de inmigrantes de grandes proporciones ningún gobierno local va hacer nada por evitarlo.
Por éstas razones, a no ser que se lleve a cabo un bloqueo marítimo haciendo uso de la armada con el tiro al cayuco incluido, es preciso mal que bien tratar de establecer en Mauritania y Senegal acuerdos de cooperación que deben de ir más allá del ámbito policial.
Se hará cada vez más necesario el plantear en el seno de la Unión Europea importantes ayudas económicas y técnicas que permitan desarrollar la economía y la estructura estatal de estos países. Un Plan África llevado a cabo por la comunidad internacional hoy nos puede parecer una quimera, pero las ayudas al estado del Senegal que pide el presidente Abdoulaye Wade para la construcción de presas, con las que obtener agua suficiente para poder mantener cierta agricultura, con voluntad suficiente se pueden asumir.
Nunca va mal recordar que el detonante de estos grandes flujos migratorios es una mezcla de factores que se puede resumir en la triada constituida por la pobreza, el hambre y la guerra. El propio Cambio Climático, provocando falta de agua y el avance de los desiertos, puede estar espoleando si cabe más a las poblaciones que habitan las regiones más áridas e improductivas biológicamente. Las poblaciones huyen del ecuador hacia el norte, y también ―siendo menos conocido― del trópico hacia el sur.
El reto parece claro, o ayudamos a los africanos en su propio territorio a mejorar sus expectativas de vida, o nos encontraremos cada vez con mayores flujos migratorios, que a la postre serán imposibles de canalizar. Dicho en otras palabras: los europeos dentro del contexto de ésta globalización ingobernable tendrán que coordinar su política exterior, internacionalizando cada vez más el fenómeno de los flujos migratorios.
Por ultimo deberán también ejercer un férreo control de las multinacionales dentro y fuera del continente, si no quieren que éstas por su voracidad anulen a la práctica cualquier acción que se lleve a cabo.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 3 Junio 2006.
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