Cuando Rusia hace temblar a Europa - por Francesc Sánchez
"El 1 de Enero Gazprom deduce en los cuatro gasoductos que atraviesan Ucrania la cantidad de gas que le corresponde a éste país, para ello se pone a reducir la presión en los mencionados gasoductos."
Una de tuberías bien largas
Cuando Rusia hace temblar a Europa
por Francesc Sánchez
La bajada de presión de los gasoductos procedentes de Rusia hoy ya resuelta, ha dejado entrever al gran público cuanto menos dos cuestiones importantes: la importante dependencia energética que tiene el continente europeo del gas ruso, y la forma implacable de actuar que tiene Moscú frente a los morosos.
El impago de Ucrania del precio del gas natural estipulado por Moscú les ha supuesto el corte de suministros; aparentemente como efecto colateral las consecuencias de la bajada de presión en los gasoductos procedentes de Rusia, a través del territorio de Ucrania, se han hecho notar en media Europa.
Ucrania: un quiero y no puedo
En lo concreto, ésta –llamada por algunos- guerra del gas entre Rusia y Ucrania, se inicio a finales de año cuando la gasista rusa Gazprom incrementó el precio del combustible destinado a Ucrania, quedando éste entre los 230 – 198 dólares negociables por cada 1.000 metros cúbicos.
Estamos hablando de un incremento de unos 148 – 180 dólares con respecto al precio anterior -estipulado a la baja por un acuerdo bilateral entre los dos países- de 50 dólares. Ucrania, como otras ex - repúblicas soviéticas, mantenía este precio especial en combustibles con Rusia, en virtud de lazos históricos y económicos ya conocidos. El ultimo contrato especial -según Kiev- tenía como fecha de vencimiento el año 2009.
Kiev, como hemos dicho, se niega a pagar el nuevo precio marcado por Moscú, argumentado en las propias palabras del presidente Víctor Yushenko, “que tal subida en la factura del gas no es realista”. Gazprom se limita a recordar que Ucrania ha apostado por el libre mercado y por lo tanto los precios a aplicar sobre este país deben ser los que marque el mercado (*1).
El 1 de Enero Gazprom deduce en los cuatro gasoductos que atraviesan Ucrania la cantidad de gas que le corresponde a éste país, para ello se pone a reducir la presión en los mencionados gasoductos. Poco después Eslovaquia, Austria, Hungría, Rumania, y las repúblicas de la ex - Yugoslavía, detectan un substancial descenso –que oscila entre el 40-50%- en el gas procedente de Rusia. Ésta menor presión llega a afectar también a Polonia, Chequia, Alemania, Italia y Francia.
Gazprom denuncia al gobierno de Kiev diciendo que está robando el gas europeo que pasa a través de los gasoductos ubicados en Ucrania, las autoridades de éste país lo niegan y denuncian a Moscú por cortar el gas a los países mencionados.
La tensión entre Kiev y Moscú es evidente, las acusaciones mutuas y el intento de llegar a un acuerdo sobre el precio del gas, y la tardanza en la recuperación de la presión optima en los gasoductos europeos –pese a las promesas de Gazprom- no parece decir nada bueno. Es el momento en que el poder ejecutivo de la Unión Europea, encabezado por la Comisión de Energía y la presidencia rotativa austríaca, mueven pieza.
El dichoso acuerdo de Gazprom
Cuatro días después, el 4 de Enero, Gazprom y Naftogaz (la gasista de Ucrania) hacen saber a los medios de comunicación que han llegado a un acuerdo que ha de servir para cinco años.
Gazprom venderá cada 1.000 m3 de gas natural ruso destinado a Ucrania por 230 dólares, a una nueva empresa llamada RosUkrEnergo, la que posteriormente mezclara éste gas con el procedente de Turkmenistán, Kazajistán y Uzbekistán, y lo re-venderá a Ucrania a un precio de 90 dólares por cada 1.000 m3 resultantes.
A su vez, el canon a favor de Ucrania, por el transporte del gas natural a través de los gasoductos que atraviesan su territorio, se incrementara de 1,09 a 1,6 dólares, por cada 1.000 m3 transportados en una distancia de 100 km. Éste canon que cobraba Ucrania hasta ahora en combustibles, lo pasara a cobrar en efectivo.
El acuerdo es sorprendente y sin el conocimiento adecuado de gran parte de la información expuesta no tiene el menor sentido. Pues la nueva empresa que aparece en acción, RosUkrEnergo, comprara gas natural a un precio que es superior al precio de venta. Presten la suficiente atención y verán fácilmente que se parece al dicho español “dar duros a cuatro pesetas”, pero como sabrán “nadie da duros a cuatro pesetas”.
RosUkrEnergo es una empresa instrumental creada por la banca de la corporación Gazprom y un banco austríaco llamado Raiddeisenbak-Austria. Gazprom venderá el gas natural que crea conveniente a RosUkrEnero al precio estipulado por Moscú (los 230 dólares por cada 1.000 km3) y está empresa, venga de donde venga el dinero, tendrá que pagarlo. Al tiempo, Gazprom dará salida al gas natural de Turkmenistán, Kazajistán y Uzbekistán, ex – repúblicas soviéticas controladas por Moscú y Gazprom.
El débil incremento de 40 dólares en la factura del gas con destino a Ucrania (recordemos que días antes los 1.000 km3 se quedaban en 50 dólares y ahora se quedaran en 90 dólares), servirá para llenar un poco más las arcas de Moscú y para que esta nueva empresa instrumental pueda operar. Con el incremento del canon en los gasoductos, Kiev no tendrá excusas convincentes para hablar “de falta de realismo económico”.
Debilidad y actos fallidos de los europeos
De no ser por la actual coyuntura internacional y la dependencia energética europea de los combustibles fósiles rusos, éste episodio Kiev-Moscú no habría pasado posiblemente del conflicto regional. Desde la caída de la Unión Soviética, en plena desmembración, Rusia para no sucumbir ante la brusquedad del cambio de su sistema económico, empezó a exportar masivamente sus hidrocarburos a Occidente.
Hoy con unos EEUU en graves dificultades, un proyecto de unión de los europeos capado principalmente por los propios americanos, una China con un sistema capitalista estatal, y un mundo cada vez más exhausto de energía, Rusia se está haciendo valer con las mismas armas que usaron en el pasado contra ella. Seria interesante recordar, aunque fuera de pasada, como afectó a la Unión Soviética la crisis del petróleo de los años setenta, cuando los grandes productores del Golfo Pérsico cuadriplicaron el precio del barril de petróleo, y su posterior resolución volviendo a un precio barato. La Unión Soviética en plena crisis tras intervenir en el mercado internacional con su cuota de producción, recibió un golpe mortal en el momento que algunos productores del Golfo Pérsico empezaron a vender ingentes cantidades de petróleo a bajo preció. El incremento de producción de la Unión Soviética se echo a perder, y quizá ahí empezó la caída económica del conocido por entonces como el segundo mundo.
De ahí que cuanto menos resulte un tanto ingenua la intención de atribuirle a Rusia un papel de irresponsable en su modo de hacer política, y hasta cínica si se tiene el debido conocimiento histórico, o simplemente de las interpretaciones más en boga de las leyes del mercado. Rusia de forma implacable está ejerciendo su poder en un mundo capitalista.
Por lo que respecta a la unión de los estados europeos, en este caso no hay mal que por bien no venga, si de ello algunos políticos se terminan de convencer que este continente no tiene fuentes de energía en sus territorios. Y que por si fuera poco ese pequeño inconveniente, la demanda mundial de energía ya ha sobrepasado la oferta productiva disponible, circunstancia ultima debida al crecimiento económico de las naciones emergentes –que no han dudado en seguir los patrones de desarrollo del sistema capitalista más salvajes-. Finalmente nos queda una no muy buena noticia que dice que las fuentes de energía terminaran por agotarse.
Efectivamente Europa, sin ejercito y sin una realidad política creíble, está a merced de los productores de combustibles fósiles, y las naciones que tienen las armas.
El episodio de Kiev-Moscu es una llamada de alerta, quizá para empezar a marcar el territorio de cara a las elecciones de marzo en Ucrania. Pero puede que se trate de algo bastante más trascendental. El nuevo gasoducto desde Rusia a Alemania a través del mar Báltico es una alternativa que podría salvar las triquiñuelas de Washington sobre las ex - repúblicas soviéticas. Algo parecido pasaría con otras puertas para los hidrocarburos, como la de España-Argelia. Veremos que sucede.
(*1) - El precio de mercado del gas natural. - En realidad el precio del mercado para el gas natural es un tanto especial, varia según su procedencia, y normalmente está sujeto a los acuerdos que establecen las principales empresas del sector y los estados implicados. Los famosos 1.000 m3 de gas natural a 50 dólares para los países en la órbita de Moscú obedecen a una serie de acuerdos bilaterales entre los países compradores y el país productor, la subida hasta los 230 dólares, considerada abusiva por Ucrania, se acerca más al precio del mercado, pero sigue sin ser el precio que marca el mercado.
Para empezar, tendríamos que saber que en el mercado –por ejemplo por el que marca el New York Mercantile Exchange, Nymex- no se habla por ningún lado de 1.000 metros cúbicos si no de btu’s (Unidades Térmicas Británicas). Cada millón de btu’s hoy en el Nymex cotiza a unos 10 dólares.
Si queremos saber si el aparente precio abusivo marcado por Moscú es tal, tendremos que saber a cuanto nos saldrían cada 1.000 metros cúbicos de gas natural en el Nymex. Para ello lo primero que tenemos que saber es cuantos metros cúbicos son un millón de btu’s.
Partamos de la base que cada pie cúbico de gas natural despide un promedio de 1.000 btu, siempre con un intervalo entre 500 y 1.500 unidades. Si mantenemos que cada metro cúbico de gas natural equivale a 35,3 pies cúbicos, podremos establecer que cada metro cúbico de gas natural despide unos 35.300 btu’s. Ajustando la medida según la tabla de factores de conversión de Britisth Pretroleum, podemos dejar la equivalencia en 36.000 btu’s por cada metro cúbico de gas natural.
Para saber cuantos metros cúbicos son un millón de btu's , dividiremos 1.000.000 / 36.000 obteniendo la cifra de 27,7 metros cúbicos de gas natural. Y para saber cuanto nos cuesta cada metro cúbico dividiremos 27,7 / 10 obteniendo 0,36 centavos de dólar por cada metro cúbico.
Gazprom ha subido de 50 a 230 dólares los 1.000 metros cúbicos de gas natural, según el precio del mercado libre (0,36 x 1.000) el precio está alrededor de los 360 dólares. El precio de Gazprom, muy superior a los 50 dólares, és sin embargo 130 dólares más barato que el que marca el mercado.
(ref's. web para el precio del gas natural y las equivalencias en btu's. - Info Comm / UNCTAD - Información de mercado sobre productos básicos - web - Statistical Review Full book 2005, British Petroleum - hoja .xls - Agradecimiento a un comentario exclarecedor de PPP, en el web Crisis Energética - web.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 5 Enero 2006.
Artículos relacionados: - Ucrania: más de 28.602 kilómetros de tuberías en juego - por Francesc Sánchez - La toma de Kirguizistán - por Francesc Sánchez. Otros en el suplemento especial - El Cáucaso: La ultima puerta de los hidrocarburos
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Una de tuberías bien largas
Cuando Rusia hace temblar a Europa
por Francesc Sánchez
La bajada de presión de los gasoductos procedentes de Rusia hoy ya resuelta, ha dejado entrever al gran público cuanto menos dos cuestiones importantes: la importante dependencia energética que tiene el continente europeo del gas ruso, y la forma implacable de actuar que tiene Moscú frente a los morosos.
El impago de Ucrania del precio del gas natural estipulado por Moscú les ha supuesto el corte de suministros; aparentemente como efecto colateral las consecuencias de la bajada de presión en los gasoductos procedentes de Rusia, a través del territorio de Ucrania, se han hecho notar en media Europa.
Ucrania: un quiero y no puedo
En lo concreto, ésta –llamada por algunos- guerra del gas entre Rusia y Ucrania, se inicio a finales de año cuando la gasista rusa Gazprom incrementó el precio del combustible destinado a Ucrania, quedando éste entre los 230 – 198 dólares negociables por cada 1.000 metros cúbicos.
Estamos hablando de un incremento de unos 148 – 180 dólares con respecto al precio anterior -estipulado a la baja por un acuerdo bilateral entre los dos países- de 50 dólares. Ucrania, como otras ex - repúblicas soviéticas, mantenía este precio especial en combustibles con Rusia, en virtud de lazos históricos y económicos ya conocidos. El ultimo contrato especial -según Kiev- tenía como fecha de vencimiento el año 2009.
Kiev, como hemos dicho, se niega a pagar el nuevo precio marcado por Moscú, argumentado en las propias palabras del presidente Víctor Yushenko, “que tal subida en la factura del gas no es realista”. Gazprom se limita a recordar que Ucrania ha apostado por el libre mercado y por lo tanto los precios a aplicar sobre este país deben ser los que marque el mercado (*1).
El 1 de Enero Gazprom deduce en los cuatro gasoductos que atraviesan Ucrania la cantidad de gas que le corresponde a éste país, para ello se pone a reducir la presión en los mencionados gasoductos. Poco después Eslovaquia, Austria, Hungría, Rumania, y las repúblicas de la ex - Yugoslavía, detectan un substancial descenso –que oscila entre el 40-50%- en el gas procedente de Rusia. Ésta menor presión llega a afectar también a Polonia, Chequia, Alemania, Italia y Francia.
Gazprom denuncia al gobierno de Kiev diciendo que está robando el gas europeo que pasa a través de los gasoductos ubicados en Ucrania, las autoridades de éste país lo niegan y denuncian a Moscú por cortar el gas a los países mencionados.
La tensión entre Kiev y Moscú es evidente, las acusaciones mutuas y el intento de llegar a un acuerdo sobre el precio del gas, y la tardanza en la recuperación de la presión optima en los gasoductos europeos –pese a las promesas de Gazprom- no parece decir nada bueno. Es el momento en que el poder ejecutivo de la Unión Europea, encabezado por la Comisión de Energía y la presidencia rotativa austríaca, mueven pieza.
El dichoso acuerdo de Gazprom
Cuatro días después, el 4 de Enero, Gazprom y Naftogaz (la gasista de Ucrania) hacen saber a los medios de comunicación que han llegado a un acuerdo que ha de servir para cinco años.
Gazprom venderá cada 1.000 m3 de gas natural ruso destinado a Ucrania por 230 dólares, a una nueva empresa llamada RosUkrEnergo, la que posteriormente mezclara éste gas con el procedente de Turkmenistán, Kazajistán y Uzbekistán, y lo re-venderá a Ucrania a un precio de 90 dólares por cada 1.000 m3 resultantes.
A su vez, el canon a favor de Ucrania, por el transporte del gas natural a través de los gasoductos que atraviesan su territorio, se incrementara de 1,09 a 1,6 dólares, por cada 1.000 m3 transportados en una distancia de 100 km. Éste canon que cobraba Ucrania hasta ahora en combustibles, lo pasara a cobrar en efectivo.
El acuerdo es sorprendente y sin el conocimiento adecuado de gran parte de la información expuesta no tiene el menor sentido. Pues la nueva empresa que aparece en acción, RosUkrEnergo, comprara gas natural a un precio que es superior al precio de venta. Presten la suficiente atención y verán fácilmente que se parece al dicho español “dar duros a cuatro pesetas”, pero como sabrán “nadie da duros a cuatro pesetas”.
RosUkrEnergo es una empresa instrumental creada por la banca de la corporación Gazprom y un banco austríaco llamado Raiddeisenbak-Austria. Gazprom venderá el gas natural que crea conveniente a RosUkrEnero al precio estipulado por Moscú (los 230 dólares por cada 1.000 km3) y está empresa, venga de donde venga el dinero, tendrá que pagarlo. Al tiempo, Gazprom dará salida al gas natural de Turkmenistán, Kazajistán y Uzbekistán, ex – repúblicas soviéticas controladas por Moscú y Gazprom.
El débil incremento de 40 dólares en la factura del gas con destino a Ucrania (recordemos que días antes los 1.000 km3 se quedaban en 50 dólares y ahora se quedaran en 90 dólares), servirá para llenar un poco más las arcas de Moscú y para que esta nueva empresa instrumental pueda operar. Con el incremento del canon en los gasoductos, Kiev no tendrá excusas convincentes para hablar “de falta de realismo económico”.
Debilidad y actos fallidos de los europeos
De no ser por la actual coyuntura internacional y la dependencia energética europea de los combustibles fósiles rusos, éste episodio Kiev-Moscú no habría pasado posiblemente del conflicto regional. Desde la caída de la Unión Soviética, en plena desmembración, Rusia para no sucumbir ante la brusquedad del cambio de su sistema económico, empezó a exportar masivamente sus hidrocarburos a Occidente.
Hoy con unos EEUU en graves dificultades, un proyecto de unión de los europeos capado principalmente por los propios americanos, una China con un sistema capitalista estatal, y un mundo cada vez más exhausto de energía, Rusia se está haciendo valer con las mismas armas que usaron en el pasado contra ella. Seria interesante recordar, aunque fuera de pasada, como afectó a la Unión Soviética la crisis del petróleo de los años setenta, cuando los grandes productores del Golfo Pérsico cuadriplicaron el precio del barril de petróleo, y su posterior resolución volviendo a un precio barato. La Unión Soviética en plena crisis tras intervenir en el mercado internacional con su cuota de producción, recibió un golpe mortal en el momento que algunos productores del Golfo Pérsico empezaron a vender ingentes cantidades de petróleo a bajo preció. El incremento de producción de la Unión Soviética se echo a perder, y quizá ahí empezó la caída económica del conocido por entonces como el segundo mundo.
De ahí que cuanto menos resulte un tanto ingenua la intención de atribuirle a Rusia un papel de irresponsable en su modo de hacer política, y hasta cínica si se tiene el debido conocimiento histórico, o simplemente de las interpretaciones más en boga de las leyes del mercado. Rusia de forma implacable está ejerciendo su poder en un mundo capitalista.
Por lo que respecta a la unión de los estados europeos, en este caso no hay mal que por bien no venga, si de ello algunos políticos se terminan de convencer que este continente no tiene fuentes de energía en sus territorios. Y que por si fuera poco ese pequeño inconveniente, la demanda mundial de energía ya ha sobrepasado la oferta productiva disponible, circunstancia ultima debida al crecimiento económico de las naciones emergentes –que no han dudado en seguir los patrones de desarrollo del sistema capitalista más salvajes-. Finalmente nos queda una no muy buena noticia que dice que las fuentes de energía terminaran por agotarse.
Efectivamente Europa, sin ejercito y sin una realidad política creíble, está a merced de los productores de combustibles fósiles, y las naciones que tienen las armas.
El episodio de Kiev-Moscu es una llamada de alerta, quizá para empezar a marcar el territorio de cara a las elecciones de marzo en Ucrania. Pero puede que se trate de algo bastante más trascendental. El nuevo gasoducto desde Rusia a Alemania a través del mar Báltico es una alternativa que podría salvar las triquiñuelas de Washington sobre las ex - repúblicas soviéticas. Algo parecido pasaría con otras puertas para los hidrocarburos, como la de España-Argelia. Veremos que sucede.
* * *
(*1) - El precio de mercado del gas natural. - En realidad el precio del mercado para el gas natural es un tanto especial, varia según su procedencia, y normalmente está sujeto a los acuerdos que establecen las principales empresas del sector y los estados implicados. Los famosos 1.000 m3 de gas natural a 50 dólares para los países en la órbita de Moscú obedecen a una serie de acuerdos bilaterales entre los países compradores y el país productor, la subida hasta los 230 dólares, considerada abusiva por Ucrania, se acerca más al precio del mercado, pero sigue sin ser el precio que marca el mercado.
Para empezar, tendríamos que saber que en el mercado –por ejemplo por el que marca el New York Mercantile Exchange, Nymex- no se habla por ningún lado de 1.000 metros cúbicos si no de btu’s (Unidades Térmicas Británicas). Cada millón de btu’s hoy en el Nymex cotiza a unos 10 dólares.
Si queremos saber si el aparente precio abusivo marcado por Moscú es tal, tendremos que saber a cuanto nos saldrían cada 1.000 metros cúbicos de gas natural en el Nymex. Para ello lo primero que tenemos que saber es cuantos metros cúbicos son un millón de btu’s.
Partamos de la base que cada pie cúbico de gas natural despide un promedio de 1.000 btu, siempre con un intervalo entre 500 y 1.500 unidades. Si mantenemos que cada metro cúbico de gas natural equivale a 35,3 pies cúbicos, podremos establecer que cada metro cúbico de gas natural despide unos 35.300 btu’s. Ajustando la medida según la tabla de factores de conversión de Britisth Pretroleum, podemos dejar la equivalencia en 36.000 btu’s por cada metro cúbico de gas natural.
Para saber cuantos metros cúbicos son un millón de btu's , dividiremos 1.000.000 / 36.000 obteniendo la cifra de 27,7 metros cúbicos de gas natural. Y para saber cuanto nos cuesta cada metro cúbico dividiremos 27,7 / 10 obteniendo 0,36 centavos de dólar por cada metro cúbico.
Gazprom ha subido de 50 a 230 dólares los 1.000 metros cúbicos de gas natural, según el precio del mercado libre (0,36 x 1.000) el precio está alrededor de los 360 dólares. El precio de Gazprom, muy superior a los 50 dólares, és sin embargo 130 dólares más barato que el que marca el mercado.
(ref's. web para el precio del gas natural y las equivalencias en btu's. - Info Comm / UNCTAD - Información de mercado sobre productos básicos - web - Statistical Review Full book 2005, British Petroleum - hoja .xls - Agradecimiento a un comentario exclarecedor de PPP, en el web Crisis Energética - web.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 5 Enero 2006.
Artículos relacionados: - Ucrania: más de 28.602 kilómetros de tuberías en juego - por Francesc Sánchez - La toma de Kirguizistán - por Francesc Sánchez. Otros en el suplemento especial - El Cáucaso: La ultima puerta de los hidrocarburos
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