Liberté, Égalité et Fraternité - por Francesc Sánchez
El lema que enarbolo esa revolución ya pasada de 1789, que tampoco fue lo que parecía ni lo que pretendía, pero símbolo a fin de cuentas de los creyentes de la República Francesa, hoy vuelve a estar en tela de juicio bajo la mano del ultimo resultado electoral.
Jean-Marie Le Pen, lider del Frente Nacional, partido de extrema derecha francesa, en esta primera vuelta a las elecciones de la presidencia, aun reciente, ha obtenido un numero de votos que lo sitúan por delante de Lionel Jospin, lo ha desbancado, lo ha echado de la segunda vuelta, y le ha obligado moralmente a dejar la política.
El Frente Nacional representa el fascismo puro y duro francés. Jean-Marie Le Pen, ex militar, y muy posiblemente, ex opresor y torturador, defiende los valores de unidad nacional, seguridad ante el enemigo interior que representa la inmigración ilegal, del exterior ante los países terroristas, la superioridad de la raza blanca y francesa sobre las demás, la mano dura ante respuestas callejeras tipo manifestación, y recuperación del franco ante el euro, rematando todo con la salida de la Unión Europea, ya que considera que reporta más males que bienes siendo ello algo degradante para la integridad francesa.
Por ello la ciudadanía francesa se encuentra consternada, ha sido algo inesperado para ellos, pero que entraba dentro de lo posible. Todo tiene sus causas y yo voy a tratar de vislumbrarlas. El Frente Nacional ha obtenido más votos que en otras ocasiones, pero tampoco muchos más. Su discurso base ha sido raptado del ofrecimiento de Chirac hacia del tema de la seguridad ciudadana, después de los sucesos del 11 de Septiembre y de la muerte de varios concejales en manos de un depresivo sin salida, el tema de la seguridad ha sido caballo de batalla ante otros de importancia superior en un país moderno. Jean-Mari Le Pen, sencillamente ha usado el tema bajo su óptica de extrema derecha. Ha atacado al sistema francés, a los políticos corruptos, a su mala gestión, a los inmigrantes, haciéndolos culpa de la precariedad laboral en el país. Ha ofrecido el oro y el moro a los franceses, y ha calado entre los pobres y los sectores de centro derecha nostálgicos de tiempos pasados donde imperaba el poder de la porra.
En cuanto a la izquierda francesa, ha fracasado. No ha habido unidad alguna y por lo contrario una amplia dispersión del voto en pequeños partidos. Los socialistas de Lionel Jospin, parecían despistados, sin fuerza, como no preocupados por la primera vuelta, esperando pasar a la segunda sin problemas. Sus votantes se han abstenido al no ver soluciones, al no ver nada claro. Los socialistas franceses en materia económica no han dado solución alguna ante la corriente neo liberal que impera en toda Europa, trayendo problemas como la precarización laboral y la falta de trabajo digno. Los Comunistas han perdido muchos votos y se han ido a parar en parte a la izquierda radical y anti sistema, seria la otra cara de la moneda del Frente Nacional. Los Verdes se han mantenido, pero son un sector no decisivo, en este tipo de elecciones, también estaban los del partido de cazadores y pescadores, significativos a la hora de tomarse con poca seriedad la convocatoria.
Los neogolistas, o la derecha convencional de Jacques Chirac, no han obtenido un gran resultado, el más bajo en años en una primera vuelta, a solo tres puntos de Le Pen. Jacques Chirac, ha obtenido más votos pero ganara la presidencia en la segunda vuelta gracias a los valores de la República, no a su discurso político, la izquierda le pondrá en el poder de nuevo, y tendrá que tenerla en cuenta.
Toda Francia no fascista esta unida para impedir que el fascismo radical, y sin tapujos no llegue al poder. La cuestión será si Jacques Chirac, hará honor a los valores de libertad, igualdad o fraternidad, o será un fascista light, que le preparara el terreno como en estas ultimas elecciones a fascistas de antaño como Jean-Marie Le Pen. Recordemos que los lemas ampliados y quizás más verdaderos de la revolución francesa eran exactamente así: Unidad, indivisibilidad de la República, libertad, igualdad, fraternidad, o la muerte. No seamos cenizos.
Francesc Sánchez - Marlowe. Barcelona. 24 Abril 2002.
Jean-Marie Le Pen, lider del Frente Nacional, partido de extrema derecha francesa, en esta primera vuelta a las elecciones de la presidencia, aun reciente, ha obtenido un numero de votos que lo sitúan por delante de Lionel Jospin, lo ha desbancado, lo ha echado de la segunda vuelta, y le ha obligado moralmente a dejar la política.
El Frente Nacional representa el fascismo puro y duro francés. Jean-Marie Le Pen, ex militar, y muy posiblemente, ex opresor y torturador, defiende los valores de unidad nacional, seguridad ante el enemigo interior que representa la inmigración ilegal, del exterior ante los países terroristas, la superioridad de la raza blanca y francesa sobre las demás, la mano dura ante respuestas callejeras tipo manifestación, y recuperación del franco ante el euro, rematando todo con la salida de la Unión Europea, ya que considera que reporta más males que bienes siendo ello algo degradante para la integridad francesa.
Por ello la ciudadanía francesa se encuentra consternada, ha sido algo inesperado para ellos, pero que entraba dentro de lo posible. Todo tiene sus causas y yo voy a tratar de vislumbrarlas. El Frente Nacional ha obtenido más votos que en otras ocasiones, pero tampoco muchos más. Su discurso base ha sido raptado del ofrecimiento de Chirac hacia del tema de la seguridad ciudadana, después de los sucesos del 11 de Septiembre y de la muerte de varios concejales en manos de un depresivo sin salida, el tema de la seguridad ha sido caballo de batalla ante otros de importancia superior en un país moderno. Jean-Mari Le Pen, sencillamente ha usado el tema bajo su óptica de extrema derecha. Ha atacado al sistema francés, a los políticos corruptos, a su mala gestión, a los inmigrantes, haciéndolos culpa de la precariedad laboral en el país. Ha ofrecido el oro y el moro a los franceses, y ha calado entre los pobres y los sectores de centro derecha nostálgicos de tiempos pasados donde imperaba el poder de la porra.
En cuanto a la izquierda francesa, ha fracasado. No ha habido unidad alguna y por lo contrario una amplia dispersión del voto en pequeños partidos. Los socialistas de Lionel Jospin, parecían despistados, sin fuerza, como no preocupados por la primera vuelta, esperando pasar a la segunda sin problemas. Sus votantes se han abstenido al no ver soluciones, al no ver nada claro. Los socialistas franceses en materia económica no han dado solución alguna ante la corriente neo liberal que impera en toda Europa, trayendo problemas como la precarización laboral y la falta de trabajo digno. Los Comunistas han perdido muchos votos y se han ido a parar en parte a la izquierda radical y anti sistema, seria la otra cara de la moneda del Frente Nacional. Los Verdes se han mantenido, pero son un sector no decisivo, en este tipo de elecciones, también estaban los del partido de cazadores y pescadores, significativos a la hora de tomarse con poca seriedad la convocatoria.
Los neogolistas, o la derecha convencional de Jacques Chirac, no han obtenido un gran resultado, el más bajo en años en una primera vuelta, a solo tres puntos de Le Pen. Jacques Chirac, ha obtenido más votos pero ganara la presidencia en la segunda vuelta gracias a los valores de la República, no a su discurso político, la izquierda le pondrá en el poder de nuevo, y tendrá que tenerla en cuenta.
Toda Francia no fascista esta unida para impedir que el fascismo radical, y sin tapujos no llegue al poder. La cuestión será si Jacques Chirac, hará honor a los valores de libertad, igualdad o fraternidad, o será un fascista light, que le preparara el terreno como en estas ultimas elecciones a fascistas de antaño como Jean-Marie Le Pen. Recordemos que los lemas ampliados y quizás más verdaderos de la revolución francesa eran exactamente así: Unidad, indivisibilidad de la República, libertad, igualdad, fraternidad, o la muerte. No seamos cenizos.
Francesc Sánchez - Marlowe. Barcelona. 24 Abril 2002.