El pueblo argentino se queda sin derechos ante el robo de la Banca

Hace nada el gobierno argentino ha aprobado la ley de subversión económica, o lo que es lo mismo: - si su banco no le devuelve su dinero usted no tiene derecho a denunciarle a la justicia - , es una ley recobrada del viejo régimen de las Juntas Militares, siendo una mas de las recomendaciones del FMI y del Banco Mundial, organismos que día a día teledirigen el gobierno de Duhalde.

La ley de subversión económica deja al pueblo argentino que sufre el - corralito - sin derechos ante la banca internacional, solo les queda confiar en un gobierno manejado por esa misma banca. El corralito es el nombre popular que se le otorga a la limitación de extracción de dinero liquido de los bancos por los argentinos, cantidad tasada por un valor de 1.000 pesos al mes.

Dije valor de 1.000 pesos, porque no siempre pesos se pueden sacar, si no su valor en pesos, ya han empezado a circular bonos del estado y vales especiales. Los bonos para canjear en un futuro incierto, son emitidos a los titulares de cuentas a plazo fijo, los vales tienen dos nombres: patacones y lecops, con los que se puede probar suerte en los comercios que los acepten. En las casas de cambio los argentinos pueden hacerse hasta con 500 dólares, estos lugares son frecuentados por la - mafia amarilla - que acumula todos los dólares que puede. La famosa paridad de Menen - un dólar un peso - resulto ser una parida, un dólar hoy cuesta 3,50 pesos. Los precios han subido al devaluarse la moneda, los sueldos, si hay suerte en cobrarlos, siguen igual.

Tenemos una inflación emergente, los precios han subido más de lo esperado, de ahí el corralito para impedir la circulación de grandes cantidades de dinero y una venta masiva de productos que traería una inflación mucho peor. Otra explicación al corralito financiero, seria la que nos dice que con el control del gasto, el Gobierno es capaz de pagar la hipoteca que mantiene con la banca mundial, es - la famosa deuda externa - . Argentina ya paso por varias hiper inflaciones, su no solución fue la invención de la paridad con el dólar, hoy irónicamente estamos ante la situación inversa, con resultados igual de devastadores.

No hace tanto, grandes disturbios hicieron temblar las calles de Buenos Aires, y en menos de una semana vimos desfilar tres gobiernos diferentes, la gente no pudo aguantar dos cosas: el ver como su dinero se evaporaba como por arte de magia, con lo cual tomaron el Parlamento, y el empezar a tener hambre, lo que hizo asaltar comercios. Del todo comprensible.

El panorama actual, es de una cierta calma intranquila, son frecuentes los - sucesos - o robos, y la población vive como a la espera de nuevas leyes o cambios políticos que temen no positivos. Bien se ha dicho que puede acabarse el corralito financiero, pero con la contrapartida de convertir todos los dólares a pesos y todos los pesos a bonos de incierto cobro. Explíquele usted a un argentino que vivía a base de comer pan, que para que tenga una mejor situación el país no podrá comer pan durante varios años, háblele mejor del mundial de fútbol como hace Duhalde. Por otro lado están los de siempre, los que nada les falta.

Argentina, aunque tiene regiones en el sur más autosuficientes y desvinculadas del resto del país, esta a merced de lo que diga el FMI, el Banco Mundial, la banca española, británica y americana, así como de las multinacionales extranjeras que explotan todos los recursos naturales del país y que marcan el precio de estas materias primas desde Londres, Madrid y New York. Es un país saqueado y endeudado que no cambiara mientras occidente y Estados Unidos no quieran que cambie.

Ante todo ello, el pueblo parece que esta cambiando, los argentinos se están organizando en su base, organizaciones de vecinos crean asambleas para obtener así ayuda mutua. Ya lo explicaremos mas adelante.

Marlowe y Daniela. Desde Barcelona y Buenos Aires, respectivamente. 1 Junio 2002