Homenaje a Andalucía - por Francesc Sánchez
No he visitado Andalucía, no la conozco directamente, pero conozco algo a su gente y la historia de Cataluña, la relación entre los dos pueblos es lo que aqui voy a tratar de explicar.
He leído algunas cosas y he hablado con algunos andaluces, y lo más importante para mi conocimiento: lo andaluz integrado en mi tierra, en forma de cultura catalana con toques de realismo mágico como la rumba catalana, el flamenco catalán, o algo tan sencillo y no por ello simple como es la vida cotidiana, tienen un marcado sabor andaluz catalán, o catalán andaluz, el orden de los términos no altera el producto, y este no es otro que una cultura abierta no excluyente hecha de múltiples culturas que dan como resultado una gran riqueza cultural.
Cataluña, siempre ha sido tierra de paso y acogida, tierra de comerciantes, y por lo tanto de grandes cambios. Con el inicio de la revolución industrial en España, revolución que nunca se llevo a cabo del todo, por culpa de la dejadez de grandes territorios en manos de unos pocos, incluso a día de hoy, a falta de una verdadera desamortización agrícola, Cataluña fue uno de los pocos focos de industria en el país. En la zona norte, Bilbao mayormente, por sus altos hornos, y Asturias, por sus minas de carbón, necesarias para el funcionamiento de los transportes y maquinaria, también eran focos de industria, como Madrid que al ser una gran ciudad y capital del estado, veía aparecer una creciente burguesía industrial, pero todos estos focos eran y son aun pequeños si los comparamos con los existentes en Cataluña.
En Cataluña, debido a las ganancias comerciales de la burguesía en ultramar, se apostó por la industrialización siguiendo de cerca al Reino Unido, Francia, Alemania y el resto de Europa Industrial. Se aprovecho la fuerza del agua de múltiples ríos y afluentes para hacer funcionar grandes turbinas que pondrían en marcha múltiples factorías textiles. Grandes fabricas aparecieron en el litoral de Barcelona y otras localidades para producir y almacenar manofacturas para su posterior envío a ultramar. En el terreno agrícola la producción de vino y vino espumoso también trajo grandes ganancias.
Toda esta gran estructura industrial y mercantil iba creciendo a un ritmo importante, y por lo tanto había cada vez una mayor demanda de trabajadores. Sin ellos hubiera sido imposible. Miles de familias vinieron de toda España a buscar trabajo, mal trabajo, pero trabajo a fin de cuentas. Aquí es donde empiezo a hablar de Andalucía.
Andalucía era uno de los territorios como antes ya mencione, donde unos pocos amos, terratenientes, disponían y poseían la mayor parte de la tierra. En un lugar donde la agricultura, es el sector económico mas importante, por no decir que es el único existente, el que poseía las tierras poseía todo. La población por lo tanto trabajaba para subsistir a duras penas, estando a merced de unos pocos latifundistas. Las condiciones eran las peores imaginables, cercanas a la esclavitud, de ahí que muchos pensaran en irse al norte, donde la Industria les hacia tener fe en mejores expectativas.
Cataluña fue para los andaluces, lo que América para los europeos. No solo los andaluces vinieron a Cataluña, pero si probablemente fue el pueblo mas numeroso que vino a trabajar, todos ellos eran conocidos como murcianos, termino usado por el acento que tenían, similar al de los murcianos. En el campo trabajaban de jornaleros, no disponían de mejoras notables a las inexistentes de su vieja tierra, pero se empezaron a agrupar y ayudar entre ellos. En la Industria, trabajaban en unas condiciones deplorables, con unos sueldos ínfimos. Cataluña ese sueño de esperanzas se convirtió en su nuevo infierno. Los terratenientes de Andalucía tenían en Cataluña sus homólogos en la burguesía industrial. No solo los andaluces mal vivían en Cataluña, era algo generalizado que compartían catalanes, y otras personas provenientes de diversos lugares como lo son: Murcia, Extremadura, Aragón, Galicia, etc. Toda esta gente se empezó a ayudar, a organizarte en sindicatos como la CNT, la que buscaba sus mejoras en el trabajo y apostaba por el sueño de una sociedad más digna.
Los sindicatos en Cataluña tuvieron mucha fuerza y aceptación, más los anarquistas, posiblemente por su descentralización y localismo que hacia ganar simpatías a gente con su cultura y modo de hacer. El anarquismo cuajo en Cataluña por varias razones, la principal por el gran foco industrial y obrero existente, la otra el ver una alternativa que respetara el modo de hacer de los pueblos, cada uno a su manera, para la obtención de un mismo fin, la utopía libertaria. El fin nunca se consiguió, solamente se experimento unos 30 meses en el periodo de guerra civil, en forma de colonias autosuficientes, pero por otro lado, los medios y las premisas, manifestaciones y movilizaciones para la obtención de derechos y mejoras para los trabajadores, fueron latentes desde su inicio a finales del siglo XIX, hasta el año 1939 con el final de la guerra civil española.
En Andalucía también hubo anarquismo y organización para las mejoras de los trabajadores, las condiciones como hemos visto, eran de las peores, el carácter agrícola y la diferente distribución de la población en pueblos y no en ciudades, dio un carácter diferente a este anarquismo, siendo más moral y colectivista, en lugar de hacer hincapié en razones más urbanas.
El problema de la tierra y su distribución con la llegada de Segunda República, se intento solucionar, pero fracaso. La gente estaba decepcionada, tensa, y tenia hambre, hubo revueltas, y represión. Cada vez parecía estar mas cercano el momento en el que se pondría fin a tantas injusticias, pero el alzamiento militar de una parte de ejercito, subvencionado por terratenientes y gran parte de los burgueses, cambio radicalmente el curso de los acontecimientos.
La República tenia los días contados. Franco empezó por Andalucía, los terratenientes nunca perdonaron que harapientos campesinos les plantaran cara. Franco termino por Cataluña, gran parte de la burguesía nunca perdono que simples obreros pusieran en tela de juicio el sistema establecido y colectivizaran sus factorías. Franco nunca perdono al pueblo catalán y andaluz. Después de la guerra civil, pueblos enteros de Andalucía fueron casi enviados literalmente a Cataluña, donde nuevas condiciones precarias les esperarían, a día de hoy barrios enteros aun conservan esas casas construidas precariamente para ellos durante el franquismo.
España no es un lugar homogéneo, nunca lo ha sido, es un estado resultante de muchas guerras y pactos, donde sus pueblos se han trasladado muchas veces forzosamente de un lugar a otro. A día de hoy Cataluña es un lugar donde convive gente de diversas procedencias, todos son catalanes y todos tienen el mismo valor, porque de ser de otro modo Cataluña estaría renunciando a su historia y dejaría de tener sentido. La cultura catalana es diversa y rica en pluralidad, siempre ha sido cambiante, sin dejar de perder esa identidad creada por todos, identidad que no es mas que la pertenencia a un lugar. Algunos hablan de nacionalismo catalán, vasco, gallego, andaluz, y tienen todo el derecho hablar de él, todo pueblo tiene derecho a ser lo que quiera, pero hay que saber bien lo que se es, sin dejarse nada, ni nadie, porque de lo contrario sencillamente caeríamos en conflictos que se alejan de la realidad, conflictos que se alejan de lo realmente importante: los problemas sociales que no entienden de nacionalidades solo de oprimidos y opresores, de pobres y ricos. El bien más preciado de esa gente que lucho en la guerra civil, codo a codo dando igual su procedencia era la libertad. Ellos perdieron.
Se que podría extenderme y con grato gusto para mi en mil y un temas de esta historia de España quizás desconocida, porque es la historia de los perdedores y de todos es sabido que la historia la explican los vencedores, aunque sea producto de todos, pero entiendo que los lectores quizás tengan demasiada información y no es cuestión de atosigarles más por hoy, pero el tema sigue abierto y lo retomare. Si he titulado ‘Homenaje a Andalucía’ a este escrito es por analogía a aquel otro de Orwell llamado ‘Homenaje a Cataluña’ , refiriéndome al pueblo de Andalucía, a los andaluces, que para bien o para mal se vieron involucrados en la historia de Cataluña y de España, a todos ellos va dedicado este articulo.
Francesc Sánchez - Marlowe. Barcelona. 3 Marzo 2002.
He leído algunas cosas y he hablado con algunos andaluces, y lo más importante para mi conocimiento: lo andaluz integrado en mi tierra, en forma de cultura catalana con toques de realismo mágico como la rumba catalana, el flamenco catalán, o algo tan sencillo y no por ello simple como es la vida cotidiana, tienen un marcado sabor andaluz catalán, o catalán andaluz, el orden de los términos no altera el producto, y este no es otro que una cultura abierta no excluyente hecha de múltiples culturas que dan como resultado una gran riqueza cultural.
Cataluña, siempre ha sido tierra de paso y acogida, tierra de comerciantes, y por lo tanto de grandes cambios. Con el inicio de la revolución industrial en España, revolución que nunca se llevo a cabo del todo, por culpa de la dejadez de grandes territorios en manos de unos pocos, incluso a día de hoy, a falta de una verdadera desamortización agrícola, Cataluña fue uno de los pocos focos de industria en el país. En la zona norte, Bilbao mayormente, por sus altos hornos, y Asturias, por sus minas de carbón, necesarias para el funcionamiento de los transportes y maquinaria, también eran focos de industria, como Madrid que al ser una gran ciudad y capital del estado, veía aparecer una creciente burguesía industrial, pero todos estos focos eran y son aun pequeños si los comparamos con los existentes en Cataluña.
En Cataluña, debido a las ganancias comerciales de la burguesía en ultramar, se apostó por la industrialización siguiendo de cerca al Reino Unido, Francia, Alemania y el resto de Europa Industrial. Se aprovecho la fuerza del agua de múltiples ríos y afluentes para hacer funcionar grandes turbinas que pondrían en marcha múltiples factorías textiles. Grandes fabricas aparecieron en el litoral de Barcelona y otras localidades para producir y almacenar manofacturas para su posterior envío a ultramar. En el terreno agrícola la producción de vino y vino espumoso también trajo grandes ganancias.
Toda esta gran estructura industrial y mercantil iba creciendo a un ritmo importante, y por lo tanto había cada vez una mayor demanda de trabajadores. Sin ellos hubiera sido imposible. Miles de familias vinieron de toda España a buscar trabajo, mal trabajo, pero trabajo a fin de cuentas. Aquí es donde empiezo a hablar de Andalucía.
Andalucía era uno de los territorios como antes ya mencione, donde unos pocos amos, terratenientes, disponían y poseían la mayor parte de la tierra. En un lugar donde la agricultura, es el sector económico mas importante, por no decir que es el único existente, el que poseía las tierras poseía todo. La población por lo tanto trabajaba para subsistir a duras penas, estando a merced de unos pocos latifundistas. Las condiciones eran las peores imaginables, cercanas a la esclavitud, de ahí que muchos pensaran en irse al norte, donde la Industria les hacia tener fe en mejores expectativas.
Cataluña fue para los andaluces, lo que América para los europeos. No solo los andaluces vinieron a Cataluña, pero si probablemente fue el pueblo mas numeroso que vino a trabajar, todos ellos eran conocidos como murcianos, termino usado por el acento que tenían, similar al de los murcianos. En el campo trabajaban de jornaleros, no disponían de mejoras notables a las inexistentes de su vieja tierra, pero se empezaron a agrupar y ayudar entre ellos. En la Industria, trabajaban en unas condiciones deplorables, con unos sueldos ínfimos. Cataluña ese sueño de esperanzas se convirtió en su nuevo infierno. Los terratenientes de Andalucía tenían en Cataluña sus homólogos en la burguesía industrial. No solo los andaluces mal vivían en Cataluña, era algo generalizado que compartían catalanes, y otras personas provenientes de diversos lugares como lo son: Murcia, Extremadura, Aragón, Galicia, etc. Toda esta gente se empezó a ayudar, a organizarte en sindicatos como la CNT, la que buscaba sus mejoras en el trabajo y apostaba por el sueño de una sociedad más digna.
Los sindicatos en Cataluña tuvieron mucha fuerza y aceptación, más los anarquistas, posiblemente por su descentralización y localismo que hacia ganar simpatías a gente con su cultura y modo de hacer. El anarquismo cuajo en Cataluña por varias razones, la principal por el gran foco industrial y obrero existente, la otra el ver una alternativa que respetara el modo de hacer de los pueblos, cada uno a su manera, para la obtención de un mismo fin, la utopía libertaria. El fin nunca se consiguió, solamente se experimento unos 30 meses en el periodo de guerra civil, en forma de colonias autosuficientes, pero por otro lado, los medios y las premisas, manifestaciones y movilizaciones para la obtención de derechos y mejoras para los trabajadores, fueron latentes desde su inicio a finales del siglo XIX, hasta el año 1939 con el final de la guerra civil española.
En Andalucía también hubo anarquismo y organización para las mejoras de los trabajadores, las condiciones como hemos visto, eran de las peores, el carácter agrícola y la diferente distribución de la población en pueblos y no en ciudades, dio un carácter diferente a este anarquismo, siendo más moral y colectivista, en lugar de hacer hincapié en razones más urbanas.
El problema de la tierra y su distribución con la llegada de Segunda República, se intento solucionar, pero fracaso. La gente estaba decepcionada, tensa, y tenia hambre, hubo revueltas, y represión. Cada vez parecía estar mas cercano el momento en el que se pondría fin a tantas injusticias, pero el alzamiento militar de una parte de ejercito, subvencionado por terratenientes y gran parte de los burgueses, cambio radicalmente el curso de los acontecimientos.
La República tenia los días contados. Franco empezó por Andalucía, los terratenientes nunca perdonaron que harapientos campesinos les plantaran cara. Franco termino por Cataluña, gran parte de la burguesía nunca perdono que simples obreros pusieran en tela de juicio el sistema establecido y colectivizaran sus factorías. Franco nunca perdono al pueblo catalán y andaluz. Después de la guerra civil, pueblos enteros de Andalucía fueron casi enviados literalmente a Cataluña, donde nuevas condiciones precarias les esperarían, a día de hoy barrios enteros aun conservan esas casas construidas precariamente para ellos durante el franquismo.
España no es un lugar homogéneo, nunca lo ha sido, es un estado resultante de muchas guerras y pactos, donde sus pueblos se han trasladado muchas veces forzosamente de un lugar a otro. A día de hoy Cataluña es un lugar donde convive gente de diversas procedencias, todos son catalanes y todos tienen el mismo valor, porque de ser de otro modo Cataluña estaría renunciando a su historia y dejaría de tener sentido. La cultura catalana es diversa y rica en pluralidad, siempre ha sido cambiante, sin dejar de perder esa identidad creada por todos, identidad que no es mas que la pertenencia a un lugar. Algunos hablan de nacionalismo catalán, vasco, gallego, andaluz, y tienen todo el derecho hablar de él, todo pueblo tiene derecho a ser lo que quiera, pero hay que saber bien lo que se es, sin dejarse nada, ni nadie, porque de lo contrario sencillamente caeríamos en conflictos que se alejan de la realidad, conflictos que se alejan de lo realmente importante: los problemas sociales que no entienden de nacionalidades solo de oprimidos y opresores, de pobres y ricos. El bien más preciado de esa gente que lucho en la guerra civil, codo a codo dando igual su procedencia era la libertad. Ellos perdieron.
Se que podría extenderme y con grato gusto para mi en mil y un temas de esta historia de España quizás desconocida, porque es la historia de los perdedores y de todos es sabido que la historia la explican los vencedores, aunque sea producto de todos, pero entiendo que los lectores quizás tengan demasiada información y no es cuestión de atosigarles más por hoy, pero el tema sigue abierto y lo retomare. Si he titulado ‘Homenaje a Andalucía’ a este escrito es por analogía a aquel otro de Orwell llamado ‘Homenaje a Cataluña’ , refiriéndome al pueblo de Andalucía, a los andaluces, que para bien o para mal se vieron involucrados en la historia de Cataluña y de España, a todos ellos va dedicado este articulo.
Francesc Sánchez - Marlowe. Barcelona. 3 Marzo 2002.