30 de Enero: Elecciones en el Iraq colonial - por Francesc Sánchez

"El pasado 30 de Enero se celebraron las primeras elecciones en el Iraq colonial desde la invasión y el derribo del Estado. Al parecer dentro de lo que cabe los que han podido votar han acudido a los colegios electorales para ejercitar el rito democrático."

Proceso colonial en el Iraq invadido
30 de Enero: Elecciones en el Iraq colonial
por Francesc Sánchez


El pasado 30 de Enero se celebraron las primeras elecciones en el Iraq colonial desde la invasión y el derribo del Estado. Al parecer dentro de lo que cabe los que han podido votar han acudido a los colegios electorales para ejercitar el rito democrático.

De los más de 25 millones de iraquíes debía salir un censó de al menos 14 millones de votantes potenciales, de entre ellos al menos un millón de los más de 4 millones de iraquíes que viven en el extranjero. En un principio según la Comisión Electoral el 75% de inscritos en el censo efectuó el voto, horas después ésta misma comisión hablaba del 60% del total de inscritos, lo que no ha dicho a día de hoy es la cifra total de inscritos. El recuento de las papeletas durara total la semana.

Elecciones coloniales en medio de una guerra

En una jornada electoral con algunos incidentes, amplias regiones del país no han sido aptas para las elecciones por el boicot de la población y por su situación inestable. Estamos hablando de las poblaciones que se corresponden con el famoso triángulo suní, y también de una serie de ciudades y pueblos indeterminados tanto en el norte como el sur del país. Cuando hablamos de inestabilidad estamos haciendo un eufemismo para no mencionar la palabra guerra. Los ataques a los ejércitos ocupantes y colonial son frecuentes, sin rebuscar demasiado, un día antes de las elecciones fue atacada la embajada norteamericana en la zona verde -superprotegida- de Bagdad, el propio día de las elecciones murieron al menos 40 personas por atentados, y también un misil tierra aire derribó un avión de transporte Hércules, segando la vida de 15 soldados británicos.

Pero pese a estas malas condiciones, el alto mando norteamericano prefirió no posponer los comicios, sencillamente, mientras ha votado parte del país, se dejan las regiones inestables para más adelante.

En el extranjero los exiliados e inmigrantes han podido efectuar el voto sólo en algunos países, por poner un ejemplo los iraquíes que viven en España e Italia han tenido la posibilidad de desplazarse hasta la embajada iraquí en París para inscribirse en el censo y efectuar su voto.

La situación de inestabilidad en Iraq ha mantenido una serie de dificultades sumamente serias e importantes para los iraquíes que han podido y han querido efectuar el rito democrático. Las comunicaciones en todo el país, ya de por si inestables, permanecieron cortadas por el ejercito, y tanto la resistencia como los grupos de delincuentes manifestaron sus intenciones de jugar al tiro al votante.

El ejercito colonial iraquí, de la mano del ejercito norteamericano y británico, dispuso por todas las ciudades aptas del país una serie de colegios electorales (se habla de 5.200). Estos colegios electorales -según los pocos reporteros de guerra allá desplegados- se parecían mucho a puestos militares y búnkers. Éste despliegue militar, al parecer se correspondía a una maniobra de defensa y disuasión, de la autoridad competente, ante la beligerancia de los grupos armados que pretendían boicotear las elecciones.

El fenómeno Al Zarqaui y la doctrina de la libertad de Bush

Algunos grupos armados -como el de la Organización de la Guerra Santa en Mesopotamia de Abu Musab al Zarqaui- ya manifestaron su voluntad de matar a todo aquel que decidiese votar en estas elecciones. Vale la pena prestar atención a la facilidad de compenetración que existe entre los grupos terroristas cercanos a Al-Qaeda, como el de Al Zarqaui, y la doctrina Bush: mientras estos grupos autodenominados islámicos dicen luchar contra la democracia, la doctrina Bush dice liberar a pueblos como el iraquí para llevarles la democracia. Por otro lado, en ningún momento se ha prestado atención a los múltiples y variados grupos de resistentes ajenos al grupo de Al Zarqaui. Sin duda que el iraquí de a pie, ante tales circunstancias, tenía serios motivos para plantearse el acudir a los colegios electorales.

Aún así los valientes que han creído importante acudir a las urnas han tenido la opción de elegir a parte de los 275 miembros de la primera Asamblea Nacional del nuevo Iraq colonial. Parte, porque el alto mando norteamericano ya ha manifestado, que ante una mayoría religiosa chií, elegirá a dedo a los correspondientes contrapesos en las demás etnias y grupos religiosos. Hemos entendido bien, etnias y grupos religiosos.

Porque pese a que la realidad política iraquí siempre fue muy viva, y en estos tiempos inestables no podría ser menos, el ejercito norteamericano -cómo en el vecino Afganistán también invadido- pretende crear un asamblea basada en las primitivas divisiones étnicas y religiosas. Vale la pena explicar y comprender ésta cuestión.

Expresión mediática y expresión política

En Iraq como en cualquier país existen diferentes grupos étnicos y diferentes credos religiosos, también diferentes grupos que por la afinidad de compartir la misma tierra se agrupan en torno a una identidad nacional o regional. Difícilmente en España se nos ocurriría hablar de votantes católicos, protestantes, laicos, iberos, celtas, godos, y mediterráneos, pero en Iraq por ser un país lejano y ante nuestros ojos subdesarrollado culturalmente sí hacemos estas divisiones.

Iraq -según los entendidos de los grandes medios de comunicación- tiene muy poca cultura democrática, y por esa carencia cívica no podemos hablar en estas elecciones -y en las que vengan- de izquierdas y de derechas, aunque las haya. Tenemos que hablar de chiís, sunís, y kurdos. Pues muy bien hablemos de ello, y después añadamos lo demás.

El grupo étnico mayoritario en Iraq con el 80% de representatividad es el de los árabes. Los árabes en Iraq, aunque muchos son laicos, mayoritariamente profesan el Islam, y éste lo profesan en sus dos interpretaciones más amplias, el Islam suní y el Islam chií. El grupo mayoritario de árabes con un 60% de representatividad profesa el chiísmo, y habita todas las tierras del sur del país entre los ríos Éufrates y el Tigris. Después tenemos los árabes que profesan el sunísmo con un 20%-30% de representatividad en la población. Seguidamente tenemos a los kurdos con un 17% de personal, los que también son musulmanes y profesan la interpretación suní. Otras adscripciones étnicas son las de los turkmenos y los yezidi. Y sí, claro, en Iraq también hay árabes que profesan el cristianismo y los hay que no profesan nada porque son laicos y ateos, pero de estos grupos no tan minoritarios casi nunca nadie habla.

Si nos adentramos en lo que se presenta a estas elecciones trampa veremos estas divisiones que se han acentuado desde que el ocupante destruyó el Estado legitimo, la estructura estatal y la identidad nacional iraquí. De mayor a menor en intención de voto, ¿según las encuestas de los de medios de comunicación?

Etnia, religión y funcionariado corrupto

En primer lugar tenemos La Alianza Unida Iraquí, encabezada por Abdelaziz al Hakim, está formada por grupos chiís, y uno de ellos medianamente importante es la Asamblea para la Revolución Islámica (antes conocida como SCIRI, Consejo Supremo de la Revolución Islámica), pro iraní y homologable a la Asamblea para la Revolución Islámica del país vecino. En segundo lugar en éste grupo aparece el Partido Al Dawa con sus tres facciones, unidas pero diferenciadas. Éste partido político plenamente iraquí y con una trayectoría histórica considerable marca importantes distancias con el vecino Irán de los ayatolas. Es importante mencionar que estos grupos entorno al chiísmo estarían avalados por el ayatola Ali Al Sistani, y quizá soterradamente por el clérigo batallador Muqtada al Sadr.

Como nota disonante, finalmente también se integra en éste grupo el Congreso Nacional Iraquí, una intentona de gobierno en el exilio en los tiempos de Saddam ideada por los servicios secretos norteamericanos, y encabezada en su momento por el ex ladrón y prófugo de Jordania Ahmed Chalabi. Éste elemento, con un poder político bastante importante desde la caída del Estado, y poseedor de un verdadero ejercito privado, estaría desautorizado por los altos estamentos norteamericanos por robar y torturar al enemigo demasiado.

En segundo lugar -por representatividad- se encuentra una llamada Lista Iraquí, en donde aparecen una serie de grupos llamados -no se porque razón- independientes. Es en ésta lista donde se sitúa Ayad Alawi, el actual gobernador de la colonia, ex bassista y ex traidor de Iraq por planear un golpe de Estado a la República en colaboración con los servicios secretos norteamericanos. Los ministros de Interior y del Petróleo se sitúan en esta lista preferida por EEUU, siendo para no faltar al orden establecido -religiosamente hablando- chiíta.

En tercer lugar tenemos a los partidos separatistas kurdos. La Alianza del Kurdistan del UPK y del PDK, y en ultima instancia el Partido Comunista Kurdo. Sus líderes son respectivamente Massud Barzani y Jalal Talabani. Los kurdos, fieles aliados de los invasores, pretenden tener una fuerte representación en el parlamento iraquí con la que poder controlar sus regiones, la política nacional, y el no menos importante petroleo iraquí del norte del país.

En cuarto lugar tenemos a lo que llaman partidos sunís. El Partido Islámico Iraquí, que no se presenta a las elecciones, y la Alianza de Demócratas Independientes de Adnan Patachi, una coalición de diferentes partidos, que se desconoce si finalmente se ha presentado. Tanto el Partido Islámico Iraquí como la Alianza de Demócratas Independientes han manifestado su voluntad de participar activamente en una posible Constitución para el país.

Bueno, pues esa es la realidad política que vende el poder colonial en Iraq. Una serie de grupos políticos que en lugar de corresponderse a una afinidad ideológica o política, se corresponden a la etnia, la tribu, la religión, o en el caso de Alawi, al alto funcionariado colonial.

Quedan fuera o difuminados en esos grupos feudales y pre estatales una serie de organizaciones políticas que antes existían; pues a saber que no se sabe nada del sector crítico del ejercito, y de los nacionalistas panarabistas, tampoco de los comunistas o de los liberales. Es de suponer que estos grupos en parte estaran fuera de la ley y en parte estaran fuera de esta pantomima voluntariamente. Claro, y también ésta fuera el partido socialista, es decir el Baaz, que está ilegalizado.

Estas elecciones son significativas para entender Iraq en la clave chiíta, también para ver hasta que grado los kurdos quieren -cuanto menos- ser una parte activa y fundamental para gobernar el futuro país. Lamentablemente al menos la mitad de iraquíes no han tenido representación política en estas elecciones, esta cuestión, por si no fuera lo suficientemente grave por si sola, se suma a la politización extrema de las etnias y las interpretaciones religiosas, que luchan por el poder en un país que puede estar al borde de una guerra civil.

Francesc Sánchez - Marlowe
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación - Redacción. Barcelona, 1 Febrero 2005.

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