Los turcos derriban un avión de ataque ruso - por Francesc Sánchez
El ejército turco asegura que el avión ruso violó el espacio aéreo de Turquía y que fue advertido hasta diez veces para que lo abandonara. Hecho esto lo derribaron. Para los rusos el Su-24 voló todo el tiempo sobre Siria: Vladimir Putin ha llegado a afirmar que esto ha sido “una puñalada por la espalda”, acusando a los turcos de ser “cómplices del terrorismo”. La OTAN, la alianza militar de la que Turquía forma parte, ha convocado una reunión urgente.
Los turcos han denunciado reiteradamente que los aviones de combate rusos en sus incursiones contra los rebeldes sirios han violado en más de una ocasión su espacio aéreo. Rusia desde el pasado mes de octubre está llevando a cabo una campaña de bombardeos sobre las posiciones del Estado Islámico. No es algo distinto de lo que está llevando la coalición liderada por los Estados Unidos e integrada por algunas naciones árabes, la diferencia estriba en que Moscú también bombardea las posiciones del Frente de Al-Nusra, y las de las facciones rebeldes que integran el maltrecho Ejército Libre de Siria. En cuanto a Turquía, país que acoge a más de dos millones de refugiados y ha sufrido atentados, ha bombardeado por su cuenta al Estado Islámico y también a las milicias kurdas.
Los atentados en Paris reivindicados por el Estado Islámico, y el atentado en los cielos de la península del Sinaí contra el vuelo 9268 de la aerolínea rusa Metrojet, también reivindicado por el Califato, han llevado a los franceses y rusos ha sumar esfuerzos para bombardear la ciudad de Raqqa. Esta alianza coyuntural entre dos potencias que leen el fraticida conflicto sirio de manera diferente muestra que es posible una sola alianza contra el Estado Islámico. No obstante el incidente del Sukhoi aleja esta posible alianza y enturbia de nuevo las relaciones entre el bloque occidental y los rusos.
Vladimir Putin va fuerte cuando señala que Turquía por este incidente es cómplice de los terroristas. La acusación contra Turquía va más allá del derribo del avión: en la pasada cumbre del G-20 en la localidad turca de Antalya denunció que algunas de las naciones presentes financiaban al Estado Islámico. No dijo cuales pero parece bastante probado que el Estado Islámico vende el petróleo de sus campos en territorio turco. Por primera vez desde que empezó la campaña de bombardeos liderada por los Estados Unidos estos convoyes que transportan el petróleo están siendo bombardeados. Todos quieren erradicar el Estado Islámico, parece que hay una competición para ver quién bombardea con más muerte, pero éste sigue en su sitio.
El incidente del Sukhoi recuerda vagamente al derribo de un avión espia U-2 estadounidense sobre la Unión Soviética en 1960 en plena Guerra Fría. Una de las consecuencias de la actual crisis entre rusos y turcos es el despligue por parte de los rusos del sistema antiaéreo S-400 en la región de la Latakia.
Lecturas diferentes
Para el bloque occidental Bashar Al Asad es el responsable del conflicto y debe marcharse. Francia fue más allá afirmando que tendría que responder ante un tribunal internacional por crímenes contra la humanidad. Pero el bloque occidental no se ha limitado solo a las declaraciones políticas y la diplomacia: desde el inicio de la guerra civil ha estado entrenando a los rebeldes y proporcionándoles armamento para derrotar al régimen. Cuando quedó claro que no iba a haber intervención internacional y que la guerra se eternizaba, muchos de estos combatientes se pasaron al Frente del Al-Nusra y al Estado Islámico, mucho de este armamento terminó también en manos de los islamistas radicales.
Para Rusia e Irán la lectura es diferente. Bashar Al Asad es el presidente legitimo de los sirios que se enfrenta a una serie de grupos terroristas, muchos de ellos extranjeros, armados por occidente y financiados por las monarquías del Golfo Pérsico. También es verdad que Rusia quiere mantener tanto la base marítima de Tartús y la base aérea en las cercanías de Latakia. La milicia libanesa de Hezbolla, que está combatiendo a los islamistas del Frente de Al Nusra, al Estado Islámico, y a las facciones sirias opositoras de lo que queda del Ejército Libre de Siria, tiene el pleno soporte de Irán.
Se puede hacer una lectura confesional del conflicto, constatándose la eterna rivalidad entre sunitas y chiítas, no estamos hablando solo de religión hablamos de poder, pero lo bien cierto es que presenciamos un juego geopolítico por la hegemonía en Oriente Medio, en el que Rusia e Irán han dado un paso al frente. Esta es la madre del cordero. El conflicto que debe tanto en Iraq a la invasión y la destrucción del estado por parte del bloque occidental, y a la promoción de las facciones armadas en Siria después de que la revuelta fuera abortada por el régimen, que han propiciado la creación del Estado Islámico, se enmarca en esta guerra regional por la hegemonía entre dos polos de poder: el del bloque occidental y las monarquías sunítas, y el bloque que lidera Irán por el que ha apostado Rusia.
La guerra en Oriente Medio desde la invasión de Iraq de 2003 ha provocado en sus diferentes escenarios (Iraq, Sira, pero también el Yemen y Libia) un millón largo de muertos, más de cinco millones de refugiados, y más de veinte millones de desplazados internos.
Última hora – Contrariamente a las primeras informaciones que teníamos el segundo piloto del avión derribado, Konstantin Murahtin, logró sobrevivir y fue rescatado por el ejército ruso. El piloto asegura que el avión no entró “ni un segundo” en espacio aéreo turco.Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 25 Noviembre 2015.