Estados Unidos interviene en Iraq - por Francesc Sánchez

Dos meses después del imparable avance del Ejército Islámico de Iraq y Levante que rompió en tres el país, ahora bajo la denominación de Estado Islámico que ha proclamado la instauración de un califato en los territorios que controla entre Siria e Iraq, el presidente estadounidense, Barak Obama, ha dado luz verde a los ataques aéreos selectivos sobre sus posiciones, bajo los argumentos humanitarios, que definen las matanzas de yazidíes y la huida tanto de éstos como de otras minorías, y otros de más materialistas no reconocidos, que quedan definidos por una eventual perdida de los campos de petróleo.

Esta agudización e internacionalización del conflicto ha desplazado finalmente del gobierno al primer ministro Nuri Al Maliki −después de que este haya intentado aferrarse al poder hasta el final− y ha colocado en su lugar a Haider Al Abadi, hombre de consenso tanto entre las diferentes formaciones políticas iraquíes como entre los Estados Unidos e Irán. - seguir leyendo

- Escenario de guerra en Iraq

El ejército de Estados Unidos ha empezado a bombardear posiciones del Estado Islámico en lo que se prevé una larga campaña que puede no prosperar si no tiene su correspondencia en tierra por parte del ejército regular iraquí. Los gobiernos del Reino Unido y Francia han afirmado sus intenciones de armar a los pershmergas kurdos. La última incursión del ejército regular iraquí, los pershmergas y la fuerza aérea norteamericana ha sido sobre la gran presa de Mosul, que abastece de agua a Bagdad, y que fue tomada temporalmente por el Estado Islámico.

Desplazados

Desde la guerra y posterior invasión del país en el año 2003 por la coalición internacional liderada por los Estados Unidos millones de iraquíes se han desplazado huyendo de la guerra y de los nuevos administradores del poder. Meses después de la caída del régimen baazista más de un millón de iraquíes, principalmente de confesión sunita y cristiana, iniciaron un éxodo hacía Siria. La posterior guerra civil que se desató en el país vecino llevó a centenares de miles a iniciar una nueva marcha, esta vez hacia Jordania. La irrupción de los grupos yihadistas −el más importante de ellos el Estado Islámico de Iraq− hizo huir a miles de personas más de diferentes confesiones religiosas.


La irrupción del Estado Islámico de Abu Bakr Al Baghdadi, ocupando un tercio del país y apoderándose con otros grupos armados de importantes ciudades como Mosul (de un 1.800.000 habitantes), ha hecho huir a todos aquellos que no se han querido convertir al islam y que no han transigido con su rigurosa interpretación de la sharia. Más de un millón de personas han huido del Estado Islámico por temor a las matanzas. Entre estos desplazados se encuentran los chiítas, los yazidíes, los cristianos caldeos (la semana pasada se tomó Qaraqosh, la principal ciudad cristiana del país) y el pueblo de Shabak, un grupo de sectas mayoritariamente chiítas. Los que tenían más medios salieron del país. Pero la mayoría de estos desplazados se ha dirigido hacía Erbil, la capital de la región autónoma del Kurdistán. Miles de yazidíes (algunas fuentes hablan de 50.000 y otras unos cuantos miles), un pueblo pre islámico desconocido para los occidentales, iniciaron una larga marcha hacía Siria, refugiándose en el monte Sinjar, donde fueron cercados por los combatientes del Estado Islámico. En un primer momento el gobierno iraquí y los Estados Unidos pensaron en su evacuación pero de momento se les ha dejado a su suerte haciéndoles llegar desde el aire ayuda humanitaria.

El petróleo

Las principales reservas de petróleo iraquí se encuentran en el sur en la provincia de Basora, al sureste de Bagdad, y en el territorio controlado por los pershmergas, el Kurdistán iraquí, hoy amenazado por los combatientes del Estado Islámico. Cuando los soldados del ejército regular abandonaron la ciudad de Kirkut los pershmergas ocuparon su lugar agrandando su área de control. Iraq cuenta con tres grandes refinerías, la de Basora, la de Bagdad, y la de Baiji, la mayor del país, cercada durante semanas por el Estado Islámico.


Iraq actualmente ha triplicado la producción de petróleo desde la invasión, llegando a los 3,6 millones de barriles al día, convirtiéndose en el segundo país productor de la OPEC por delante de Irán. El gobierno de Bagdad se había propuesto elevar para el año 2020 a los 8,5 millones, pero el actual estado de guerra en el país aleja estos planes. La Agencia Internacional de la Energía prevé que la producción en Iraq pueda llegar a lo mucho a 4,5 millones de barriles. En cuanto a las reservas probadas British Petroleum asegura que Iraq cuenta con 150 mil millones de barriles.

La Agencia Internacional de la Energía prevé que Estados Unidos en un período de cinco años produzca 5 millones de barriles al día de petróleo no convencional (extraído por fracturación hidráulica). Sin embargo esta misma organización señala que la demanda mundial de petróleo crecerá un 1,3% en los próximos cinco años.

Francesc Sánchez - Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación - Redacción. Barcelona, 19 Agosto 2014.