Encuentros en la tercera fase - por Francesc Sánchez
Titulo original: Close Encounters of the Third Kind
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 1977
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Steven Spielberg
Interpretación: Richard Dreyfuss, Teri Garr, Melinda Dillon, François Truffaut, Cary Guffey, Bob Balaban, J. Patrick McNamara, Shawn Bishop, Lance Henriksen
Música: John Williams
La película de Steven Spielberg nos muestra como gente corriente se ve implicada en el fenómeno de los objetos volantes no identificados quedando sus vidas marcadas para siempre. - seguir leyendo
Sección de Cultura
Encuentros en la tercera fase
por Francesc Sánchez
El astrónomo y ufólogo Josef Allen Hynek estableció tres categorías para un encuentro con un objeto volador no identificado (OVNI): el de primer tipo que implica un avistamiento en el cielo de objetos o luces que no se corresponden ni con fenómenos naturales ni por vehículos o maquinas construidas por el ser humano, el de segundo tipo que implica una evidencia física de estos objetos sobre el ambiente, la superficie o sobre los observadores, y el encuentro del tercer tipo que queda definido por la observación de un OVNI con entidades biológicas o seres animados.
Roy Neary, interpretado por Richard Dreyfuss, es un electricista que acude a reparar las líneas después de un gran apagón durante una noche de verano. Un corte en la energía de su furgoneta da paso a un encuentro visual con objeto brillante desconocido que le produce una quemadura en uno de sus lados de la cara. Este será el inicio de una búsqueda obsesiva e incomprendida por su familia que le llevará, al lado de Jillian Guiler, interpretada por Melinda Dillon, que ha perdido a su hijo, hasta un encuentro del tercer tipo, comunicado por una inteligencia extraterrestre, preparado al detalle por el gobierno norteamericano, y mantenido en secreto a través de una gran conspiración. Sin embargo, como dice, Claude Lacombe, interpretado por François Truffaut, estas personas atormentadas que han acudido desde diferentes puntos del país, arriesgando su propia vida, tienen más derecho que su equipo porque fueron invitadas.
El fenómeno de los objetos voladores no identificados si queremos podemos retrotraerlo en el tiempo todo lo que queramos, donde algunos vieron en pasado ángeles o señales divinas hoy otros verían otras cosas, pero bajo la denominación que comúnmente se ha aceptado se inicia hacía finales de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces muchos han visto luces o artefactos en los cielos que no tienen explicación, y que los gobiernos han investigado y han clasificado como materia reservada. Se ha especulado con prototipos de aeronaves secretas de los ejércitos, fenómenos naturales no conocidos, naves extraterrestres, o reflejos procedentes del futuro. Orson Wells en 1938 conmocionó a la sociedad norteamericana a través de las ondas hertzianas con su adaptación de La guerra de los mundos de Herbert George Wells, la primera novela, en la temprana fecha de 1898, que nos plantea una invasión alienígena. La industria del cine llevó a la gran pantalla todo un género que se inició con películas como Ultimátum a la Tierra de Robert Wide o El enigma de otro mundo de Howard Hawks y Christian Nyby. Estos filmes mostraban a unos alienígenas amenazantes en los inicios de la Guerra Fría cuando el gobierno norteamericano alertaba a la población estadounidense de los peligros de la guerra nuclear y el comunismo. Stanley Kubrick en 1968 nos aporta 2001: Una odisea en el espacio, donde nos lanza el inquietante mensaje de que el ser humano ha sido influenciado y condicionado por una inteligencia extraterrestre. Pero es en los años setenta con el cambio contracultural y la emergencia de nuevas creencias y planteamientos sobre la vida es cuando el fenómeno se populariza en todo el mundo: las luces en los cielos cada vez más vistas en todas partes son de origen extraterrestre y éstos pueden llevar buenas intenciones. Esta es una de las lecturas de Encuentros en la tercera fase, la que nos dice que por encima de nuestras diferencias de todo tipo, en el fondo, formamos parte de una misma especie. Puede interpretarse también como un anhelo universalista bien entendido, la globalización del ser humano, que en un momento en el que existiendo aún dos bloques antagónicos, busca acercarse y entenderse: así tenemos que en la cara oculta de la luna de la Torre del Diablo los extraterrestres podrían ser los soviéticos, pero también si no lo son, podrían sin más quedar desplazados de la hegemonía estadounidense que se erige en la representante de todo el planeta.
En España el fenómeno aparece masivamente a finales de la dictadura franquista, durante la transición, y en los primeros años de la democracia, como un agente extraño al lado de la recuperación de nuestras libertades. Hay luces en los cielos inexplicables tanto para los pilotos de vuelos comerciales como para los pilotos de aviones militares que salen para interceptarlas. El investigador Antonio Ribera publicó decenas de libros sobre esta temática y llegó a explicar el fenómeno en la Cámara de los Lores del Reino Unido. Probablemente el caso más conocido en nuestro país sea el del encuentro con una luz extraña en movimiento que tuvo el 11 de Noviembre de 1979 un Supercaravelle de la compañía TAE procedente de Mallorca con rumbo hacía Tenerife entre la isla de Ibiza y la ciudad de Valencia. Los controladores aéreos no detectaron ningún tráfico pero preventivamente salió a interceptar esta luz un caza Mirage F-1. El caso Manises llegó incluso al Congreso de los Diputados cuando el diputado socialista Enrique Múgica Herzog pidió explicaciones al gobierno sobre lo que había ocurrido. La respuesta del Ministerio de Defensa llegaría años después: "No se ha podido averiguar el origen de las referidas luces y descartada la hipótesis de que pertenecieran al posible helicóptero antes mencionado debido a la velocidad desplegada, estas confirman la existencia de un tráfico no controlado en la zona, de procedencia desconocida". Fuera lo que fuera durante muchos años el fenómeno de los OVNI se mantuvo vivo con múltiples nuevos avistamientos, y los medios de comunicación así lo reflejaron y difundieron, apareciendo frecuentemente informaciones en los periódicos, y prodigándose en las radios y la televisión programas específicos o de una temática más amplia, conducidos seriamente por personas como Fernando Jiménez del Oso o Andreas Faber Kaiser. Estos programas hicieron interesarse a muchos españoles por el fenómeno que desde entonces alzaron su vista hacia los cielos planteándose nuevas preguntas: el fenómeno de los OVNIS entonces se transformó en un fenómeno sociológico.
Encuentros en la tercera fase es un una película de ciencia ficción del mejor momento de Steven Spielberg. El filme, asesorado por Josef Allen Hynek, refleja el fenómeno en múltiples factores: las luces en los cielos y los encuentros de éstas con los pilotos, los atormentados contactados que ven como su vida rutinaria se resquebraja, las abducciones involuntarias que muestran que los extraterrestres no son tan benévolos, las comparecencias de los militares asegurando que ellos no están detrás del fenómeno, la conspiración de los gobiernos por silenciar aquello que escapa a sus manos, y finalmente el gran encuentro del tercer tipo. Luego vendrían muchas más películas, entre ellas a destacar Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott, en la que haríamos un buen ejercicio reflexivo preguntándonos quién es este pasajero inesperado, o Contact de Robert Zemeckis, basada en el homónimo texto del astrofísico y astrónomo Carl Sagan que terminó convirtiendo en su homenaje póstumo. En el universo hay contabilizadas entre 100 mil millones y 200 mil millones de galaxias. La nuestra, la Vía Láctea, tiene 200 mil millones de estrellas, muchas con sistemas estelares con planetas, probablemente muchos con las condiciones necesarias para el desarrollo de la vida. En el mejor de los casos las enormes distancias entre nuestro planeta y otros ubicados en otros sistemas estelares (el más cercano es Alfa Centauri a 4,47 años luz, 41,3 billones de kilómetros) son tan enormes que harían falta cientos o miles de años para que se pudiera producir con nuestra tecnología cualquier contacto cercano con una hipotética civilización extraterrestre. Esto es lo que corre de nuestra parte. En el cualquier caso el fenómeno OVNI sea lo que sea ahí permanece.
Para saber más:
- Valencia: Un OVNI provoca el aterrizaje de emergencia de un avión comercial - La Vanguardia, 13 de Noviembre de 1979
- El caso del ovni de Manises se tratará en el Parlamento - La Vanguardia, 30 de Septiembre de 1980
- Controladors aeris, Andreas Faber Kaiser - Què volen aquesta gent?
- OVNIS (debate), Fernando Jimenez del Oso - Más allá
- OVNIS, Fernando Jimenez del Oso - Espacio y Tiempo
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 5 Septiembre 2014.
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 1977
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Steven Spielberg
Interpretación: Richard Dreyfuss, Teri Garr, Melinda Dillon, François Truffaut, Cary Guffey, Bob Balaban, J. Patrick McNamara, Shawn Bishop, Lance Henriksen
Música: John Williams
La película de Steven Spielberg nos muestra como gente corriente se ve implicada en el fenómeno de los objetos volantes no identificados quedando sus vidas marcadas para siempre. - seguir leyendo
Sección de Cultura
Encuentros en la tercera fase
por Francesc Sánchez
El astrónomo y ufólogo Josef Allen Hynek estableció tres categorías para un encuentro con un objeto volador no identificado (OVNI): el de primer tipo que implica un avistamiento en el cielo de objetos o luces que no se corresponden ni con fenómenos naturales ni por vehículos o maquinas construidas por el ser humano, el de segundo tipo que implica una evidencia física de estos objetos sobre el ambiente, la superficie o sobre los observadores, y el encuentro del tercer tipo que queda definido por la observación de un OVNI con entidades biológicas o seres animados.
Roy Neary, interpretado por Richard Dreyfuss, es un electricista que acude a reparar las líneas después de un gran apagón durante una noche de verano. Un corte en la energía de su furgoneta da paso a un encuentro visual con objeto brillante desconocido que le produce una quemadura en uno de sus lados de la cara. Este será el inicio de una búsqueda obsesiva e incomprendida por su familia que le llevará, al lado de Jillian Guiler, interpretada por Melinda Dillon, que ha perdido a su hijo, hasta un encuentro del tercer tipo, comunicado por una inteligencia extraterrestre, preparado al detalle por el gobierno norteamericano, y mantenido en secreto a través de una gran conspiración. Sin embargo, como dice, Claude Lacombe, interpretado por François Truffaut, estas personas atormentadas que han acudido desde diferentes puntos del país, arriesgando su propia vida, tienen más derecho que su equipo porque fueron invitadas.
El fenómeno de los objetos voladores no identificados si queremos podemos retrotraerlo en el tiempo todo lo que queramos, donde algunos vieron en pasado ángeles o señales divinas hoy otros verían otras cosas, pero bajo la denominación que comúnmente se ha aceptado se inicia hacía finales de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces muchos han visto luces o artefactos en los cielos que no tienen explicación, y que los gobiernos han investigado y han clasificado como materia reservada. Se ha especulado con prototipos de aeronaves secretas de los ejércitos, fenómenos naturales no conocidos, naves extraterrestres, o reflejos procedentes del futuro. Orson Wells en 1938 conmocionó a la sociedad norteamericana a través de las ondas hertzianas con su adaptación de La guerra de los mundos de Herbert George Wells, la primera novela, en la temprana fecha de 1898, que nos plantea una invasión alienígena. La industria del cine llevó a la gran pantalla todo un género que se inició con películas como Ultimátum a la Tierra de Robert Wide o El enigma de otro mundo de Howard Hawks y Christian Nyby. Estos filmes mostraban a unos alienígenas amenazantes en los inicios de la Guerra Fría cuando el gobierno norteamericano alertaba a la población estadounidense de los peligros de la guerra nuclear y el comunismo. Stanley Kubrick en 1968 nos aporta 2001: Una odisea en el espacio, donde nos lanza el inquietante mensaje de que el ser humano ha sido influenciado y condicionado por una inteligencia extraterrestre. Pero es en los años setenta con el cambio contracultural y la emergencia de nuevas creencias y planteamientos sobre la vida es cuando el fenómeno se populariza en todo el mundo: las luces en los cielos cada vez más vistas en todas partes son de origen extraterrestre y éstos pueden llevar buenas intenciones. Esta es una de las lecturas de Encuentros en la tercera fase, la que nos dice que por encima de nuestras diferencias de todo tipo, en el fondo, formamos parte de una misma especie. Puede interpretarse también como un anhelo universalista bien entendido, la globalización del ser humano, que en un momento en el que existiendo aún dos bloques antagónicos, busca acercarse y entenderse: así tenemos que en la cara oculta de la luna de la Torre del Diablo los extraterrestres podrían ser los soviéticos, pero también si no lo son, podrían sin más quedar desplazados de la hegemonía estadounidense que se erige en la representante de todo el planeta.
En España el fenómeno aparece masivamente a finales de la dictadura franquista, durante la transición, y en los primeros años de la democracia, como un agente extraño al lado de la recuperación de nuestras libertades. Hay luces en los cielos inexplicables tanto para los pilotos de vuelos comerciales como para los pilotos de aviones militares que salen para interceptarlas. El investigador Antonio Ribera publicó decenas de libros sobre esta temática y llegó a explicar el fenómeno en la Cámara de los Lores del Reino Unido. Probablemente el caso más conocido en nuestro país sea el del encuentro con una luz extraña en movimiento que tuvo el 11 de Noviembre de 1979 un Supercaravelle de la compañía TAE procedente de Mallorca con rumbo hacía Tenerife entre la isla de Ibiza y la ciudad de Valencia. Los controladores aéreos no detectaron ningún tráfico pero preventivamente salió a interceptar esta luz un caza Mirage F-1. El caso Manises llegó incluso al Congreso de los Diputados cuando el diputado socialista Enrique Múgica Herzog pidió explicaciones al gobierno sobre lo que había ocurrido. La respuesta del Ministerio de Defensa llegaría años después: "No se ha podido averiguar el origen de las referidas luces y descartada la hipótesis de que pertenecieran al posible helicóptero antes mencionado debido a la velocidad desplegada, estas confirman la existencia de un tráfico no controlado en la zona, de procedencia desconocida". Fuera lo que fuera durante muchos años el fenómeno de los OVNI se mantuvo vivo con múltiples nuevos avistamientos, y los medios de comunicación así lo reflejaron y difundieron, apareciendo frecuentemente informaciones en los periódicos, y prodigándose en las radios y la televisión programas específicos o de una temática más amplia, conducidos seriamente por personas como Fernando Jiménez del Oso o Andreas Faber Kaiser. Estos programas hicieron interesarse a muchos españoles por el fenómeno que desde entonces alzaron su vista hacia los cielos planteándose nuevas preguntas: el fenómeno de los OVNIS entonces se transformó en un fenómeno sociológico.
Encuentros en la tercera fase es un una película de ciencia ficción del mejor momento de Steven Spielberg. El filme, asesorado por Josef Allen Hynek, refleja el fenómeno en múltiples factores: las luces en los cielos y los encuentros de éstas con los pilotos, los atormentados contactados que ven como su vida rutinaria se resquebraja, las abducciones involuntarias que muestran que los extraterrestres no son tan benévolos, las comparecencias de los militares asegurando que ellos no están detrás del fenómeno, la conspiración de los gobiernos por silenciar aquello que escapa a sus manos, y finalmente el gran encuentro del tercer tipo. Luego vendrían muchas más películas, entre ellas a destacar Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott, en la que haríamos un buen ejercicio reflexivo preguntándonos quién es este pasajero inesperado, o Contact de Robert Zemeckis, basada en el homónimo texto del astrofísico y astrónomo Carl Sagan que terminó convirtiendo en su homenaje póstumo. En el universo hay contabilizadas entre 100 mil millones y 200 mil millones de galaxias. La nuestra, la Vía Láctea, tiene 200 mil millones de estrellas, muchas con sistemas estelares con planetas, probablemente muchos con las condiciones necesarias para el desarrollo de la vida. En el mejor de los casos las enormes distancias entre nuestro planeta y otros ubicados en otros sistemas estelares (el más cercano es Alfa Centauri a 4,47 años luz, 41,3 billones de kilómetros) son tan enormes que harían falta cientos o miles de años para que se pudiera producir con nuestra tecnología cualquier contacto cercano con una hipotética civilización extraterrestre. Esto es lo que corre de nuestra parte. En el cualquier caso el fenómeno OVNI sea lo que sea ahí permanece.
Para saber más:
- Valencia: Un OVNI provoca el aterrizaje de emergencia de un avión comercial - La Vanguardia, 13 de Noviembre de 1979
- El caso del ovni de Manises se tratará en el Parlamento - La Vanguardia, 30 de Septiembre de 1980
- Controladors aeris, Andreas Faber Kaiser - Què volen aquesta gent?
- OVNIS (debate), Fernando Jimenez del Oso - Más allá
- OVNIS, Fernando Jimenez del Oso - Espacio y Tiempo
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 5 Septiembre 2014.