¿Quién hundió el tripartito? - por Francesc Sánchez
Quienes hundieron el tripartito fueron ERC, el PSC y el PSOE antes y durante la campaña electoral. El desgate en el gobierno y la renuncia de los dos partidos ha reeditar el pacto de gobierno –previsiblemente la única forma de gobernar en Catalunya por parte de la izquierdas- ha desmotivado a muchos catalanes a la hora de decidir entre ir a votar o quedarse en casa. El resultado ha sido una victoria aplastante de CIU, una subida del PP, y un descalabro en el PSC y ERC; para el primero los peores resultados de su historia y para el segundo la evaporación de la mitad de sus apoyos. ICV-EUiA, la tercera fuerza política del tripartito, que apostaba por la reedición del pacto de gobierno, es la fuerza de izquierdas que menos votos ha perdido. Ciutadans, la fuerza de Albert Rivera que algunos vaticinaban su desaparición, mantiene su presencia. Irrumpe una desconocida Solidaritat per la Independencia, encabezada por Joan Laporta, que solo tiene una idea política: la independencia.
El tripartito se fundó en el 2003 como gobierno de resistencia frente a la peligrosa deriva en España del PP de la mayoría absoluta. Y esto era bien visto por gran parte de la izquierda en el resto de España. En el 2004 el PSOE ganó las elecciones generales y las cosas marchaban bien. Empezaron a cambiar antes de las elecciones autonómicas de 2006, cuando el PSOE daba a entender que prefería un gobierno de CIU con el apoyo del PSC. Este cambio puede explicarse por la animadversión de parte de las filas socialistas hacia un tripartito que había generado un Estatut para muchos demasiado soberanista, esto les llevo a pensar que los pactos con ERC les hacían restar votos en el resto de España, pero también porque el PSOE que precisamente pactó el Estatut con CIU esperaba obtener los apoyos en Madrid de dicha formación política. La reedición del tripartito en Madrid causó malestar y esto se ha mantenido hasta nuestros días. En cuanto a ERC, empezó a cambiar abiertamente de planteamientos –porque internamente siempre ha habido disidencias- con la aparición de pequeños partidos, una escisión como la de la Carretero con su Reagrupament, y la formación de las CUP de procedencia diversa. Estos partidos y algunas asociaciones que empezaron a celebrar pequeños referéndums en varias localidades catalanas hicieron que ERC pusiera cada vez más énfasis en su independentismo. El momento álgido llegó con la sentencia sobre el Estatut del Tribunal Constitucional y la respuesta de la ciudadanía en forma de movilización masiva. Entonces es cuando ERC interpretó mal esta movilización y se tiró a la piscina –porque en ningún caso toda esta gente era independentista y mucho menos de izquierdas- proponiendo para la próxima legislatura un referéndum de autodeterminación. Algo que los socialistas del PSC no podían asumir, que los socialistas del PSOE no podían ni imaginar, pero que otras organizaciones como Reagrupament o Solidaritat per la Independencia de Joan Laporta iban a utilizar para ganar unos cuantos votos a ERC.
Pero esta derrota no se terminaría de entender sin la omnipresente crisis económica que hay en España y que el gobierno socialista se ve incapaz de solucionar. Zapatero como el resto de líderes europeos no solo no ha sacado al país de la crisis si no que ha impulsado una serie de recortes sociales para –según él- salir de la crisis. El apoyo tácito del tripartito a estas medidas –porque no se han opuesto en bloque y porque no han expuesto una alternativa- ha desalentado al ciudadano a la hora de ir a votar. Las crisis económica, como vemos en el resto de países europeos, se está llevando por delante a los gobiernos que la gestionan, con una marcada tendencia del voto hacia posiciones conservadoras. Los pactos del PSOE en Madrid con una CIU crecida son previsibles. Pactos que no tienen porque mejorar el autogobierno y la financiación en Catalunya pero si pueden ayudar al PSOE ha ejercer nuevos recortes sociales. Vienen tiempos difíciles.
Redacción. Catalunya. El Inconformista Digital.-
Incorporación - Redacción, 29 Noviembre / 2 Diciembre 2010.
El tripartito se fundó en el 2003 como gobierno de resistencia frente a la peligrosa deriva en España del PP de la mayoría absoluta. Y esto era bien visto por gran parte de la izquierda en el resto de España. En el 2004 el PSOE ganó las elecciones generales y las cosas marchaban bien. Empezaron a cambiar antes de las elecciones autonómicas de 2006, cuando el PSOE daba a entender que prefería un gobierno de CIU con el apoyo del PSC. Este cambio puede explicarse por la animadversión de parte de las filas socialistas hacia un tripartito que había generado un Estatut para muchos demasiado soberanista, esto les llevo a pensar que los pactos con ERC les hacían restar votos en el resto de España, pero también porque el PSOE que precisamente pactó el Estatut con CIU esperaba obtener los apoyos en Madrid de dicha formación política. La reedición del tripartito en Madrid causó malestar y esto se ha mantenido hasta nuestros días. En cuanto a ERC, empezó a cambiar abiertamente de planteamientos –porque internamente siempre ha habido disidencias- con la aparición de pequeños partidos, una escisión como la de la Carretero con su Reagrupament, y la formación de las CUP de procedencia diversa. Estos partidos y algunas asociaciones que empezaron a celebrar pequeños referéndums en varias localidades catalanas hicieron que ERC pusiera cada vez más énfasis en su independentismo. El momento álgido llegó con la sentencia sobre el Estatut del Tribunal Constitucional y la respuesta de la ciudadanía en forma de movilización masiva. Entonces es cuando ERC interpretó mal esta movilización y se tiró a la piscina –porque en ningún caso toda esta gente era independentista y mucho menos de izquierdas- proponiendo para la próxima legislatura un referéndum de autodeterminación. Algo que los socialistas del PSC no podían asumir, que los socialistas del PSOE no podían ni imaginar, pero que otras organizaciones como Reagrupament o Solidaritat per la Independencia de Joan Laporta iban a utilizar para ganar unos cuantos votos a ERC.
Pero esta derrota no se terminaría de entender sin la omnipresente crisis económica que hay en España y que el gobierno socialista se ve incapaz de solucionar. Zapatero como el resto de líderes europeos no solo no ha sacado al país de la crisis si no que ha impulsado una serie de recortes sociales para –según él- salir de la crisis. El apoyo tácito del tripartito a estas medidas –porque no se han opuesto en bloque y porque no han expuesto una alternativa- ha desalentado al ciudadano a la hora de ir a votar. Las crisis económica, como vemos en el resto de países europeos, se está llevando por delante a los gobiernos que la gestionan, con una marcada tendencia del voto hacia posiciones conservadoras. Los pactos del PSOE en Madrid con una CIU crecida son previsibles. Pactos que no tienen porque mejorar el autogobierno y la financiación en Catalunya pero si pueden ayudar al PSOE ha ejercer nuevos recortes sociales. Vienen tiempos difíciles.
Redacción. Catalunya. El Inconformista Digital.-
Incorporación - Redacción, 29 Noviembre / 2 Diciembre 2010.