La campaña de Napoleón en Rusia – por Francesc Sánchez

 

Camino a Moscú, Jan van Chelminski - Wikimedia Commons
En 1812 el Imperio francés de Napoleón, después de diez años de guerras, se ha extendido hegemónicamente por todo el continente europeo, desde la Península Ibérica hasta Rusia, entre regiones anexionadas al Imperio, estados satélites, y aliados forzosos. Ya en tiempos de la Revolución, Bélgica, Luxemburgo y Renania se integran en Francia. Napoleón en 1810 crea el reino de Holanda y también lo anexiona, junto al norte de Alemania. La derrota de Prusia en 1807 da como resultado un nuevo reino en manos de Jerónimo Bonaparte. Buena parte de Alemania, la Confederación del Rin, es un Estado dependiente del Imperio. En cuanto a Austria, Napoleón se casa con María Luisa, hija del emperador. Napoleón en 1807 crea el Gran Ducado de Varsovia independiente, pero bajo la protección francesa. Suecia y Dinamarca fueron gobernadas por el general Bernadotte. En cuanto a Nápoles, en 1806, sitúa a su hermano José, y luego al general Murat, el resto de Italia quedará una parte anexionada al Imperio y otra como Estado dependiente. Buena parte de los Balcanes también quedan anexionados al Imperio. Napoleón en España hace rey a su hermano José Bonaparte, y anexiona Cataluña al Imperio: finalmente invade el territorio para atacar a Portugal, y esto provoca la Guerra de la Independencia. Este último Estado, el Reino Unido, y Rusia, son los únicos países que escapan al control o injerencia de Napoleón.

Imperio Napoléonico en 1812 – Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado 

El plan ideado para derrotar al Reino Unido fue el bloqueo continental, también llamado sistema continental, que se puede definir como un sistema económico y comercial impuesto por Napoleón para excluir a los británicos de todo intercambio mercantil con los países europeos. El sistema continental fracasó porque Francia no disponía de una marina de guerra tan importante como la Gran Bretaña para hacer cumplir el bloqueo y tampoco fue capaz de suministrar las manufacturas que ésta ofrecía. El zar Alejandro I se retiró del sistema continental para dar salida a sus materias primas y entonces Napoleón decide invadir Rusia el 22 de junio con la Grande Armée:  un ejército compuesto por 450.000 soldados que  procedían de Francia, pero también por 95.000 soldados polacos, 90.000 soldados alemanes (24.000 bávaros, 20.000 sajones, 20.000 prusianos, 17.000 westfalianos, y varios miles procedentes de los pequeños estados del Rin), 34.000 soldados austriacos, 25.000 suizos, 4.800 españoles, 3.500 croatas, 2.000 portugueses, y finalmente algunos contingentes belgas.

El ejército ruso, dependiendo de las fuentes, estaba integrado entre 400.000 y 700.000 soldados. Estas fuerzas estaban divididas en el Primer Ejército del Oeste, comandado por el general Michail Barclay de Tolly, compuesto por unos 159.800 hombres, el Segundo Ejército del Oeste, comandado por el general Piotr Bagratión, compuesto por unos 62.000 hombres, y el Tercer Ejército del Oeste, comandado por el general Tormasov, compuesto por unos 58.200 hombres. Existían además dos fuerzas de reserva, una de 65.000 hombres y otra de 47.000.

La estrategia adoptada por los generales rusos fue la atraer a las fuerzas francesas hacia el interior del territorio lejos de sus bases de abastecimiento. Esta táctica se debate si fue premeditada o por si por el contrario los rusos al ser incapaces de presentar batalla en campo abierto contra los franceses optaron por ella como último recurso. Dentro del contexto de las guerras napoleónicas estaba el antecedente de los españoles en la Guerra de la Independencia, entre 1808 y 1814, que también incapaces de enfrentarse frontalmente contra los franceses optaron por una guerra de guerrillas. Más atrás en la historia tenemos el enfrentamiento entre suecos y rusos en tiempos de Pedro el Grande en el siglo XVIII. Y mucho más atrás Heródoto en su Historia nos cuenta que en el avance de los persas sobre el Este del continente europeo los escitas hicieron entrar a los invasores hacia el interior del continente lejos de sus puestos de abastecimiento.

Napoleón y el principe Poniatowski en la batalla de Smolensk, Jean-Charles Langlois – Wikimedia Commons

Batalla de Borodino, Louis-François, Baron Lejeune – Wikimedia Commons  

Del 16 de agosto al 18 de agosto los ejércitos se enfrentan en la ciudad de Smolensk. Pero donde realmente se enfrentan de forma contundente es en la batalla de Borodino, el 7 de septiembre, donde vencen los franceses. Esta batalla fue la antesala de un camino libre hasta Moscú. Los rusos evacuaron a la población de Moscú mientras liberaban a sus criminales bajo la condición de que quemaran la ciudad. El incendio de Moscú fue un ejemplo de la táctica de la tierra quemada, pues dejó sin suministros a los franceses en la capital. Napoleón más tarde mantuvo que de haber salido 15 días antes de la ciudad podría haber destruido al ejército ruso de Kutúzoz acampado cerca de Tarutino.

Incendio en Moscú el 15-18 Septiembre de 1812, después de que Napoleon tome la ciudad, A. Smirnov – Wikimedia Commons

Marshall Ney y su guardia durante la retirada de Moscú, Adolphe Yvon – Wikimedia Commons

En la retirada de Rusia del 19 de octubre la Grande Armée fue atacada por guerrillas integradas por cosacos y tropas regulares rusas a las que se fueron sumando soldados no franceses aliados que cambiaron de bando. El 18 de diciembre la Gran Armée ha abandonado Rusia. Se calcula que solo 58.000 soldados sobrevivieron (un 20% del total). El frío, el hambre, y los continuos ataques diezmaron la Gran Armée. La campaña de Napoleón en Rusia fue un punto de inflexión más, como antes lo había sido la batalla naval de Trafalgar en 1805: la sangría en las estepas rusas frenó al emperador en su ambición por controlar todo el continente europeo. Para los rusos que bautizaron esta campaña como la Guerra Patriótica fue un revulsivo nacionalista para todo el siglo XIX. León Tolstoi contextualiza su inmortal obra Guerra y Paz en este gran conflicto. Ridley Scott en su película Los duelistas retrata muy bien esta sucesión de campañas. Napoleón en 1815 finalmente sucumbe en la batalla de Waterloo.

Napoleón se retira de Moscú, Adolph Northern – Wikemdia Commons

El fracaso de la Grande Armée de Napoleón en Francia fue un aviso para los grandes ejércitos que se adentran en tierras desconocidas para conquistarlas. Pero este aviso en el que tuvo que ver tanto la inmensidad del territorio como las inclemencias del clima, el hambre y los ataques en forma de guerrilla, no fue atendido. Los alemanes en 1941 en su avance hacia Moscú en la Segunda Guerra Mundial repitieron los pasos dados por Napoleón, teniendo que retirarse, nuevamente por la resistencia rusa, por el frío, y por la lejanía de sus puestos de abastecimiento tanto de combustible como de alimentos. De ahí en adelante los grandes ejércitos son capaces de reducir al enemigo cuando se enfrenta frontalmente, pero son incapaces de vencer a las guerrillas: tenemos el ejemplo de la guerra del Vietnam que enfrentó a los Estados Unidos contra el Viet Cong entre 1964 y 1975, o la Guerra de Afganistán donde el ejército soviético entre 1979 y 1989 tuvo que retirarse frente a los señores de la guerra y los muyahidines en un escenario endiablado.

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 6 Diciembre 2020.