Estados Unidos interviene en Siria - por Francesc Sánchez
Cuatro meses después de la gran ofensiva del Estado Islámico sobre Iraq,
y después de una serie de ejecuciones en Siria de periodistas y
cooperantes norteamericanos y británicos, una coalición liderada por los
Estados Unidos (en la que participa Francia y el Reino Unido, pero
también algunas monarquías del Golfo Pérsico, y probablemente Turquía)
ha ampliado los bombardeos sobre las posiciones militares y productivas
(refinerías de petróleo) de esta entidad, constituida en califato, en el territorio sirio.
No se ha pedido permiso al régimen de Bashar Al Asad pero si se le informa rutinariamente de los ataques, aceptándolos Damasco tácitamente sin molestar a los aviones de la coalición. No en balde el Estado Islámico es el ejército más importante que combate a las fuerzas regulares sirias y esta operación militar internacional le debilita beneficiando a Bashar Al Asad. - seguir leyendo
- Estados Unidos interviene en Iraq
- Siria al borde de la intervención internacional
- Revuelta y guerra civil en Siria
Más molesto para el régimen sirio es el acuerdo oficial (porque ya se había hecho en el pasado oficiosamente) de la coalición internacional para armar al Ejército Libre de Siria para que combata al Estado Islámico. Eso significa que occidente espera que estos milicianos cumplan el mismo papel que los pershmergas kurdos tienen en el norte de Iraq combatiendo al Estado Islámico, mientras en el centro y sur del país hace lo propio el ejército regular iraquí. El mensaje que lanza Barak Obama hacía Bashar Al Asad, al menos de cara a la galería, es que en estos momentos no es la prioridad eliminarlo, porque significaría cederle el país al Estado Islámico, pero que tarde o temprano le llegará su hora.
Hay dos interpretaciones principales del ascenso del Estado Islámico en Siria. La primera de ellas es que la anulación de los bombardeos occidentales sobre las posiciones militares del ejército regular sirio, bajo el pretexto del uso del régimen de armas químicas sobre su población, después de la oposición frontal de Vladimir Putin a estos planes y del compromiso de Bashar Al Asad para la cesión de estas armas a los aliados, habría permitido una resistencia y avance de las ofensivas del régimen contra los rebeldes, que de forma refleja habría aumentado considerablemente las filas del Estado Islámico. La segunda de ellas es un poco más turbia y queda definida de un lado por el envío de armas a Siria desde los países occidentales, que en principio iban destinadas hacía el Ejército Libre de Siria, y que habrían caído en manos del Estado Islámico, y de otro lado por el envío de recursos económicos desde las monarquías del Golfo Pérsico, y combatientes desde multitud de países que habrían recibido la llamada del Estado Islámico. La anulación de los bombardeos sobre el régimen habría permitido a Bashar Al Asad, como decíamos, retomar sus posiciones, y el Estado Islámico (al lado de las brigadas de Jabaht al-Nusra, Frente Islámico y otros grupos), se habría convertido después de una guerra civil dentro de la guerra civil, desplazando al Ejército Libre de Siria, en los combatientes más duros contra el régimen. En otras palabras mientras la primera interpretación hace crecer al Estado Islámico por la anulación de los bombardeos, la segunda muestra a esta organización como una baza más para derribar al régimen, que al haberse hecho fuerte en Siria y amenazar los intereses petrolíferos en Iraq se ha convertido en una amenaza para todos.
Las dos interpretaciones son validas para explicar el desplazamiento del Estado Islámico en Iraq donde sus ofensivas han provocado la partición de hecho del país, provocando tanto masacres y como la huida de quienes no comulgan con sus principios, y haciendo peligrar tanto instalaciones petrolíferas, campos de de petróleo, y llegando a las puertas de Bagdad. Circunstancias que han llevado a Barak Obama a liderar una campaña de bombardeos que ahora se han ampliado a Siria, verdadero santuario del Estado Islámico.
Francesc Sánchez - Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación - Redacción. Barcelona, 8 Octubre 2014.
No se ha pedido permiso al régimen de Bashar Al Asad pero si se le informa rutinariamente de los ataques, aceptándolos Damasco tácitamente sin molestar a los aviones de la coalición. No en balde el Estado Islámico es el ejército más importante que combate a las fuerzas regulares sirias y esta operación militar internacional le debilita beneficiando a Bashar Al Asad. - seguir leyendo
- Estados Unidos interviene en Iraq
- Siria al borde de la intervención internacional
- Revuelta y guerra civil en Siria
Más molesto para el régimen sirio es el acuerdo oficial (porque ya se había hecho en el pasado oficiosamente) de la coalición internacional para armar al Ejército Libre de Siria para que combata al Estado Islámico. Eso significa que occidente espera que estos milicianos cumplan el mismo papel que los pershmergas kurdos tienen en el norte de Iraq combatiendo al Estado Islámico, mientras en el centro y sur del país hace lo propio el ejército regular iraquí. El mensaje que lanza Barak Obama hacía Bashar Al Asad, al menos de cara a la galería, es que en estos momentos no es la prioridad eliminarlo, porque significaría cederle el país al Estado Islámico, pero que tarde o temprano le llegará su hora.
Hay dos interpretaciones principales del ascenso del Estado Islámico en Siria. La primera de ellas es que la anulación de los bombardeos occidentales sobre las posiciones militares del ejército regular sirio, bajo el pretexto del uso del régimen de armas químicas sobre su población, después de la oposición frontal de Vladimir Putin a estos planes y del compromiso de Bashar Al Asad para la cesión de estas armas a los aliados, habría permitido una resistencia y avance de las ofensivas del régimen contra los rebeldes, que de forma refleja habría aumentado considerablemente las filas del Estado Islámico. La segunda de ellas es un poco más turbia y queda definida de un lado por el envío de armas a Siria desde los países occidentales, que en principio iban destinadas hacía el Ejército Libre de Siria, y que habrían caído en manos del Estado Islámico, y de otro lado por el envío de recursos económicos desde las monarquías del Golfo Pérsico, y combatientes desde multitud de países que habrían recibido la llamada del Estado Islámico. La anulación de los bombardeos sobre el régimen habría permitido a Bashar Al Asad, como decíamos, retomar sus posiciones, y el Estado Islámico (al lado de las brigadas de Jabaht al-Nusra, Frente Islámico y otros grupos), se habría convertido después de una guerra civil dentro de la guerra civil, desplazando al Ejército Libre de Siria, en los combatientes más duros contra el régimen. En otras palabras mientras la primera interpretación hace crecer al Estado Islámico por la anulación de los bombardeos, la segunda muestra a esta organización como una baza más para derribar al régimen, que al haberse hecho fuerte en Siria y amenazar los intereses petrolíferos en Iraq se ha convertido en una amenaza para todos.
Las dos interpretaciones son validas para explicar el desplazamiento del Estado Islámico en Iraq donde sus ofensivas han provocado la partición de hecho del país, provocando tanto masacres y como la huida de quienes no comulgan con sus principios, y haciendo peligrar tanto instalaciones petrolíferas, campos de de petróleo, y llegando a las puertas de Bagdad. Circunstancias que han llevado a Barak Obama a liderar una campaña de bombardeos que ahora se han ampliado a Siria, verdadero santuario del Estado Islámico.
Francesc Sánchez - Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación - Redacción. Barcelona, 8 Octubre 2014.