Parte de un año de guerra en Europa – por Francesc Sánchez
El pasado 24 de febrero se cumplió un año de guerra en Europa. Quedan atrás un número indeterminado de muertes y heridos -porque los que se enfrentan no dan cifras y cuando las dan no son fiables-, millones de refugiados y desplazados internos, y la destrucción de la economía ucraniana y de ciudades al completo. Todo esto queda atrás para nosotros porque estamos lejos y este tipo de cosas las olvidamos rápidamente, pero permanece día a día para los que combaten y los civiles ucranianos que se llevan la peor parte de esta guerra que jamás debió iniciarse. En Bajmut los soldados rusos y los ucranianos se baten desde hace meses en una ciudad en ruinas derruida piedra a piedra por los bombardeos. Los mercenarios del ejército privado Wagner a sueldo de Moscú, compuesto entre otros soldados de fortuna por presidiarios, luchan contra un ejército ucraniano, compuesto tanto voluntarios como por levas obligatorias, con armamento proporcionado por los Estados que componen la OTAN. Las cifras de bajas en esta nueva Stalingrado pueden ser decenas de miles, pero una vez más debemos decir que son un misterio porque las bajas en el enemigo suben la moral, pero las propias la bajan, y en esta guerra, como en todas la información y la propaganda son un componente más de la misma.
Hechos significativos desde que empezó la guerra:
- La invasión total de Ucrania por parte de Rusia desde diferentes puntos para apoderarse de Kiev e instalar un gobierno títere fue un auténtico fracaso. Las tropas rusas en su avance hacia Kiev encontraron una resistencia que no esperaban, hecho que, sumado a su poca pericia en el combate por falta de preparación, ha dejado una imagen negativa del que era considerado como uno de los mejores ejércitos del mundo. Los ucranianos desde los hechos de Kiev de 2014 no perdieron el tiempo y desde entonces disponen tanto de armamento como de entrenamiento occidental que durante estos años han probado matando a ucranianos secesionistas en las regiones díscolas del Donbás.
- Los crímenes de guerra en localidad de Bucha ocupada por las tropas rusas dejan al descubierto la barbarie contra los civiles por parte del Ejército ruso. Tendrá que pasar mucho tiempo para que sepamos cuantas Bucha ha habido en esta guerra, y esto indudablemente afectara a ambos bandos.
- Frente al desastre del Ejército ruso en Ucrania en esta primera etapa de la guerra el Kremlin decidió desplazar y reagrupar sus tropas hacia el Este en la región del Donbás y al Sur del país hasta alcanzar la Península de Crimea. Las infraestructuras críticas como las de la energía pasaron a ser objetivos militares del Ejército ruso. Estos tomaron la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, y los ucranianos la bombardearon, encendiéndose todas las alarmas ante una probable catástrofe que a muchos les hizo recordar Chernóbil. Durante este invierno la falta de suministro eléctrico en la población civil se suma a la falta de alimentos y a los bombardeos.
- En Mariúpol, ciudad devastada por los combates, dos centenares de milicianos ucranianos armados de un regimiento del Batallón Azov se atrincheran en el subsuelo de la planta siderúrgica de Azovstal junto a un número indeterminado de civiles. Los «héroes de Azovstal» fueren detenidos y enviados a Rusia para ser juzgados, pero posteriormente fueron intercambiados por el político ucraniano prorruso Viktor Medvedchuk, amigo de Putin.
- El 20 de agosto asesinaron a Daria Dugina, hija del ideólogo ultranacionalista Alexánder Dugin, haciendo detonar una bomba en su vehículo muy cerca de Moscú. Daria Dugina seguía los pasos de su padre, el creador de la teoría de acercamiento de Rusia hacía Asia y la ruptura con Occidente. Hecho que no ha evitado que Alexánder Dugin haya mantenido contacto con grupos de extrema derecha afines en todo el mundo, incluido el ideólogo norteamericano Steve Bannon muy cercano a Donald Trump.
- El 26 de septiembre los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico fueron saboteados. En los medios de comunicación occidentales se acusó a Rusia de un autoatentado. Los gasoductos Nord Stream creados y gestionados por un consorcio ruso y varias empresas europeas proporcionaban gas natural directamente desde Rusia evitando su paso por Ucrania. En el mes de febrero del presente año el periodista Seymour Hersh escribió un reportaje en el que acusaba a los Estados Unidos y Noruega del sabotaje. El 7 de marzo The New York Times publicó un artículo en el que afirma que los responsables de estos hechos son un grupo de solidarios con Ucrania.
- El 30 de septiembre el Estado ruso, después de promover unos referéndums en el Donbás rechazados por Kiev y la comunidad internacional, incorporó las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia como sujetos federales de la Federación de Rusia. Esta anexión fue ratificada por la Duma el 3 de octubre. Esto supone dos cosas, que Rusia no va a retirarse de estas regiones si no la obligan militarmente a hacerlo, o cambian radicalmente los planteamientos, y que cualquier ataque a las mismas será considerado un ataque a la Federación Rusia.
- El 8 de octubre fue atacado con un camión cargado de explosivos el puente que une la Península de Crimea a través del estrecho de Kerch con la Península de Tamán. La infraestructura fue reconstruida.
- Los países miembros de la OTAN durante todo este tiempo han estado proporcionando armamento y formación militar al Ejército ucraniano. Primero fue material defensivo, luego misiles de corto alcance, y finalmente carros de combate europeos Leopard y estadounidenses M1 Abrams. Polonia ha proporcionado también algunos aviones Mig-29 de fabricación soviética.
- Recientemente, el 2 de abril, fue asesinado en un atentado en San Petersburgo el bloguero ucraniano Vladlén Tatarsky. También, recientemente, el periodista estadounidense Evan Gershkovich, corresponsal del periódico The Wall Street Journal, fue detenido en Rusia acusado de espionaje. El periodista español Pablo Gonzalez lleva más de un año encarcelado en Polonia acusado de espionaje.
Consecuencias significativas:
- Ucrania desde que se declaró Estado independiente tras el colapso de la Unión Soviética ha pasado de ser un país con graves problemas a resolver a prácticamente dejar de existir como país. Las grandes desigualdades sociales y la corrupción rampante no hicieron otra cosa que empeorar desde los hechos de Kiev de 2014, el inició de la Guerra Civil en el Donbás, y la anexión de Crimea por parte de Rusia, dejaron a Ucrania preparada para dos caminos diferentes: el primero intentar resolver sus problemas en los Acuerdos de Minsk 1 y 2, y el segundo, prepararse para la guerra. Desde que empezó la guerra Ucrania ha pasado a convertirse en un país devastado del que han huido millones de personas, y otros tantos han quedado atrapados en zonas en conflicto, mientras la población masculina en edad militar ha sido movilizada en una guerra de resistencia numantina en la que no existen partes de bajas.
- El Estado ruso ha movilizado a cientos de miles de hombres en edad militar para el combate, hecho que llevó a muchos a abandonar el país durante los primeros meses del conflicto. Las protestas en contra de la guerra fueron reprimidas con contundencia, hoy son inexistentes. El periodismo es de parte o no existe. La guerra en Ucrania ha llevado al régimen y a la importante base social que lo sustenta a replegarse sobre sus mismas fuerzas.
- Los Estados Unidos y la Unión Europea han procedido a tomar sanciones económicas contra Rusia por la invasión, sanciones que se suman a las que efectuaron tras la anexión de Crimea en el año 2014. La Unión Europea hace saber ha inmovilizado bienes por un valor de 21.500 millones de euros y ha bloqueado activos en el Banco Central Europeo y en los países del G7 por un valor de 300.000 millones de euros. Estas sanciones no parecen haber afectado en nada al Estado ruso.
- Rusia, según el Centre for Research on Energy and Clean Air (CREA), ingresó 93.000 millones de euros por la venta de petróleo, gas y carbón en los primeros 100 días del conflicto armado. Desde que empezó la guerra Rusia ha ingresado más de 324.000 millones de euros por estos conceptos, 149.000 millones de euros de países de la Unión Europea. Por lo que podemos comprobar que el suministro de energía procedente de Rusia no se ha interrumpido. Hecho que no ha supuesto que los países de la Unión Europea no hayan buscado suministradores de energía alternativos a un coste superior, o que paradójicamente, estos suministradores hayan revendido hidrocarburos procedentes de Rusia también con un sobrecoste.
- Los precios de los productos de primera necesidad en Europa se han ido incrementado durante este año. Esto ha provocado descontento que ha llevado a muchos europeos a salir a protestar a las calles. En Francia el alza de precios se ha sumado al rechazo de la reforma de las pensiones del presidente Emanuel Macron. En España los productos de alimentación se han incrementado por encima del 16 %. La interrupción de la exportación de grano en Ucrania ha provocado dificultades de abastecimiento en algunos países africanos.
- La acogida de refugiados ucranianos en los países de la Unión Europea hasta el momento ha sido ejemplar. Los europeos han sido solidarios. Para nuestros Estados la diferencia de estos refugiados con otros, o con los inmigrantes económicos irregulares, es que son los refugiados de nuestra guerra.
- La guerra ha dado un impulso inesperado a la Unión Europea hacia una política de apoyo militar a Ucrania. La Unión Europea, rompiendo en pedazos el sentido y el espíritu de su fundación de hacer desaparecer la guerra en Europa, ha encontrado un renovado sentido en defender la democracia contra la dictadura a través de las armas porque se siente amenazada. Sin embargo, desde la caída del bloque soviético nunca antes había estado tan subordinada a los Estados Unidos a través de su relación militar transatlántica. Hoy una defensa europea independiente o incluso autónoma es una quimera.
- El papel que pudo tener la Unión Europea primero con la Unión Soviética de Mijaíl Gorbachov y luego con una Rusia «formalmente democrática» con la guerra se ha esfumado. Hoy Rusia ha substituido definitivamente a los europeos por una alianza con una China cada vez más en pie de igualdad con los Estados Unidos, que se muestra como mediadora en el conflicto. Mientras los países occidentales se parapetan en la guerra Rusia y China establecen alianzas de todo tipo con países asiáticos, africanos y latinoamericanos.
- Finlandia, país neutral desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, se ha adherido a la OTAN por temor a Rusia. Suecia, si abandona definitivamente a los kurdos y evita el veto de Turquía, seguirá el mismo camino. Esto puede parecer una baza para el bloque occidental. Pero de nuevo la mediación de China entre Irán y Arabia Saudita, dos Estados que hasta hace bien poco se enfrentaban a todos los niveles en la región de Oriente Medio puede ser motivo de preocupación.
- La amenaza nuclear que desde la desaparición de la Unión Soviética parecía neutralizada y olvidada vuelve a estar encima de la mesa como una opción improbable pero real en este enfrentamiento entre dos bloques que cada vez se van definiendo con mayor nitidez. Pero este mundo en tensión no es exactamente igual al de la Guerra Fría, hoy el mundo no es bipolar sino multipolar, existen alianzas, pero estas pueden cambiar en función de los acontecimientos.
En los momentos en que escribo este artículo han sido supuestamente filtrados unos documentos del Pentágono con los planes para una gran ofensiva del Ejército ucraniano sobre el Donbás compuesta por nueve brigadas entrenadas en los Estados Unidos.
No me cansaré de decir que esta guerra en Ucrania jamás debió iniciarse y que no se ha hecho lo necesario para evitarla. La solución militar con una victoria para uno de los dos bandos sólo podría llegar con una derrota de uno de los dos contendientes, y esto significaría una escalada bélica de proporciones inimaginables porque detrás de Ucrania está la OTAN y Rusia dispone de armas nucleares. Pero esto tan elemental parece que nuestros Estados aún no lo han entendido. Hasta hace poco deseaban una revuelta o un golpe de Estado que desplazará a Putin del poder, pensando supongo que el poder resultante en el Kremlin iba a ser un mejor interlocutor. Por otro lado, no creo que en el Kremlin piensen ni por un segundo que después de todo lo que han hecho en Ucrania llegará el día en que los soldados rusos entren triunfalmente en Kiev y sean recibidos con flores y aplausos. Estamos en una guerra de desgaste en la que ninguno va a perder y los dos van a perder, no se trata de un juego de palabras: perderán ambos, pero ambos dirán por contumacia que han vencido. Y esto inevitablemente llevara tarde o temprano a los dos bandos a una mesa de negociaciones. Por esa razón no hace falta esperar más: cuanto antes se declare un alto el fuego y empiecen las negociaciones más vidas se podrán salvar.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 10 Abril 2023.