Los siete pilares de la sabiduría de Lawrence de Arabia – por Francesc Sánchez
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Existen dos clases de hombres: aquellos que duermen y sueñan de noche y aquellos que sueñan despiertos y de día… esos son peligrosos, porque no cederán hasta ver sus sueños convertidos en realidad.
Thomas Edward Lawrence
La guerra en Oriente Medio es un campo de batalla más de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) en el que británicos y franceses combaten a los turcos (aliados de los alemanes), pero también es una guerra de liberación de los árabes frente a un agonizante Imperio otomano, que los Jóvenes Turcos, enfatizando su nacionalismo, quieren homogenizar. Es una guerra completamente asimétrica en la que las diferentes tribus árabes de la península arabiga se enfrentan a un ejército regular pertrechado con armas alemanas. Es en este escenario en el que el papel de Lawrence y otros oficiales británicos es crucial para aportar asesoramiento militar, apoyo logístico y armamento. Pero este apoyo no es desinteresado, los británicos y franceses apoyan la revuelta árabe dando vagas promesas de autogobierno a los árabes mientras secretamente han acordado en 1916 el tratado Sykes-Picot por el que se repartirán al finalizar la guerra los dominios otomanos en mandatos y áreas de influencia. Porque no debemos olvidar que la Gran Guerra fue también por la supremacia económica y militar en un mundo colonizado y por colonizar por los imperios europeos.
Husayn ibn Ali, jerife de la Meca, inicia la revuelta árabe contra los turcos el 5 de junio de 1916. Lawrence conoce a los cuatro hijos del jerife de la Meca y concluye que Faysal es el líder necesario para la revuelta árabe. Juntos inician una guerra de guerrillas en la que se van uniendo cada vez más tribus: su primer objetivo es el ferrocarril del Hiyaz que va desde Ammán a Medina y que abastece a las tropas turcas del Yemen. En enero de 1917 toman el puerto de Wejh, en el mar Rojo, y en julio el importante enclave de Aqaba. Estos avances causan sorpresa a los británicos por lo que deciden dar a Lawrence todo lo que pide para los árabes. La toma de Aqaba permite a los a los aliados en diciembre la toma de Jerusalén por el general Allenby, tan solo un mes después de la declaración Balfour en la que se hablaba del establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judio. Lawrence a finales de 1917 se introduce en las líneas enemigas en Siria para reconocer el territorio y sondear el ánimo de sus gentes para sumarse a la rebelión. Es en esta misión cuando Lawrence es detenido por los turcos en la localidad de Deraa, interrogado y torturado. Tras estos hechos que haran mella en Lawrence éste vuelve a la acción continuando con los ataques a los ferrocarriles y participando en la batalla de Tafileh, haciendo tiempo para la toma de Deraa que se produce el 28 de septiembre de 1918. Finalmente, Lawrence marcha a Damasco reuniéndose el 4 de octubre con Faysal y el general Allenby. Lawrence confiado en que los árabes podrán obtener su propio gobierno se retira a Gran Bretaña.
Los bolcheviques tras la toma del poder en Rusia sacan a la luz los acuerdos Sykes-Picot. Las razones alegadas por los aliados para el reparto eran, de un lado los derechos históricos de Francia en el Pequeño Líbano, renovados por la protección ejercida sobre los cristianos orientales desde 1860 y, de otro, los esfuerzos militares de Gran Bretaña en la zona: “Distinguían dos zonas de influencia exclusiva para Francia y Gran Bretaña (azul y roja), una de influencia internacional (marrón) y una gran zona interior, en la que Francia e Inglaterra se encontraban dispuestas a “reconocer y proteger un estado árabe independiente o una Confederación de Estos árabes”, pero repartida a su vez en unas zonas (A y B) con derechos de prioridad para cada una de las dos naciones preponderantes, derechos sobre empresas, prestamos y establecimiento de funcionarios. La zona azul se extendía por la zona mediterránea desde Acre a Marsina, incluyendo Cilicia y parte de Anatolia. Junto a ella, que sería controlada por los franceses, la zona “A”, del Anti-Líbano a Mosul incorporando las grandes ciudades sirias de Damasco, Hama, Homs y Alepo. La zona roja reunía las wilayas de Bagdad y Basora, resguardada por una amplia corona (zona “B”) que iba del golfo de Aqaba a la región de Kirkuk, integrando el dominio reservado a los británicos. La zona marrón, Palestina, era objeto de un régimen internacional que sería definido con posterioridad, si bien precisaba que los puertos de Haifa y San Juan de Acre serían controlados por los británicos.” [1]
Lawrence trata en todo momento que no se apliquen estos acuerdos. La idea de Lawrence es crear tres reinos en Mesopotamia y Siria, uno para cada hijo del jerife Husayn, con Faysal en Damasco. Lawrence quiere que Faysal participe en la conferencia de paz en Paris en 1919 pero Francia le veta su participación. Lawrence forzó una reunión entre el primer ministro francés, Georges Clemenceau y Faysal, pero no fue satisfactoria para sus objetivos. Lawrence decepcionado de la diplomacia vuelve a Gran Bretaña donde escribe Los siete pilares de la sabiduría. En 1921, finalmente, en la conferencia de El Cairo, Faysal es proclamado rey de Siria, pero este está poco en el poder pues es expulsado del país por los franceses.
Lawrence, después de intentar pasar desapercibido enrolándose en la fuerza aérea inglesa con el seudónimo de Johm Hume Ross, y más tarde, como soldado raso en una unidad de tanques con el seudónimo de T.E. Shaw, vuelve a escribir y publica sus obras, la ya mencionada Los siete pilares de la sabiduria, Revolt in the Desert, The Mint, y una traducción de la Odisea para Estados Unidos. Los últimos años de Lawrence son la de una persona muy conocida que quiere pasar desapercibida. Lawrence finalmente muere el 13 de mayo de 1935 en un accidente con su motocicleta Brought.
¿Qué podemos decir de la revuelta árabe? Que fue una lucha desigual entre las tribus árabes, cada cual, comandada por su jefe, contra un imperio otomano en retroceso y decadencia. El concepto árabe que define a todos los pueblos que usan esta lengua aún no tenía el significado político que más tarde tendrá con el panarabismo que Nasser entre otros defenderá: un pueblo que mantenía una lengua, una historia y una cultura común. Las tribus árabes estaban unidas en su lucha contra los turcos, pero no se consideraban participes de la misma nación. Por si esto no fuera suficiente complicación, tampoco podían hacer de su lucha una yihad porque luchaban conjuntamente con los británicos, que son cristianos, contra un imperio, el otomano, que también era musulman. Lawrence nada más empezar Los siete pilares de la sabiduria hace un alegato de sinceridad cuando dice que ha engañado a los arabes, les ofreció la libertad, a sabiendas -o cuanto menos sospechando- que los británicos tenían sus intereses en Arabia. Pero Lawrence en mi opinión pasa de ser un soldado británico a indentificarse con la causa árabe, tanto en la lucha que compartió con todos ellos contra los turcos, como en la búsqueda del reconocimiento de los estados árabes ya terminada la Gran Guerra.
Anotación
[1] López García, Bernabé (2000) El mundo arabo-islámico contemporáneo. Una historia política. Pag 108. Síntesis. Madrid.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 18 Septiembre 2021.