La Nueve: una epopeya de los españoles contra el fascismo – por Francesc Sánchez
Desfile de La Nueve por París el Día de la Liberación |
Recientemente se ha conmemorado el 75 aniversario de la liberación de París de los nazis por las tropas aliadas. Durante mucho tiempo se pensó que todos los soldados que liberaron París fueron franceses. Así lo afirmaba rotundamente Charles de Gaulle el día después. Y esto es verdad porque las fuerzas que entraron en la ciudad pertenecían al ejército de la Francia Libre. Pero también es cierto que los primeros soldados que entraron en París y que formaban parte de este ejército eran españoles. Probablemente algo anecdótico porque estamos hablando de 150 hombres, pero de una carga simbólica considerable, que muchos años después ha obtenido merecido reconocimiento de la mano de la alcaldesa de Paris Anne Hidalgo. En la capital francesa se han celebrado toda una serie de actos en los que han participado miembros del gobierno de España con sus correspondientes aplausos y abucheos. Pero está polémica a mí no me interesa. A mí lo que me importa es que han ido, como cuando Pedro Sánchez fue a Colliure, Montauban, y Argelès-sur-Mer a rendir homenaje al medio millón de españoles que atravesaron la frontera después de la Guerra Civil para convertirse en exiliados, e inapropiadamente, injustamente, e intolerablemente, fueron menospreciados como fascistas por los independentistas.
Para saber qué es esto de La Nueve nos tenemos que remontar precisamente a ese éxodo de personas que dejaron atrás España después de ser derrotados en la Guerra Civil. Los militares terminaron en campos de concentración: nombres como Gurs, Argelès-sur-Mer, Saint-Cyprien, Barcarès, Septfons, Rivesaltes, Vernet d’Ariège, Sisteron, y Les Milles, son sinónimos de hambre, enfermedades, alambradas, y reclusión. Estos hombres fueron trasladados a otros campos de concentración y trabajos forzados en el Norte de África que en ese momento era parte de Francia. Cuando tuvieron la oportunidad de alistarse en la Legión Extrajera muchos no lo dudaron. El estallido de la 2ª Guerra Mundial supone una rápida derrota del ejército francés y la ocupación de parte de su territorio por parte de los alemanes. El desastre de Dunkerque expulsa a los británicos a su isla mientras empiezan los bombardeos. El resto del territorio conocido bajo el nombre de Zona o Francia libre quedó en manos del régimen colaboracionista de Vichy encabezado por el Mariscal Philippe Pétain.
La contraofensiva francesa se inicia en los territorios africanos. Muchos recordaran la película Casablanca en donde Humphrey Bogart maneja un garito bajo la suspicaz vigilancia de las autoridades francesas. Pues bien, en ese momento en África tenemos dos fuerzas que se oponen, que con la irrupción de los ejércitos aliados se terminaran por unir. En el ejército de la Francia Libre es donde se integrarán cientos de españoles. La primera victoria de Leclerc fue en el oasis libio de Kufra contra los italianos: fue ahí donde hizo el juramento de no abandonar las armas hasta que la bandera francesa ondeara sobre la Catedral de Estrasburgo. De ahí que podamos decir que la liberación de París se inicia en África. La Nueve, o el batallón hispano, por estar integrado mayoritariamente por españoles, fue una de las cuatro unidades blindadas del Tercer Batallón del Regimiento de Marcha del Chad. Los aliados el 6 de junio de 1944 llevan a cabo el Desembarco de Normandía del que la 2ª División Blindada forma parte. La batalla de Ecouché enfrenta a estos hombres de La Nueve, comandados por el capitán Dronne, con una columna enemiga durante cuatro días. Y vencen. El día en que termina la batalla de Normandía, el general Patton, jefe del Tercer Ejército americano, aprueba que la 2ª División Blindada de Leclerc sea la que primero se dirija a París.
El 23 de agosto, bajo una lluvia contundente, estos hombres se dirigen hacía la capital francesa, encontrándose un cinturón de tanques, artillería, y ametralladoras alemanas que rodean París. El general Leclerc, en la noche del 24 de agosto, ante la posibilidad de que los americanos tomaran la iniciativa, decide ordenar a La Nueve entrar en París. Este el momento en el que los soldados españoles y franceses en los vehículos acorazados con los nombres de Guadalajara, Brunete, Teruel, Madrid, Ebro, Santander, Belchite, y Guernica, pero también Les Cosaques, Résistence, Liberation, Nous Voilà, Les Pingouins, Cap Serrat, Tunisie, Rescousse, Mor aux cons, y Don Quichotte, liberan Paris. Fue también importante el papel de las Fuerzas Francesas del Interior compuestas por personas corrientes que ante la inminente llegada de los ejércitos aliados se sublevaron. Y claro, mucho también tuvo que ver con el papel de los americanos, y una claudicación más o menos calculada del comandante alemán Dietrich von Cloltitz.
La Nueve tenía algo pendiente, el juramento que hizo Leclerc en Krufa. La 2ª División Blindada después de la liberación de París se dirigió a la región de la Alsacia, que, como los lectores más asiduos sabrán, recientemente he visitado. En esta región tan disputada a lo largo de la historia, La Nueve en sus enfrentamientos con los alemanes sufrió cuantiosas bajas, pero finalmente, el 23 de noviembre, la bandera francesa volvió a ondeare en la Catedral de Estrasburgo. Sin embargo, este no fue el final: la 2ª División Blindada en el mes de abril atravesó el Rin y llegó hasta Berschtesgaden, el refugio de Hitler conocido como el Nido de las Aguilas. Los americanos hicieron lo mismo, y cuando llegaron no encontraron demasiado resistencia. Hitler se suicidio el 30 de abril de 1945 en su bunker en Berlín. La guerra había concluido, pero pronto quedaría de manifiesto que los aliados en la guerra contra el fascismo empezarían a desconfiar mutuamente.
Los españoles supervivientes de La Nueve es imposible saber que habrían pensado de la historia española más reciente, de ahí que no encuentro que sea apropiado poner palabras en su boca que jamás pronunciaron, pero me atrevo a decir que después de combatir al fascismo en España, África y Europa, se sintieron defraudados cuando los aliados decidieron no intervenir en España para derrocar la dictadura de Franco. Las desconfianzas mutuas entre los aliados a los que antes aludía, con la división de Berlín y Viena en cuatro sectores, y de hecho toda Europa en dos zonas de ocupación e influencia, con lo que más tarde se conoció como el Telón de Acero, dejaban claro el mundo quedaba nuevamente dividido. Fue el inicio de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, y en ese escenario Franco, un baluarte contra el comunismo, se mantuvo intacto con sus propias fuerzas, hasta que el presidente Eisenhower pactó con el régimen un acuerdo militar, que garantizó la dictadura hasta la muerte del dictador en la cama en 1975. Solo los maquis mantuvieron su particular guerra contra el fascismo, pero esta ya es otra historia.
En cuanto a los supervivientes de La Nueve, como toda esta historia que estamos contando, no hay mejor fuente a consultar que el libro La Nueve: los españoles que liberaron París de Evelyn Mesquida. Mucha de la información que utilizado procede de este libro. España tiene un problema de desmemoria y falta de símbolos que nos unan a todos, de ahí que estos españoles que liberaron París, en nuestros tiempos cobren importancia: jamás se liberó Madrid o Barcelona del fascismo, pero unos cuantos hombres hoy son recordados por hacerlo en París.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 26 Agosto 2019.