Choque de legitimidades en Venezuela – por Francesc Sánchez
Jura de Nicolás Maduro como presidente en el Tribuna Superior de Justicia, y jura como presidente de Juan Guaidó en la calle - Fotomontaje de dos imágenes de Wikimedia Commons |
Los hechos
- El 6 diciembre de 2015 los venezolanos acuden a las elecciones legislativas para escoger los diputados de las Asamblea Nacional y le otorgan a la oposición agrupada bajo la Mesa de la Unidad Democrática una mayoría 112 escaños frente a los 55 de los oficialistas.
- En el mismo mes de diciembre la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia a petición de Partido Unido Socialista Unido de Venezuela impugna el resultado de las elecciones, al considerar que en la elección de tres diputados por el estado de Amazonas se cometieron coacción y compra del voto por parte del mandatario regional de la oposición, Liborio Guarulla.
- La incorporación de estos tres diputados en la Asamblea Nacional permite que el Tribunal Supremo de Justicia la declare en desacato, es decir fuera de la ley. Los tres escaños en disputa completaban la mayoría absoluta de dos tercios del hemiciclo.
- El 1 de mayo de 2017 el presidente Nicolas Maduró mediante un decreto presidencial promueve la Asamblea Nacional Constituyente en la que sus 548 miembros son votados y elegidos el 30 de julio. Una de sus primeras medidas es adelantar las elecciones presidenciales. Esta Asamblea no es reconocida por los Estados Unidos, el Grupo de Lima (la mayoría de los estados americanos), y los países que integran la Unión Europea.
- El 20 de mayo de 2018 se celebran elecciones presidenciales en las que con una participación del 46 % Nicolás Maduro obtiene el 67,84 % de los votos por lo que renueva como presidente hasta el año 2025. Los partidos de la oposición agrupados ahora bajo el nombre de Frente Amplio boicotearon estas elecciones y las consideraron fraudulentas.
- El 10 de enero de 2019 empezó el mandato presidencial y Nicolás Maduro debía jurar su cargo en la Asamblea Nacional. Pero no lo hace porque permanece en desacato, por lo que esta Asamblea considera que el puesto de la Jefatura del Estado queda vacante.
- El 11 de enero Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, en función del artículo 233 de la Constitución se autoproclama en las calles Caracas como «presidente encargado».
- El mismo día los Estados Unidos, Canadá, y los países americanos del Grupo de Lima reconocen a Guaidó como presidente de Venezuela. Rusia, China, Turquía, Bolivia y Cuba, manifiestan su apoyo a Maduro, México y Uruguay permanecen neutrales pidiendo que no haya injerencia sobre Venezuela, y afirman que son los venezolanos los que deben resolver sus propios problemas. España y la mayoría de los países que integran la Unión Europea dan un ultimátum de ocho días a Maduro para que convoque elecciones presidenciales, de no hacerlo reconocerán a Guaidó como presidente.
- Poco después Washington bloqueaba las mil millonarias cuentas bancarias del Estado de Venezuela en los Estados Unidos. Entre ellas la de Citgo, una filial de PDVSA (Petróleos de Venezuela S.A.)
- Juan Guaidó pide a las Fuerzas Armadas que desobedezcan a Maduro y le apoyen a él, afirmando que los militares que le apoyen y no conculquen los derechos humanos serán amnistiados.
- Juan Guaidó presenta un programa de salvación económica en el que se incluye una ayuda humanitaria internacional, inversiones en el sector industrial, y la entrada de capital extranjero en la PDVSA, para triplicar la producción.
- El 3 de febrero se emite en la Sexta una larga entrevista de Jordi Évole con Nicolás Maduro en el que el presidente rechaza realizar elecciones presidenciales y la injerencia de Estados Unidos y sus aliados, pronosticando un mal final para Pedro Sánchez. Afirma que el pueblo se está armando para rechazar una eventual intervención extranjera.
- El 4 de febrero Pedro Sánchez reconoce a Juan Guaidó como presidente de Venezuela para que convoque elecciones. La mayoría de los países de la Unión Europea, con la excepción entre los grandes, de Italia y Grecia, hacen lo mismo. Nicolás Maduro accede solo a convocar elecciones legislativas.
En mi opinión en Venezuela en estos momentos hay un choque de legitimidades entre la Jefatura del Estado que ostenta Nicolás Maduro y la Asamblea Nacional de mayoría opositora. Juan Guaidó ha sido reconocido como presidente de Venezuela por la mayoría de los países americanos y europeos, pero a la practica esta Jefatura del Estado es una realidad virtual dentro de Venezuela, el poder real, el poder de facto lo sigue manteniendo Nicolás Maduro. Y no lo va a soltar porque tiene apoyo social, y sobre todo de las Fuerzas Armadas. No creo que pueda haber un enfrentamiento civil a no ser que facciones del Ejército decidan apoyar a Juan Guaidó, o alguien decida armar a la oposición. En cuanto a la intervención extranjera dudo mucho que Donald Trump decida invadir directamente Venezuela en un momento de repliegue de tropas en Oriente Medio, cuestión diferente es que pueda hacerse esto a través de Colombia y Brasil, con gobiernos alineados completamente con Washington. Una intervención extranjera activaría a las milicias: el pueblo armado.
La situación económica de Venezuela es desastrosa y esto no es de responsabilidad exclusiva de Maduro. El comande Hugo Chávez logró sacar de la pobreza a millones de venezolanos socializando las ganancias producidas por la exportación petrolera. Sin embargo, la bajada a la mitad del precio del barril de petróleo, la evasión de capitales, y el más que probable acopio de alimentos y otros bienes, y manipulación del precio por parte de muchos empresarios, están haciendo que en Venezuela se pase hambre y se muera por falta de medicinas. Los desabastecimientos han provocado una hiperinflación, que a duras penas ha sido parcheada con las cartillas de racionamiento de alimentos y las misiones. Esto sumado a la inseguridad ha provocado un éxodo de más de tres millones de venezolanos hacía los países limítrofes. Queda en el aire el plan de ayuda humanitaria que procedería de esos mismos países limítrofes y que Maduro ya ha rechazado.
Los apoyos internacionales de Nicolás Maduro no son menores: Rusia, China, Irán, y Turquía, en estos momentos mantienen una alianza de facto y están de una u otra manera enfrentados a los Estados Unidos. En un contexto concreto diferente podríamos establecer el paralelismo de Caracas con Kiev cuando Estados Unidos y sus aliados apoyaron y alentaron una revuelta con su consecuente golpe de estado que terminó con la toma de Crimea por parte de Putin y separación de la región del Dombass. Este conflicto, sumado al desastre libio, convenció definitivamente a Putin de entrar en el conflicto sirio en Oriente Medio en favor de Bashar Al Asad.
Es evidente que todo esto es una intentona golpista. Los que apoyan a Maduro dicen que existe un golpe de estado permanente desde el principio (lo vimos en el 2002 y también lo vimos en las guarimbas de 2014 y 2017). El mal cómo en Cuba siempre está fuera, y cuando está dentro se le reprime. Pero también puede decirse que ese proyecto de revolución bolivariana, y sobre todo a raíz de los hechos que he enumerado, excluye a una buena parte de la clase política venezolana, y no está haciendo fácil la vida de todos los venezolanos. Si la oposición está dando un golpe se puede decir que Maduro también lo dio antes en contra de la Asamblea. Cuestión distinta es que este golpe de la oposición este patrocinado desde fuera y Guaidó tenga una dudosa legitimidad como Jefe de Estado. Esa es la injerencia internacional que causa sonrojo cuando se aplica en algunos países cuando en otros se guarda el silencio porque cumplen fielmente un cometido.
Nadie que lo piense dos veces quiere ese «derramamiento de sangre» que tanto oímos vociferar a Maduro. Pero precisamente para evitarlo las cosas en Venezuela no puede continuar como hasta ahora. Los venezolanos deben de comprender que una democracia no es simplemente votar y gobernar solo para los que te han votado. Una democracia es el respeto a la ley, y sobre todo a la diversidad ideológica, el llegar a acuerdos en los temas importantes del país, porque afectan a todos, y reconocer los triunfos, pero también los errores.
La gráfica
El precio del barril de petróleo después de incrementarse palatinamente en la pasada década y alcanzar su pico en el 2008, desde ese año desciende abruptamente a la mitad por la recesión causada por la crisis financiera. Con la recuperación de la economía mundial y el aumento de nuevo de la demanda el precio sube hasta el año 2014, momento en vuelve a descender por la desaceleración en China y la implementación de la extracción por fractura hidráulica en los Estados Unidos.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 5 Febrero 2019.