La Crisis de Suez – por Francesc Sánchez
Meses atrás el presidente egipcio Addelfatah Al Sisi anunció, tanto a su
anfiteatro como al resto del mundo, la intención de construir un canal
paralelo al existente. El Canal de Suez, promovido por Ferdinand de
Lesseps en el año 1859 y en funcionamiento desde 1869, comunica a lo
largo de sus 171 kilómetros el mar Mediterráneo con el mar Rojo: 17.228
barcos cruzaron el canal en el año 2009 que arrojaron 7.660 millones de
dólares en ingresos al gobierno egipcio. Es vital para el transporte de
los grandes petroleros de multitud de naciones y para los buques de
guerra norteamericanos que van o vienen del Golfo Pérsico. Las líneas
que vienen a continuación quieren ser una aproximación a los
acontecimientos comúnmente clasificados como la Crisis de Suez que
cambiaron tanto Egipto como Oriente Medio hasta nuestros días.
El Egipto contemporáneo es imposible de comprender sin la emancipación
de los egipcios del Imperio británico y la tensión permanente con sus
nuevos vecinos israelíes. Haremos un breve repaso. La derrota y
posterior desmembración del Imperio otomano en Oriente Medio llevada a
cabo por los británicos y la rebelión árabe, pese a las promesas de
autogobierno de los primeros sobre los segundos, no se traduce en una
verdadera cesión de soberanía. Los acuerdos secretos de Sykes – Picot
establecían unas regiones de dominio directo y otras de influencia para
Francia y la Gran Bretaña. En el caso de Egipto, donde los británicos
mantienen durante la guerra su cuartel general, se establece un
protectorado entre 1914 y 1922, momento en el que estos mismos
británicos declaran la independencia del país. Sin embargo, como apunta
Bernabé López García, los británicos se guardan una serie de
competencias: la seguridad en las comunicaciones (principalmente el
Canal de Suez), la defensa del país en momentos de crisis, la protección
de los intereses extranjeros, y el mantenimiento del condominio
anglo-egipcio sobre el Sudán. Fuad I es proclamado rey en 1922 y Egipto
sobre el papel se constituye como una monarquía parlamentaría. Pero a la
practica, pese al importante ascenso del partido Wafd liderado por Saad
Zaglul, la democracia es una ficción: el monarca dispone de veto sobre
las leyes promulgadas por los diputados y puede disolver el Parlamento
(este estaba dividido en dos cámaras, una de diputados elegida cada
cinco años por sufragio restrictivo y otra de senadores, cuyas dos
quintas partes eran permanentes y designadas por el rey). Egipto durante
la Segunda Guerra Mundial se convierte en un importante escenario
bélico donde los aliados se enfrentan dos veces en El Alamein contra las
fuerzas del eje del Afrika Korps comandadas por Erwin Rommel. El estado
de Israel, proclamado y aprobado en las Naciones Unidas en 1948, no es
reconocido por los países árabes que limitan con sus fronteras y da
paso, en el mismo año, a la primera guerra entre los árabes y los
israelíes. La contienda es un fracaso para los estados árabes y siembra
entre las filas de la milicia el desconcierto y la antipatía con sus
respectivos gobiernos, a los que acusan de haberlos enviado a una guerra
mal planificada con un armamento anticuado y munición defectuosa.
En Egipto el Movimiento de los Oficiales Libres, encabezado por Gamal Abdel Nasser y Muhammad Naguid, da un golpe de estado incruento el 23 de Julio de 1952, y expulsa del poder al monarca Faruk, desde siempre influenciado y tutelado por los británicos. La Hermanad Musulmana, aliada de los Oficiales Libres, será ilegalizada después de un atentado contra Nasser. El nuevo estado egipcio se convierte rápidamente en un régimen de partido único que pretende modernizar al país bajo una dimensión panarabista (considerando a los árabes como un solo pueblo) y socialista árabe (apropiándose el estado de las fuentes de riqueza para luego socializarlas). La mujer por primera vez tiene el derecho de entrar en la escena política tanto como electora como elegible. La presencia británica en el área del canal, donde había estacionado un contundente ejército de 80.000 soldados, inicia su retirada en el mes de Octubre de 1954, quedando solo en Egipto los técnicos de la infraestructura. Entonces sucede algo inaudito, en el mes de Abril de 1955, unas cuantas naciones africanas, la mayoría de las asiáticas, y alguna europea, lideradas por Nasser (Egipto), Nehru (India), Sukarno (Indonesia) y Tito (Yugoslavia), se reúnen en la Conferencia de Bandung, visualizan el Movimiento de los Países No Alineados, y promulgan la filosofía del neutralismo positivo para desmarcarse tanto de las viejas potencias coloniales, que hasta hacía poco dominaban todos estos países (principalmente Francia y la Gran Bretaña), como de las dos grandes superpotencias (los Estados Unidos y la Unión Soviética), que cada vez más extienden su influencia en todo mundo. Nasser en Egipto emprende una política de expropiaciones de tierras a los terratenientes y de nacionalizaciones de las principales empresas. Nasser quiere llevar a cabo un gran proyecto de obras públicas: la construcción de una gran presa en el Nilo para terminar con las periódicas inundaciones, revitalizar la agricultura, y abastecer de electricidad a las grandes ciudades. Para llevar a cabo esto Nasser pide al Banco Mundial un préstamo para construir una gran presa en Asuán pero la Gran Bretaña y los Estados Unidos no se lo avalan porque según éstos Egipto ha recibido armamento soviético. Entonces se produce el gran crimen: para sufragar la financiación de este proyecto faraónico Nasser decide el 26 de Julio de 1956 nacionalizar por sorpresa el canal de Suez, hasta entonces en manos de los británicos y los franceses bajo la empresa conjunta The Universal Suez Ship Canal Company.
En Egipto el Movimiento de los Oficiales Libres, encabezado por Gamal Abdel Nasser y Muhammad Naguid, da un golpe de estado incruento el 23 de Julio de 1952, y expulsa del poder al monarca Faruk, desde siempre influenciado y tutelado por los británicos. La Hermanad Musulmana, aliada de los Oficiales Libres, será ilegalizada después de un atentado contra Nasser. El nuevo estado egipcio se convierte rápidamente en un régimen de partido único que pretende modernizar al país bajo una dimensión panarabista (considerando a los árabes como un solo pueblo) y socialista árabe (apropiándose el estado de las fuentes de riqueza para luego socializarlas). La mujer por primera vez tiene el derecho de entrar en la escena política tanto como electora como elegible. La presencia británica en el área del canal, donde había estacionado un contundente ejército de 80.000 soldados, inicia su retirada en el mes de Octubre de 1954, quedando solo en Egipto los técnicos de la infraestructura. Entonces sucede algo inaudito, en el mes de Abril de 1955, unas cuantas naciones africanas, la mayoría de las asiáticas, y alguna europea, lideradas por Nasser (Egipto), Nehru (India), Sukarno (Indonesia) y Tito (Yugoslavia), se reúnen en la Conferencia de Bandung, visualizan el Movimiento de los Países No Alineados, y promulgan la filosofía del neutralismo positivo para desmarcarse tanto de las viejas potencias coloniales, que hasta hacía poco dominaban todos estos países (principalmente Francia y la Gran Bretaña), como de las dos grandes superpotencias (los Estados Unidos y la Unión Soviética), que cada vez más extienden su influencia en todo mundo. Nasser en Egipto emprende una política de expropiaciones de tierras a los terratenientes y de nacionalizaciones de las principales empresas. Nasser quiere llevar a cabo un gran proyecto de obras públicas: la construcción de una gran presa en el Nilo para terminar con las periódicas inundaciones, revitalizar la agricultura, y abastecer de electricidad a las grandes ciudades. Para llevar a cabo esto Nasser pide al Banco Mundial un préstamo para construir una gran presa en Asuán pero la Gran Bretaña y los Estados Unidos no se lo avalan porque según éstos Egipto ha recibido armamento soviético. Entonces se produce el gran crimen: para sufragar la financiación de este proyecto faraónico Nasser decide el 26 de Julio de 1956 nacionalizar por sorpresa el canal de Suez, hasta entonces en manos de los británicos y los franceses bajo la empresa conjunta The Universal Suez Ship Canal Company.
Las viejas potencias coloniales, Francia y la Gran Bretaña, no se lo
perdonan, así que deciden aunar esfuerzos conjuntamente: el 24 de
Octubre se celebra una conferencia secreta en Sèvres, en la que asiste
el Primer Ministro francés Guy Mollet, el Ministro de Exteriores
británico Selwyn Lloyd, y el Presidente israelí Ben Gurion, en la que se
acuerda una respuesta militar para recuperar el Canal de Suez y
expulsar del poder a Nasser. Mientras Israel, el 29 de Octubre, invade
la Franja de Gaza y empieza a invadir la península del Sinaí, para
neutralizar tanto el bloqueo egipcio al estrecho de Tirán como la
incursión de las guerrillas de los fedayines palestinos, Francia y la
Gran Bretaña denuncian el conflicto en las Naciones Unidas y dan un
ultimátum a los contendientes para que se retiren del área. Ésta era la
pantalla. La realidad viene el 31 de Octubre cuando Francia y la Gran
Bretaña desplazan más de 100 buques de guerra y movilizan a 80.000
soldados que empiezan a desembarcar en Egipto el 5 de Noviembre. Francia
y la Gran Bretaña han entrado en un conflicto armado previamente
planificado con los israelíes para presentarse como los valedores de la
paz y la estabilidad en la región. Sin embargo el conflicto no se
desarrolla como esperaban las viejas metrópolis. Nasser ordena hundir
una cuarentena de buques en el canal para inutilizarlo, interrumpiendo
el transporte del petróleo, y moviliza a toda persona capaz de llevar un
fusil. Nasser ha logrado convertir este conflicto en una guerra de
resistencia de un pueblo emancipado contra las potencias imperialistas.
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Avance de la invasión tripartira sobre el Sinai – Wikimedia Commons |
La dimensión económica de la Crisis de Suez lleva a muchos inversores
ha deshacerse de la libra esterlina, emitida por un Banco de Inglaterra
que no deja de constatar como sus reservas de oro y dólares no dejan de
descender: el Ministro de Hacienda, Harlod Mcmillan, se encuentra en la
disyuntiva de elegir entre una devaluación de la libra o pedir una
ayuda financiera a los Estados Unidos. Para complicar más las cosas,
mientras en Port Said se intercambian los disparos, entre el 23 de
Octubre y el 10 de Noviembre, se ha producido una rebelión en Hungría
que es aplastada por los soviéticos. Nikita Krushev, frente a la
denuncia de Francia y la Gran Bretaña en las Naciones Unidas, relaciona
los dos conflictos y amenaza con armas nucleares a Paris y Londres.
Momento en que el presidente de los Estados Unidos, Dwight David
Eisenhower, no queriéndose enemistar con todo el mundo árabe, exige el
fin del conflicto a Francia y la Gran Bretaña. El 3 de Diciembre las
tropas francesas y británicas inician la retirada del país (las
israelíes ya habían hecho los propio), y las Naciones Unidas despliegan
por primera vez los cascos azules, una Fuerza de Emergencia de Naciones
Unidas (UNEF) para supervisar la retirada de todas las tropas.
La Crisis de Suez fue tanto la última derrota de las viejas metrópolis europeas, que desde la Gran Guerra hasta la Segunda Guerra Mundial se habían dividido Oriente Medio, como una victoria moral de los egipcios, encumbrando a Nasser como el campeón de todo el mundo árabe: el concepto del panarabismo desde entonces arraigará en toda la región, aceptando este corpus ideológico la mayoría de los regimenes árabes de carácter militar, y se materializará en la República Árabe Unida, la unión de Egipto y Siria entre los años 1958 y 1961. Suez fue, como dice Niall Ferguson, el fin del Imperio británico: cuando el Primer Ministro Anthony Eden ordena la retirada de las tropas de Egipto los Estados Unidos conceden un paquete de ayudas de mil millones de dólares a la Gran Bretaña. Desde entonces Londres, si exceptuamos la Guerra de las Malvinas, no ha emprendido ninguna guerra sin con contar con la alianza de Washington. En cuanto a Francia perderá Argelia después de una brutal guerra de independencia que se desarrolla entre 1954 y 1962. Francia se encerrará sobre si misma. Durante la presidencia de Charles de Gaulle se opone a la política atlantista de Estados Unidos y abandona las estructuras militares de la OTAN. Suez fue también un cambio en el tablero de los jugadores. El lugar ocupado desde la Gran Guerra por la Gran Bretaña y Francia fue cubierto por los Estados Unidos y la Unión Soviética. La construcción de la gran presa de Asúan, el origen de toda esta historia, se podrá llevar a cabo con la ayuda técnica de los soviéticos. Oriente Medio desde entonces, a pesar del neutralismo de Nasser, fue un escenario más de la Guerra Fría, y sobre todo de enfrentamiento armado con Israel: tras las guerras de 1948 y 1956 los árabes se enfrentaron contra el estado judío en 1967 en la Guerra de los Seis Días y en 1973 en la Guerra del Yom Kipur.
Bibliografía
Libros:
– Ferguson, Niall (2011) El imperio británico. Cómo Gran Bretaña forjó el orden mundial. Debate. Madrid.
– Hobbswam, Eric (2010) Historia del siglo XX. Crítica. Historia del Siglo XX. Barcelona.
– López García, Bernabé (2000) El mundo arabo-islámico contemporáneo. Una historia política. Editorial Síntesis. Historia Universal Contemporánea. Madrid.
– Martín Muñoz, Gema (2005) El estado árabe. Edicions Bellaterra. Biblioteca del Islam Contemporáneo. Barcelona.
Documental:
– The Other Side of Suez. BBC.
(https://www.youtube.com/watch?v=ETOUALw2EIs)
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
El artículo fue publicado originariamente en la revista Euro-Arab
Redacción. Memoria. El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 29 Mayo 2015.
La Crisis de Suez fue tanto la última derrota de las viejas metrópolis europeas, que desde la Gran Guerra hasta la Segunda Guerra Mundial se habían dividido Oriente Medio, como una victoria moral de los egipcios, encumbrando a Nasser como el campeón de todo el mundo árabe: el concepto del panarabismo desde entonces arraigará en toda la región, aceptando este corpus ideológico la mayoría de los regimenes árabes de carácter militar, y se materializará en la República Árabe Unida, la unión de Egipto y Siria entre los años 1958 y 1961. Suez fue, como dice Niall Ferguson, el fin del Imperio británico: cuando el Primer Ministro Anthony Eden ordena la retirada de las tropas de Egipto los Estados Unidos conceden un paquete de ayudas de mil millones de dólares a la Gran Bretaña. Desde entonces Londres, si exceptuamos la Guerra de las Malvinas, no ha emprendido ninguna guerra sin con contar con la alianza de Washington. En cuanto a Francia perderá Argelia después de una brutal guerra de independencia que se desarrolla entre 1954 y 1962. Francia se encerrará sobre si misma. Durante la presidencia de Charles de Gaulle se opone a la política atlantista de Estados Unidos y abandona las estructuras militares de la OTAN. Suez fue también un cambio en el tablero de los jugadores. El lugar ocupado desde la Gran Guerra por la Gran Bretaña y Francia fue cubierto por los Estados Unidos y la Unión Soviética. La construcción de la gran presa de Asúan, el origen de toda esta historia, se podrá llevar a cabo con la ayuda técnica de los soviéticos. Oriente Medio desde entonces, a pesar del neutralismo de Nasser, fue un escenario más de la Guerra Fría, y sobre todo de enfrentamiento armado con Israel: tras las guerras de 1948 y 1956 los árabes se enfrentaron contra el estado judío en 1967 en la Guerra de los Seis Días y en 1973 en la Guerra del Yom Kipur.
Bibliografía
Libros:
– Ferguson, Niall (2011) El imperio británico. Cómo Gran Bretaña forjó el orden mundial. Debate. Madrid.
– Hobbswam, Eric (2010) Historia del siglo XX. Crítica. Historia del Siglo XX. Barcelona.
– López García, Bernabé (2000) El mundo arabo-islámico contemporáneo. Una historia política. Editorial Síntesis. Historia Universal Contemporánea. Madrid.
– Martín Muñoz, Gema (2005) El estado árabe. Edicions Bellaterra. Biblioteca del Islam Contemporáneo. Barcelona.
Documental:
– The Other Side of Suez. BBC.
(https://www.youtube.com/watch?v=ETOUALw2EIs)
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
El artículo fue publicado originariamente en la revista Euro-Arab
Redacción. Memoria. El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 29 Mayo 2015.