Romper Iraq en pedazos II - por Francesc Sánchez
Sección de Reportajes
Romper Iraq en pedazos II
por Francesc Sánchez
En la mayoría de medios de comunicación para abordar lo que está sucediendo en Iraq se han hecho continuas referencias al ejército del Estado Islámico de Iraq y Sham (ISIS), y es bien cierto que se han convertido con sus matanzas y brutalidad contra los que consideran sus enemigos en los principales protagonistas de toda esta historia, pero hay otros actores importantes de los que vale la pena también hablar, aunque la información sea poca y a veces confusa. Me estoy refiriendo al Consejo Militar General por los Revolucionarios de Iraq y al Ejército de los Hombres de la Orden de la Naqshabandi (Jaish Rijal al-Tariqa al-Naqshabandiyya, JRTN), liderado por Izzat al Duri (el que fue vicepresidente en el régimen baazista), ambas agrupaciones formadas por nacionalistas iraquíes, que fueron o no, oficiales del ejército iraquí del régimen anterior, que conjuntamente con el ejército del Estado Islámico de Iraq y Sham, y en función de lo que han afirmado los habitantes que han huido de Mosul, se habrían dividido la ciudad en tres sectores (*1). Tenemos que hablar también del Consejo Militar de las Tribus (que agrupa a cerca de 80 tribus suníes) que formarían parte de esta tácita e insólita alianza contra el gobierno de Nuri Al Maliki.
En la guerra civil en Siria fue cuando el ejército del Estado Islámico de Iraq (ISI), inicialmente una facción más de Al Qaeda y que terminó escindiéndose, se transformó en la formación del Estado Islámico de Iraq y Sham (ISIS), que comanda un misterioso Abu Bakr Al Baghdadi, y que por sus brutales métodos ha hecho más «civilizados» a otros combatientes en el país vecino. La brutal represión del régimen de Bashar Al Assad contra una importante parte de su pueblo que empezó a protestar contra el régimen como sucedió en otros países (Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Qatar, Argelia, Marruecos, etcétera) fue la que llevo a muchos sirios de la mayoría sunita a tomar las armas. De ahí nació el Ejército Libre de Siria que fue y está siendo financiado y armado por Turquía, Estados Unidos y algunos países europeos (sobre todo por Reino Unido). Todo fue a peor cuando entraron en acción las organizaciones islamistas de Jabhat al-Nusra (Al Qaeda), Frente Islámico, y el ejército del Estado Islámico de Iraq de Iraq y Sham, con una financiación mucho más difusa, que entraron en rivalidades generándose una guerra civil entre los rebeldes. El avance en sus posiciones del ejército regular sirio de Bashar Al Assad, las rivalidades entre todos estos grupos arriba mencionados, y un contexto favorable en el vecino Iraq, que ahora veremos, pueden ser algunas de las razones de porque ahora el ISIS esté tan presente en este otro país.
Las cosas en Iraq desde la guerra y posterior invasión que llevaron a cabo los norteamericanos y otras naciones no han dejado de ir a peor. Los combates, primero contra los ocupantes, y después contra el ejército regular, no han cesado desde entonces: los atentados terroristas se han cebado con miles muertos entre los civiles. El total de muertos desde el 2003 podría sobrepasar con creces el medio millón. La colaboración de las fuerzas suníes con el gobierno de Bagdad, después de haber boicoteado el proceso político de la transición, y con el ejército estadounidense y el nuevo ejército iraquí, cuando resolvieron que los combatientes de Al Qaeda eran parte del problema, parece haberse perdido. Los suníes denuncian el sectarismo del gobierno de Nuri Al Maliki, que consideran que está al servicio de los norteamericanos y los iraníes, llevando a cabo una política que solo beneficia a los chiíes, cuando ellos en el anterior régimen eran los más beneficiados. La indignación traspasó la delgada línea roja convirtiéndose en un levantamiento tras la matanza de Hawija (una localidad cercana a Kirkuk), cuando el ejército regular para reprimir una protesta mató a cincuenta personas e hirió a más de cien (*2). Este es el contexto en el que el ejército del Estado Islámico de Iraq y Sham se está moviendo en el país, probablemente no gustado a la mayoría de la población (no perdamos de vista que hay medio millón de desplazados), pero siendo tolerada al mismo tiempo, tanto por el resto de grupos armados que arriba mencionábamos, como por parte de la población.
Difícil es decir a quién beneficia el avance del ejército del Estado Islámico de Iraq y Sham más allá de a ellos mismos y a quienes les apoyan o consienten en Iraq. Pero encuentro que si es acertado apuntar a quién perjudica: este grupo armado perjudica al gobierno iraquí de Nuri Al Maliqui, perjudica también al gobierno sirio de Bashar Al Ashad, e indirectamente perjudica, por ser un potencial peligro cerca de sus fronteras, al gobierno de Irán. Puede perjudicar, y bastante a otros países del Oriente Medio como El Líbano (donde se le han atribuido algunos atentados terroristas), Jordania y Turquía que comparten frontera con Siria como con Iraq. Puede inquietar a Israel, Estados Unidos, y en general a los países europeos, por el potencial peligro que puede representar la consolidación de un estado fallido (es decir fuera de lo que comúnmente en occidente consideramos un estado, como en el caso de Somalia) en el que podrían entrenarse grupos terroristas que luego atentarán en occidente (aunque mi impresión es que esta guerra se circunscribe a Oriente Medio y sobre todo a Siria e Iraq). Y finalmente perjudica, como ha perjudicado la guerra desde el mes de Marzo de 2003, a la inmensa mayoría de iraquíes que nunca pidieron ser liberados por nadie por medio de las armas.
Las últimas guerras en Iraq no pueden terminar de entenderse sin la lucha por el control de las fuentes energéticas. En la guerra entre Iraq e Irán de 1980 a 1988 los iraquíes querían quedarse el complejo petrolero de Abadán (con una gran refinería incluida) en el Shat al-Arab. La intención de Sadam Husein era ganar la guerra para controlar a través de un gobierno títere en Teherán el 20% de las reservas de petróleo del mundo. La guerra que inició Sadam Husein en 1991 cuando invadió Kuwait, más allá de los motivos nacionalistas que consideran al emirato como una parte de la provincia de Basora (así lo era durante el Imperio Otomano), y de la exigencia de la condonación de la deuda de guerra contraída con las monarquías del Golfo Pérsico, estaba la petición a Kuwait para que bombease menos petróleo y así hacer subir los precios, para que el régimen baazista pudiera recuperarse económicamente del desastre de la guerra contra los iraníes. La guerra que llevó a cabo de nuevo Estados Unidos y sus socios en el 2003, bajo el pretexto de que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva y no quería deshacerse de ellas, claramente fue también por el control de las reservas petrolíferas. Las petroleras occidentales (Exxon o British Petroleum) y también alguna china (como Petro China) desde que empezó este levantamiento del ejército del Estado Islámico de Iraq y Sham han empezado a evacuar a su personal. Los insurgentes controlan yacimientos petrolíferos cerca de Mosul, tienen rodeada la gran refinería de Baiji, y los peshmergas kurdos controlan los campos de Kirkut.
Tal como daba a entender en un artículo anterior Iraq se ha roto en estos momentos en tres pedazos. El pedazo en manos de los insurgentes que amenaza con entrar en Bagdad y eso provocaría un verdadero infierno. El pedazo en manos de los peshmergas kurdos que han ampliado las fronteras del Kurdistán considerablemente hacía el sur después del abandono del ejército regular de sus posiciones. Y el trozo en manos de los chiíes de Bagdad para abajo que es el único que se ajusta a legalidad, al representar al Estado iraquí, que los propios iraquíes se han dado emitiendo su voto. Puede ser que una ofensiva del ejército regular iraquí con soporte de los Estados Unidos e Irán desbaraté este avance del ejército del Estado Islámico de Iraq y Levante, pero en mi opinión el gobierno de Bagdad de no tener en cuenta los diferentes grupos políticos, y de no llevar a cabo una política integradora volverá a tener serios problemas. En cualquier caso lo que tenemos ahora se acerca más a una sangrienta guerra civil o un mantenimiento en el tiempo de la situación actual que a otra cosa.
Anotaciones:
1. Puede leerse el informe de "The New Rules of the Game in Iraq" del profesor Gareth Stansfield publicado en el Royal United Services Institute for Defence Studies (RUSI).
2. Puede leerse la entrevista que le hacen a Zainab Saleh en el periódico Jadaliyya y la información sobre la mantaza en el periódico The Independent.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 30 Junio 2014.
Artículos relacionados: Romper Iraq en pedazos - por Francesc Sánchez - Escenario de guerra en Iraq - Diez años de la guerra de Iraq - por Francesc Sánchez
Romper Iraq en pedazos II
por Francesc Sánchez
En la mayoría de medios de comunicación para abordar lo que está sucediendo en Iraq se han hecho continuas referencias al ejército del Estado Islámico de Iraq y Sham (ISIS), y es bien cierto que se han convertido con sus matanzas y brutalidad contra los que consideran sus enemigos en los principales protagonistas de toda esta historia, pero hay otros actores importantes de los que vale la pena también hablar, aunque la información sea poca y a veces confusa. Me estoy refiriendo al Consejo Militar General por los Revolucionarios de Iraq y al Ejército de los Hombres de la Orden de la Naqshabandi (Jaish Rijal al-Tariqa al-Naqshabandiyya, JRTN), liderado por Izzat al Duri (el que fue vicepresidente en el régimen baazista), ambas agrupaciones formadas por nacionalistas iraquíes, que fueron o no, oficiales del ejército iraquí del régimen anterior, que conjuntamente con el ejército del Estado Islámico de Iraq y Sham, y en función de lo que han afirmado los habitantes que han huido de Mosul, se habrían dividido la ciudad en tres sectores (*1). Tenemos que hablar también del Consejo Militar de las Tribus (que agrupa a cerca de 80 tribus suníes) que formarían parte de esta tácita e insólita alianza contra el gobierno de Nuri Al Maliki.
En la guerra civil en Siria fue cuando el ejército del Estado Islámico de Iraq (ISI), inicialmente una facción más de Al Qaeda y que terminó escindiéndose, se transformó en la formación del Estado Islámico de Iraq y Sham (ISIS), que comanda un misterioso Abu Bakr Al Baghdadi, y que por sus brutales métodos ha hecho más «civilizados» a otros combatientes en el país vecino. La brutal represión del régimen de Bashar Al Assad contra una importante parte de su pueblo que empezó a protestar contra el régimen como sucedió en otros países (Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Qatar, Argelia, Marruecos, etcétera) fue la que llevo a muchos sirios de la mayoría sunita a tomar las armas. De ahí nació el Ejército Libre de Siria que fue y está siendo financiado y armado por Turquía, Estados Unidos y algunos países europeos (sobre todo por Reino Unido). Todo fue a peor cuando entraron en acción las organizaciones islamistas de Jabhat al-Nusra (Al Qaeda), Frente Islámico, y el ejército del Estado Islámico de Iraq de Iraq y Sham, con una financiación mucho más difusa, que entraron en rivalidades generándose una guerra civil entre los rebeldes. El avance en sus posiciones del ejército regular sirio de Bashar Al Assad, las rivalidades entre todos estos grupos arriba mencionados, y un contexto favorable en el vecino Iraq, que ahora veremos, pueden ser algunas de las razones de porque ahora el ISIS esté tan presente en este otro país.
Las cosas en Iraq desde la guerra y posterior invasión que llevaron a cabo los norteamericanos y otras naciones no han dejado de ir a peor. Los combates, primero contra los ocupantes, y después contra el ejército regular, no han cesado desde entonces: los atentados terroristas se han cebado con miles muertos entre los civiles. El total de muertos desde el 2003 podría sobrepasar con creces el medio millón. La colaboración de las fuerzas suníes con el gobierno de Bagdad, después de haber boicoteado el proceso político de la transición, y con el ejército estadounidense y el nuevo ejército iraquí, cuando resolvieron que los combatientes de Al Qaeda eran parte del problema, parece haberse perdido. Los suníes denuncian el sectarismo del gobierno de Nuri Al Maliki, que consideran que está al servicio de los norteamericanos y los iraníes, llevando a cabo una política que solo beneficia a los chiíes, cuando ellos en el anterior régimen eran los más beneficiados. La indignación traspasó la delgada línea roja convirtiéndose en un levantamiento tras la matanza de Hawija (una localidad cercana a Kirkuk), cuando el ejército regular para reprimir una protesta mató a cincuenta personas e hirió a más de cien (*2). Este es el contexto en el que el ejército del Estado Islámico de Iraq y Sham se está moviendo en el país, probablemente no gustado a la mayoría de la población (no perdamos de vista que hay medio millón de desplazados), pero siendo tolerada al mismo tiempo, tanto por el resto de grupos armados que arriba mencionábamos, como por parte de la población.
Difícil es decir a quién beneficia el avance del ejército del Estado Islámico de Iraq y Sham más allá de a ellos mismos y a quienes les apoyan o consienten en Iraq. Pero encuentro que si es acertado apuntar a quién perjudica: este grupo armado perjudica al gobierno iraquí de Nuri Al Maliqui, perjudica también al gobierno sirio de Bashar Al Ashad, e indirectamente perjudica, por ser un potencial peligro cerca de sus fronteras, al gobierno de Irán. Puede perjudicar, y bastante a otros países del Oriente Medio como El Líbano (donde se le han atribuido algunos atentados terroristas), Jordania y Turquía que comparten frontera con Siria como con Iraq. Puede inquietar a Israel, Estados Unidos, y en general a los países europeos, por el potencial peligro que puede representar la consolidación de un estado fallido (es decir fuera de lo que comúnmente en occidente consideramos un estado, como en el caso de Somalia) en el que podrían entrenarse grupos terroristas que luego atentarán en occidente (aunque mi impresión es que esta guerra se circunscribe a Oriente Medio y sobre todo a Siria e Iraq). Y finalmente perjudica, como ha perjudicado la guerra desde el mes de Marzo de 2003, a la inmensa mayoría de iraquíes que nunca pidieron ser liberados por nadie por medio de las armas.
Las últimas guerras en Iraq no pueden terminar de entenderse sin la lucha por el control de las fuentes energéticas. En la guerra entre Iraq e Irán de 1980 a 1988 los iraquíes querían quedarse el complejo petrolero de Abadán (con una gran refinería incluida) en el Shat al-Arab. La intención de Sadam Husein era ganar la guerra para controlar a través de un gobierno títere en Teherán el 20% de las reservas de petróleo del mundo. La guerra que inició Sadam Husein en 1991 cuando invadió Kuwait, más allá de los motivos nacionalistas que consideran al emirato como una parte de la provincia de Basora (así lo era durante el Imperio Otomano), y de la exigencia de la condonación de la deuda de guerra contraída con las monarquías del Golfo Pérsico, estaba la petición a Kuwait para que bombease menos petróleo y así hacer subir los precios, para que el régimen baazista pudiera recuperarse económicamente del desastre de la guerra contra los iraníes. La guerra que llevó a cabo de nuevo Estados Unidos y sus socios en el 2003, bajo el pretexto de que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva y no quería deshacerse de ellas, claramente fue también por el control de las reservas petrolíferas. Las petroleras occidentales (Exxon o British Petroleum) y también alguna china (como Petro China) desde que empezó este levantamiento del ejército del Estado Islámico de Iraq y Sham han empezado a evacuar a su personal. Los insurgentes controlan yacimientos petrolíferos cerca de Mosul, tienen rodeada la gran refinería de Baiji, y los peshmergas kurdos controlan los campos de Kirkut.
Tal como daba a entender en un artículo anterior Iraq se ha roto en estos momentos en tres pedazos. El pedazo en manos de los insurgentes que amenaza con entrar en Bagdad y eso provocaría un verdadero infierno. El pedazo en manos de los peshmergas kurdos que han ampliado las fronteras del Kurdistán considerablemente hacía el sur después del abandono del ejército regular de sus posiciones. Y el trozo en manos de los chiíes de Bagdad para abajo que es el único que se ajusta a legalidad, al representar al Estado iraquí, que los propios iraquíes se han dado emitiendo su voto. Puede ser que una ofensiva del ejército regular iraquí con soporte de los Estados Unidos e Irán desbaraté este avance del ejército del Estado Islámico de Iraq y Levante, pero en mi opinión el gobierno de Bagdad de no tener en cuenta los diferentes grupos políticos, y de no llevar a cabo una política integradora volverá a tener serios problemas. En cualquier caso lo que tenemos ahora se acerca más a una sangrienta guerra civil o un mantenimiento en el tiempo de la situación actual que a otra cosa.
Anotaciones:
1. Puede leerse el informe de "The New Rules of the Game in Iraq" del profesor Gareth Stansfield publicado en el Royal United Services Institute for Defence Studies (RUSI).
2. Puede leerse la entrevista que le hacen a Zainab Saleh en el periódico Jadaliyya y la información sobre la mantaza en el periódico The Independent.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 30 Junio 2014.
Artículos relacionados: Romper Iraq en pedazos - por Francesc Sánchez - Escenario de guerra en Iraq - Diez años de la guerra de Iraq - por Francesc Sánchez