Esto se cierra ahora mismo - por Francesc Sánchez
Esto se cierra ahora mismo
Francesc Sánchez
Cualquier cierre de un medio de comunicación, aunque no comportamos su línea editorial, es una perdida para la democracia. Porque los medios de comunicación son esenciales para estar informados y ejercer nuestros derechos y libertades en esta misma democracia. Si el cierre es, como es el caso, de un medio público estamos condenando a la ciudadanía a depender de medios de comunicación privados que tienen sus respectivos intereses comerciales y pueden omitir aquellas informaciones que crean convenientes.
Solo conocía a la Radio Televisión Valenciana de oídas y la mayoría de las veces por una gestión económica desastrosa −si no difícilmente se puede entender una deuda de más de mil millones de euros− o por la omisión de informaciones y la manipulación informativa sin contemplaciones efectuada a las ordenes de la derecha valenciana. La calidad de algunos de sus programas que luego dieron el salto al mercado privado nacional por lo que dicen era infumable. Pero aún siendo negativo todo esto los valencianos se van a quedar huérfanos de una serie de medios de comunicación que por ser públicos eran suyos. Medios que efectuaban una labor en la difusión y pedagogía en muchos de sus programas de una lengua diferente a la castellana hablada por una mayoría en Valencia. Medios, en fin, que cuando suceda algo en esa comunidad que no sea de alcance nacional, no van a estar para hacer su respectiva cobertura informativa.
La labor de los trabajadores de Radio Televisión Valenciana al final ha sido la correcta: resistir y ser crítico con el poder. El cierre que har ordenado la Generalitat enviando a la policía nacional y a los técnicos para que les cortaran la luz, recordaba viejos tiempos. Este tipo de cosas, como sucedió en la radio televisión pública griega, no se pueden tolerar en un país democrático.
Este cierre ha provocado enfado entre los valencianos, los que están hartos de una casta política corrupta −e imputada y sentenciada en muchos casos− que durante esta crisis económica, que hace dura mella en la gente de la calle, parece que va a piñón fijo en contra de todos aquellos que no sirven sus intereses. Hay pocas cosas irremediables en la vida y la recuperación de una nueva Radio Televisión Valenciana, plural e integradora, independiente y renovada, si la quieren los valencianos, es más que posible.
Redacción. España. El Inconformista Digital.-
Incorporación - Redacción. Barcelona, 30 Noviembre 2013.
Francesc Sánchez
Cualquier cierre de un medio de comunicación, aunque no comportamos su línea editorial, es una perdida para la democracia. Porque los medios de comunicación son esenciales para estar informados y ejercer nuestros derechos y libertades en esta misma democracia. Si el cierre es, como es el caso, de un medio público estamos condenando a la ciudadanía a depender de medios de comunicación privados que tienen sus respectivos intereses comerciales y pueden omitir aquellas informaciones que crean convenientes.
Solo conocía a la Radio Televisión Valenciana de oídas y la mayoría de las veces por una gestión económica desastrosa −si no difícilmente se puede entender una deuda de más de mil millones de euros− o por la omisión de informaciones y la manipulación informativa sin contemplaciones efectuada a las ordenes de la derecha valenciana. La calidad de algunos de sus programas que luego dieron el salto al mercado privado nacional por lo que dicen era infumable. Pero aún siendo negativo todo esto los valencianos se van a quedar huérfanos de una serie de medios de comunicación que por ser públicos eran suyos. Medios que efectuaban una labor en la difusión y pedagogía en muchos de sus programas de una lengua diferente a la castellana hablada por una mayoría en Valencia. Medios, en fin, que cuando suceda algo en esa comunidad que no sea de alcance nacional, no van a estar para hacer su respectiva cobertura informativa.
La labor de los trabajadores de Radio Televisión Valenciana al final ha sido la correcta: resistir y ser crítico con el poder. El cierre que har ordenado la Generalitat enviando a la policía nacional y a los técnicos para que les cortaran la luz, recordaba viejos tiempos. Este tipo de cosas, como sucedió en la radio televisión pública griega, no se pueden tolerar en un país democrático.
Este cierre ha provocado enfado entre los valencianos, los que están hartos de una casta política corrupta −e imputada y sentenciada en muchos casos− que durante esta crisis económica, que hace dura mella en la gente de la calle, parece que va a piñón fijo en contra de todos aquellos que no sirven sus intereses. Hay pocas cosas irremediables en la vida y la recuperación de una nueva Radio Televisión Valenciana, plural e integradora, independiente y renovada, si la quieren los valencianos, es más que posible.
Redacción. España. El Inconformista Digital.-
Incorporación - Redacción. Barcelona, 30 Noviembre 2013.