Nostromo - por Francesc Sánchez

Hace ya bastante tiempo tuve la suerte de descubrir El corazón de las tinieblas, probablemente la mejor obra de Joseph Conrad, una crítica incisiva a todo lo que representó el colonialismo en el continente africano. Quién no haya leído el libro puede que haya visto la película Apocalypse Now dirigida por Francis Ford Coppola, en la que Kurtz ha llevado las tinieblas a la selva. Pues bien la película es deudora directa de la obra de Joseph Conrad, y efectivamente, los europeos llevaron también las tinieblas al continente africano. Pero ahora es el momento de hablar de Nostromo. - seguir leyendo

Sección de Cultura
Nostromo - por Francesc Sánchez

Hace ya bastante tiempo tuve la suerte de descubrir El corazón de las tinieblas, probablemente la mejor obra de Joseph Conrad, una crítica incisiva a todo lo que representó el colonialismo en el continente africano. Quién no haya leído el libro puede que haya visto la película Apocalypse Now dirigida por Francis Ford Coppola, en la que Kurtz ha llevado las tinieblas a la selva. Pues bien la película es deudora directa de la obra de Joseph Conrad, y efectivamente, los europeos llevaron también las tinieblas al continente africano. Pero ahora es el momento de hablar de Nostromo.

Nos situamos en un país imaginario del continente americano, en un período que va desde último cuarto del siglo XIX hasta el primer cuarto del XX, en el que la élite criolla hace mucho tiempo que se ha emancipado del poder colonial español y se ha acercado a los capitalistas europeos y norteamericanos para explotar los recursos naturales. En esta nación que lleva por nombre Costaguana un general da un golpe de estado revolucionario y la localidad más rica, en una región apartada, que lleva el nombre de Sulaco se resiste. Este es el escenario de Nostromo, novela larga de Joseph Conrad, en la que veremos por un lado el interior de toda una serie de personajes que evolucionan en función de las circunstancias, y por otro, un retrato arquetípico de la historia americana.

Charles Gould obtuvo la concesión de la mina de plata de Santo Tomé en herencia después de que su padre muriera obsesionado por no poder explotarla mientras tenía que pagar puntualmente sus respectivos impuestos. La mina se convierte también en la obsesión de Charles Gould pero esta vez la plata es arrancada de las entrañas de la tierra con la inversión de un potentado estadounidense y se convierte en la principal fuente de riqueza de Sulaco. Mientras Charles Gould se convierte en el rey de Sulaco y una compañía inglesa construye el ferrocarril la actividad portuaria se incrementa notablemente: aquí es donde aparece el popular capataz de cargadores, Gian Basttista, conocido por todos como Nostromo. Esta marcha triunfal hacia el desarrollo capitalista es paralizada cuando el general Montero decide echar del poder al general Ribera en nombre del pueblo y sus respectivos intereses. El conflicto con tintes revolucionarios y populistas en favor de los de abajo contra los extranjeros lleva a la élite criolla y extranjera de Sulaco a formar un ejército comandado por el general Barrios que se enfrentara con la ayuda del bandolero Hernández al bando de los hermanos Montero.

Los protagonistas de Nostromo son una mezcolanza de criollos de origen español (José Avellanos y su hija Antonia) e inglés (la familia Gould) que detentan el poder económico en Sulaco, y en parte en Costaguana a través del general Montero, que con la revolución temen perder tanto su posición como todos sus bienes materiales. El pueblo llano, compuesto por indios americanos que trabajan en la mina, italianos que trabajan en el muelle e ingleses en el ferrocarril, es la fuerza bruta y de choque en los enfrentamientos. En Nostromo se denuncia sutilmente todo el entramado del poder político y económico de Costaguana y Sulaco que está en manos de la élite, tanto la formada por las familias pudientes, en muchos casos como comentamos criollas, como por el poder militar que parece que siempre tiene que estropear las cosas. Los hermanos Montero son mostrados como una nueva catástrofe para Costaguana −y sobre todo para Sulaco− que puede cortar de raíz el desarrollo del país. De ahí que Nostromo no sea una obra que se pueda catalogar fácilmente de anticolonialista, pues esto es un hecho consumado (tanto por la primera colonización española como por la segunda más económica que solemos llamar neocolonialismo sin olvidarnos tampoco de todos los que han migrado subalternamente hacia el territorio), ni tampoco de nacionalista americana, porque este muchas veces también es responsable de los males del país. Gian Battista, y en cierta forma Giorgo Viola (un viejo revolucionario italiano que luchó con Garibaldi) y su mujer Teresa son el alma viva del pueblo aunque el primero colabore con el poder establecido. Esto puede verse mejor conforme va avanzando el relato cuando Nostromo se pregunta porque razón debe ayudar a salvar a la élite de Sulaco. No relevaremos mucho más, tan solo mencionar que Gian Battista al lado del joven Martin Decoud y el doctor Monygham, cumplen un papel capital para dar un vuelco a la situación, el primero de ellos más de una vez, resolviéndose finalmente la trama magistralmente.

La plata como otros minerales preciosos y preciados, y otros recursos naturales, desde los alimenticios al petróleo y el gas en tiempos más recientes, tal como nos contaba Eduardo Galeano en las Venas abiertas de Latinoamérica, fueron y son extraídos del con continente tanto por el capital extranjero como por la élite americana. La plata en Nostromo es el móvil de los acontecimientos que devendrán en históricos tanto para Costaguana como para Sulaco, pero también marca a los hombres y mujeres en su carácter y decisiones, hasta el punto de pasar de obtener riqueza y libertad a través de ella a convertirse en sus esclavos. Se dice que Joseph Conrad para explicarnos Costaguana y Sulaco, su provincia más rica, se inspiró en el momento en que el Panamá se separó finalmente de Colombia en el mes noviembre de 1903 con la ayuda de los norteamericanos que querían controlar del canal. Juan Gabriel Vásquez en Historia secreta de Costaguana cuenta la historia del colombiano José Altamirano que acusó a Conrad de haberle robado su vida. En algunas ediciones de Nostromo aparece una nota de Joseph Conrad en la que explica en que sucesos se inspiró para confeccionar su obra pero quizá sea mejor leer estas líneas a finalizar la lectura. Como curiosidad para los que les guste el buen de cine de ciencia ficción viene bien saber que Nostromo es también el nombre del carguero espacial en la película Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott.

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 29 Septiembre 2013.