La revuelta árabe VIII - por Francesc Sánchez
Sección de Opinión
La revuelta árabe VIII - Francesc Sánchez
El texto de hoy que forma parte de este relato iniciado en enero de 2011 con el estallido social en Túnez y en Egipto que se llevo por delante a Ben Ali y Hosni Mubarak va iniciarse con los acontecimientos que están sucediendo en Turquía, país no árabe, ni por el lengua de sus habitantes ni por su etnia, pero que por su historia, su ubicación y su trascendencia en la región, a las puertas de Oriente Medio, merece estar en estas entregas.
Desde hace dos semanas los jóvenes y no tan jóvenes de Estambul y otras ciudades han salido a las calles para protestar contra el gobierno de Recep Tayyip Erdogan. Dos semanas reunidos en la plaza Taksim que recuerdan vivamente a los reunidos en la plaza Tahrir. Si el detonante de la revuelta en Túnez fue el suicidio de Mohamed Bouazizi ésta vez en Estambul lo ha sido la pretensión del gobierno turco de destruir el parque Gezi para construir un gran centro comercial. Los jóvenes ocuparon el parque y fueron desalojados con violencia, desde entonces la protesta contra la acción policial se ha convertido en un nuevo revulsivo. Ha habido al menos tres muertes, cuatro mil heridos y más de mil detenidos. La diferencia principal en estos estallidos sociales es que mientras los países que han tenido revuelta eran, o lo siguen siendo, dictaduras, Turquía es una democracia. De hecho el gobierno de Recep Tayyip Erdogan, líder de un partido musulmán moderado (el Partido de la Justicia y el Desarrollo), se mostraba así mismo y era mostrado como la prueba de que el islam político no es incompatible con la democracia. Sin embargo en Turquía durante su mandato no han faltado criticas a lo que se considera una intromisión del gobierno en la vida pública a través de una moral islámica que no tienen porque compartir todos. La prohibición de besarse en público, las limitaciones al consumo de alcohol o la permisividad de llevar el velo islámico en lugares públicos, pueden parecernos cosas menores pero serían parte de esta política que se denuncia. No perdamos de vista que la Turquía moderna fundada en 1923 por Mustafa Kemal Atatürk es una república laica que quiso romper con su pasado, hasta el punto que una vez liquidado el Imperio Otomano, tras la Primera Guerra Mundial, llegó incluso a abandonar los caracteres árabes en su lengua. Por lo que llevamos dicho hasta ahora, quizá y sin infravalorarlo desde luego, este estallido se asemeje más al 15M español que a una revuelta. La popularidad internacional que obtuvo Recep Tayyip Erdodan plantando cara a Israel tras el infame episodio del Mavi Marmara en el 2010, cuando los comandos israelíes asaltaron este buque que formaba parte de la Flotilla de la Libertad hacia Gaza, asesinando a nueve turcos, de no saber resolver bien esta crisis puede quedar en entredicho.
Inevitablemente ahora nos tenemos que desplazar a Siria donde continúa la guerra civil. Las últimas informaciones nos dicen que entre 3.000 y 10.000 efectivos de la milicia de Hezbolla, el partido de Dios, han entrado en el país desde El Líbano para dar soporte al ejército gubernamental. Por lo que parece este ejército compuesto habría tomado la localidad de Qusair y se estaría preparando para la toma de la ciudad de Alepo. Recordemos que Hezbolla, apoyada por los sirios y financiada por Irán, es uno de lo contendientes históricos que desde El Líbano combaten a Israel por la liberación de Palestina.
La Unión Europea ha anunciado que en agosto levantará el embargo de armas a la oposición. Estas armas además de caer en manos del Ejército Libre de Siria también podrían caer en manos de la milicia Jabhat al-Nursa. La contrapartida es la venta del sistema de misiles antiaéreos S300 (un sistema que haría vulnerables a las aeronaves en un hipotético ataque sobre el país) y 10 aviones MIG29 que los rusos, aunque no han asegurado su entrega, habrían vendido al régimen de Bashar Al-Assad.
La paz en Siria difícilmente puede conseguirse sin un reconocimiento mutuo de las partes. Una paz impuesta por la potencias mientras Rusia y China se opongan en el Consejo de Seguridad permanecería al margen de la legalidad internacional. Por lo tanto si se decidiera bombardear Siria sin la autorización del Consejo de Seguridad por parte de una coalición liderada por Estados Unidos estaríamos en un escenario igual al que se dió en la guerra de Iraq de 2003 o, si la operación la llevara a cabo la OTAN, a los bombardeos sobre Yugoslavia de 1999. Rusia y China decidieron dar su autorización para la creación de una de una zona de exclusión aérea en Libia pero en ningún momento esperaban la destrucción del régimen de Muamar el Gadafi. El desenlace libio y los respectivos intereses de estas dos potencias en Siria, no olvidemos la base naval rusa de Tartus ni tampoco la ingente cantidad de petróleo que obtiene China de Irán, aliado este último incondicional de Bashar Al-Assad, tienen que tenerse en cuenta. Este mes está prevista en Ginebra una conferencia de paz entre el régimen sirio y la oposición, pero nada apunta a una resolución del conflicto, porque el reconocimiento mutuo de las partes que antes decíamos supondría probablemente la división oficial del país en los territorios conquistados, y esto es algo que en estos momentos, aunque de facto así sea, ninguna de las partes quiere. La cuadratura del circulo retrocediendo en el tiempo la tenemos en los Acuerdos de Dayton de 1995 apadrinados por los norteamericanos cuando serbios, croatas y bosniacos (bosnios musulmanes) se repartieron Bosnia Herzegovina en dos áreas de influencia a través de dos federaciones manteniendo la integridad territorial del territorio.
Post scriptum .-
Las últimas informaciones nos dicen que Erdogan en la pasada noche se habría reunido con representantes de los manifestantes y habría llegado al siguiente acuerdo: la Justicia decidirá si se paralizan las obras en el parque Gezi y si ésta decidiera tirar adelante el proyecto Erdogan sometería la decisión a referéndum.
En cuanto a Siria, los EEUU, han asegurado que el régimen de Bashar Al-Assad ha utilizado armamento químico contra la oposición y la población. Washington ha manifestado que ésta que por esta razón autoriza la venta de armamento a la oposición al régimen y descarta por el momento la creación de una zona de exclusión aérea.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 13 Junio 2013.
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La revuelta árabe VIII - Francesc Sánchez
El texto de hoy que forma parte de este relato iniciado en enero de 2011 con el estallido social en Túnez y en Egipto que se llevo por delante a Ben Ali y Hosni Mubarak va iniciarse con los acontecimientos que están sucediendo en Turquía, país no árabe, ni por el lengua de sus habitantes ni por su etnia, pero que por su historia, su ubicación y su trascendencia en la región, a las puertas de Oriente Medio, merece estar en estas entregas.
Desde hace dos semanas los jóvenes y no tan jóvenes de Estambul y otras ciudades han salido a las calles para protestar contra el gobierno de Recep Tayyip Erdogan. Dos semanas reunidos en la plaza Taksim que recuerdan vivamente a los reunidos en la plaza Tahrir. Si el detonante de la revuelta en Túnez fue el suicidio de Mohamed Bouazizi ésta vez en Estambul lo ha sido la pretensión del gobierno turco de destruir el parque Gezi para construir un gran centro comercial. Los jóvenes ocuparon el parque y fueron desalojados con violencia, desde entonces la protesta contra la acción policial se ha convertido en un nuevo revulsivo. Ha habido al menos tres muertes, cuatro mil heridos y más de mil detenidos. La diferencia principal en estos estallidos sociales es que mientras los países que han tenido revuelta eran, o lo siguen siendo, dictaduras, Turquía es una democracia. De hecho el gobierno de Recep Tayyip Erdogan, líder de un partido musulmán moderado (el Partido de la Justicia y el Desarrollo), se mostraba así mismo y era mostrado como la prueba de que el islam político no es incompatible con la democracia. Sin embargo en Turquía durante su mandato no han faltado criticas a lo que se considera una intromisión del gobierno en la vida pública a través de una moral islámica que no tienen porque compartir todos. La prohibición de besarse en público, las limitaciones al consumo de alcohol o la permisividad de llevar el velo islámico en lugares públicos, pueden parecernos cosas menores pero serían parte de esta política que se denuncia. No perdamos de vista que la Turquía moderna fundada en 1923 por Mustafa Kemal Atatürk es una república laica que quiso romper con su pasado, hasta el punto que una vez liquidado el Imperio Otomano, tras la Primera Guerra Mundial, llegó incluso a abandonar los caracteres árabes en su lengua. Por lo que llevamos dicho hasta ahora, quizá y sin infravalorarlo desde luego, este estallido se asemeje más al 15M español que a una revuelta. La popularidad internacional que obtuvo Recep Tayyip Erdodan plantando cara a Israel tras el infame episodio del Mavi Marmara en el 2010, cuando los comandos israelíes asaltaron este buque que formaba parte de la Flotilla de la Libertad hacia Gaza, asesinando a nueve turcos, de no saber resolver bien esta crisis puede quedar en entredicho.
Inevitablemente ahora nos tenemos que desplazar a Siria donde continúa la guerra civil. Las últimas informaciones nos dicen que entre 3.000 y 10.000 efectivos de la milicia de Hezbolla, el partido de Dios, han entrado en el país desde El Líbano para dar soporte al ejército gubernamental. Por lo que parece este ejército compuesto habría tomado la localidad de Qusair y se estaría preparando para la toma de la ciudad de Alepo. Recordemos que Hezbolla, apoyada por los sirios y financiada por Irán, es uno de lo contendientes históricos que desde El Líbano combaten a Israel por la liberación de Palestina.
La Unión Europea ha anunciado que en agosto levantará el embargo de armas a la oposición. Estas armas además de caer en manos del Ejército Libre de Siria también podrían caer en manos de la milicia Jabhat al-Nursa. La contrapartida es la venta del sistema de misiles antiaéreos S300 (un sistema que haría vulnerables a las aeronaves en un hipotético ataque sobre el país) y 10 aviones MIG29 que los rusos, aunque no han asegurado su entrega, habrían vendido al régimen de Bashar Al-Assad.
La paz en Siria difícilmente puede conseguirse sin un reconocimiento mutuo de las partes. Una paz impuesta por la potencias mientras Rusia y China se opongan en el Consejo de Seguridad permanecería al margen de la legalidad internacional. Por lo tanto si se decidiera bombardear Siria sin la autorización del Consejo de Seguridad por parte de una coalición liderada por Estados Unidos estaríamos en un escenario igual al que se dió en la guerra de Iraq de 2003 o, si la operación la llevara a cabo la OTAN, a los bombardeos sobre Yugoslavia de 1999. Rusia y China decidieron dar su autorización para la creación de una de una zona de exclusión aérea en Libia pero en ningún momento esperaban la destrucción del régimen de Muamar el Gadafi. El desenlace libio y los respectivos intereses de estas dos potencias en Siria, no olvidemos la base naval rusa de Tartus ni tampoco la ingente cantidad de petróleo que obtiene China de Irán, aliado este último incondicional de Bashar Al-Assad, tienen que tenerse en cuenta. Este mes está prevista en Ginebra una conferencia de paz entre el régimen sirio y la oposición, pero nada apunta a una resolución del conflicto, porque el reconocimiento mutuo de las partes que antes decíamos supondría probablemente la división oficial del país en los territorios conquistados, y esto es algo que en estos momentos, aunque de facto así sea, ninguna de las partes quiere. La cuadratura del circulo retrocediendo en el tiempo la tenemos en los Acuerdos de Dayton de 1995 apadrinados por los norteamericanos cuando serbios, croatas y bosniacos (bosnios musulmanes) se repartieron Bosnia Herzegovina en dos áreas de influencia a través de dos federaciones manteniendo la integridad territorial del territorio.
Post scriptum .-
Las últimas informaciones nos dicen que Erdogan en la pasada noche se habría reunido con representantes de los manifestantes y habría llegado al siguiente acuerdo: la Justicia decidirá si se paralizan las obras en el parque Gezi y si ésta decidiera tirar adelante el proyecto Erdogan sometería la decisión a referéndum.
En cuanto a Siria, los EEUU, han asegurado que el régimen de Bashar Al-Assad ha utilizado armamento químico contra la oposición y la población. Washington ha manifestado que ésta que por esta razón autoriza la venta de armamento a la oposición al régimen y descarta por el momento la creación de una zona de exclusión aérea.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 13 Junio 2013.
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