La revuelta árabe y los medios de comunicación (entrevista a Francesc Sánchez) - por Lucía El Asri
Los acontecimientos recientes que nos llegan desde el mundo árabe suscitan gran interés para el mundo de la comunicación. Por ello, desde la Universidad Carlos III hemos realizado una investigación sobre cuál ha sido el papel de los medios de comunicación en la actual revuelta árabe. Esta entrevista a Francesc Sánchez forma parte de ese trabajo.
Lucía: ¿Cuál es la situación actual de las revueltas?
Francesc: Hay un compás de espera en Túnez y Egipto, en donde se ha prometido unas elecciones libres, una guerra civil en Libia, en donde intervienen EEUU y la Unión Europea militarmente del lado de los rebeldes, e intentonas en Yemen, Bahrein, Siria, y en menor medida, tenues manifestaciones, en Argelia y Marruecos.
Lucía: ¿Dónde comienzan las revueltas y por qué?
Francesc: La revuelta oficialmente se inicia en la localidad tunecina de Sidi Bozid con el desesperado suicidio de Mohamed Bouzatizi, un joven informático que trataba de ganarse la vida con un puesto ambulante de frutas. Mohamed Bouazizi tuvo un encontronazo con una policía que le retiró su licencia de vendedor y le abofeteó en público. En pocos días, pasando de la pequeña historia que representa la tragedia de este joven a la gran historia que representa la dictadura y la falta de expectativas en Túnez, se iniciaron las protestas. Pero no debemos olvidar que un mes antes en la localidad de Agdaym Izik en el Sáhara Occidental fue reprimido con dureza un movimiento de miles de personas que desde el Campamento de la Dignidad pedía que los saharauis tuvieran los mismos derechos que los marroquíes, pan y trabajo.
Lucía: ¿En medida la historia de estos países define éstas revueltas?
Francesc: La historia de los países del mundo árabe es fundamental para entender que es lo que está sucediendo porque los regímenes que se fueron formando tras las descolonizaciones son los que ahora se están derrumbando. Las viejas potencias coloniales, que salieron del Magreb y Oriente Medio, de forma más o menos pacifica, dejaron tras de si una serie de gobiernos títeres que cayeron frente al ejército y a las fuerzas vivas del pueblo. Con el ascenso al poder de Nasser en Egipto, podemos hablar ya con propiedad del panarabismo: la búsqueda de la unión de los árabes por su lengua, historia y cultura compartidas.
Estos regímenes laicos y socialistas que invirtieron importantes esfuerzos en política social y prometieron a los árabes un futuro mejor tras la muerte de Nasser traicionaron sus ideales, cayeron en la corrupción, y reprimieron a las fuerzas vivas. Durante este proceso occidente se acercó a los líderes de estos regímenes para obtener un fácil acceso a las fuentes de energía (petróleo y gas), pingues beneficios en inversiones en sectores que antes eran públicos, una barrera de contención frente a los islamistas que eran contrarios a los intereses occidentales, y de paso una contención o –directamente- buenas relaciones de estos estados con Israel.
Lucía: ¿Qué diferencias y similitudes hay entre las revueltas de Túnez, Egipto y Libia?
Francesc: En Túnez y Egipto un movimiento pacifico ha logrado echar del poder a sus tiranos, Ben Ali y Mubarak, respectivamente. En Libia en cambio, tras las primeras protestas, se ha producido una ruptura social y militar. Gadafi tiene el soporte de parte de la población y de la mayoría del ejército. Los que se oponen a Gadafi, entre los que está también parte del ejército, se han hecho fuertes en el nordeste del país, en la región de la Cirinaica, manteniendo como capital la ciudad de Bengasi. Actualmente hay una guerra civil en la que los EEUU y la Unión Europea están interviniendo militarmente en favor del bando más débil.
Lucía: Los medios hablan de revoluciones ¿Se puede hablar de revoluciones? (según los medios)
Francesc: Yo por revolución entiendo el cambio de un sistema político, social y económico conducido por el pueblo, bien sea de forma más o menos pacifica o violenta. Un cambio de régimen por otro distinto desde unos planteamientos políticos bien definidos o por definir, pero en cualquier caso distintos a los que había antes de la revolución. Esto de momento no lo vemos ni en Túnez ni en Egipto. Porque si bien es cierto que la presión social ha obligado a los tiranos a irse, no hay que olvidar que ha sido el ejército el que les ha dejado caer. Se dice que habrá elecciones en los próximos meses, pero la estructura del régimen permanece impoluta: en Egipto hubo un referéndum para elegir entre una reforma constitucional o una nueva constitución, en el que finalmente venció la primera opción. Si la revuelta árabe es o no una revolución lo veremos a toro pasado.
Lucía: Se ha hablado mucho de la importancia de las redes sociales en las revueltas, algunos incluso llegaban a afirmar que fueron el elemento principal de estas ¿Cuál es su opinión acerca del tema?
Francesc ¿Hablamos de Internet? Para mí el papel que ha jugado Internet en las revueltas es el mismo que jugaron Los cuadernos de queja en los prolegómenos de la revolución francesa, El Sentido Común de Thomas Payne en la revolución americana, o las grabaciones de Jomeini en la revolución iraní. Todo tiene su importancia pero no hay que olvidar que la revuelta se ha vivido y se vive en las calles de Túnez, El Cairo, Trípoli, etc. Estas gentes reunidas en la plaza Tharir de El Cairo tienen formas de organización más rudimentarias que Internet pero igual o más efectivas.
Lucía: ¿Qué papel han tenido y tienen los medios de comunicación en las revueltas?
Francesc: Los medios de comunicación en Egipto o Túnez antes de la caída de los tiranos silenciaron las revueltas. Fueron otros medios, tanto occidentales como árabes, los que empezaron a contar lo que estaba pasando. Los medios de comunicación en el mundo árabe han servido para transportar la revuelta a las televisiones, a las radios, a la prensa y a Internet. Esto sin duda ha podido animar a los árabes a seguir el ejemplo primero de los tunecinos y luego egipcios.
Lucía: ¿Qué se puede esperar?
Francesc: Es muy difícil contestar a esta pregunta pero en los próximos meses veremos si éstas revueltas realmente han servido para algo, si se han convertido en revoluciones, que traigan a los árabes la democracia, la libertad y la justicia social, que tanto ansían.
Lucía El Asri Soto. Madrid.
Colaboradora, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 3 Mayo 2011.
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Lucía: ¿Cuál es la situación actual de las revueltas?
Francesc: Hay un compás de espera en Túnez y Egipto, en donde se ha prometido unas elecciones libres, una guerra civil en Libia, en donde intervienen EEUU y la Unión Europea militarmente del lado de los rebeldes, e intentonas en Yemen, Bahrein, Siria, y en menor medida, tenues manifestaciones, en Argelia y Marruecos.
Lucía: ¿Dónde comienzan las revueltas y por qué?
Francesc: La revuelta oficialmente se inicia en la localidad tunecina de Sidi Bozid con el desesperado suicidio de Mohamed Bouzatizi, un joven informático que trataba de ganarse la vida con un puesto ambulante de frutas. Mohamed Bouazizi tuvo un encontronazo con una policía que le retiró su licencia de vendedor y le abofeteó en público. En pocos días, pasando de la pequeña historia que representa la tragedia de este joven a la gran historia que representa la dictadura y la falta de expectativas en Túnez, se iniciaron las protestas. Pero no debemos olvidar que un mes antes en la localidad de Agdaym Izik en el Sáhara Occidental fue reprimido con dureza un movimiento de miles de personas que desde el Campamento de la Dignidad pedía que los saharauis tuvieran los mismos derechos que los marroquíes, pan y trabajo.
Lucía: ¿En medida la historia de estos países define éstas revueltas?
Francesc: La historia de los países del mundo árabe es fundamental para entender que es lo que está sucediendo porque los regímenes que se fueron formando tras las descolonizaciones son los que ahora se están derrumbando. Las viejas potencias coloniales, que salieron del Magreb y Oriente Medio, de forma más o menos pacifica, dejaron tras de si una serie de gobiernos títeres que cayeron frente al ejército y a las fuerzas vivas del pueblo. Con el ascenso al poder de Nasser en Egipto, podemos hablar ya con propiedad del panarabismo: la búsqueda de la unión de los árabes por su lengua, historia y cultura compartidas.
Estos regímenes laicos y socialistas que invirtieron importantes esfuerzos en política social y prometieron a los árabes un futuro mejor tras la muerte de Nasser traicionaron sus ideales, cayeron en la corrupción, y reprimieron a las fuerzas vivas. Durante este proceso occidente se acercó a los líderes de estos regímenes para obtener un fácil acceso a las fuentes de energía (petróleo y gas), pingues beneficios en inversiones en sectores que antes eran públicos, una barrera de contención frente a los islamistas que eran contrarios a los intereses occidentales, y de paso una contención o –directamente- buenas relaciones de estos estados con Israel.
Lucía: ¿Qué diferencias y similitudes hay entre las revueltas de Túnez, Egipto y Libia?
Francesc: En Túnez y Egipto un movimiento pacifico ha logrado echar del poder a sus tiranos, Ben Ali y Mubarak, respectivamente. En Libia en cambio, tras las primeras protestas, se ha producido una ruptura social y militar. Gadafi tiene el soporte de parte de la población y de la mayoría del ejército. Los que se oponen a Gadafi, entre los que está también parte del ejército, se han hecho fuertes en el nordeste del país, en la región de la Cirinaica, manteniendo como capital la ciudad de Bengasi. Actualmente hay una guerra civil en la que los EEUU y la Unión Europea están interviniendo militarmente en favor del bando más débil.
Lucía: Los medios hablan de revoluciones ¿Se puede hablar de revoluciones? (según los medios)
Francesc: Yo por revolución entiendo el cambio de un sistema político, social y económico conducido por el pueblo, bien sea de forma más o menos pacifica o violenta. Un cambio de régimen por otro distinto desde unos planteamientos políticos bien definidos o por definir, pero en cualquier caso distintos a los que había antes de la revolución. Esto de momento no lo vemos ni en Túnez ni en Egipto. Porque si bien es cierto que la presión social ha obligado a los tiranos a irse, no hay que olvidar que ha sido el ejército el que les ha dejado caer. Se dice que habrá elecciones en los próximos meses, pero la estructura del régimen permanece impoluta: en Egipto hubo un referéndum para elegir entre una reforma constitucional o una nueva constitución, en el que finalmente venció la primera opción. Si la revuelta árabe es o no una revolución lo veremos a toro pasado.
Lucía: Se ha hablado mucho de la importancia de las redes sociales en las revueltas, algunos incluso llegaban a afirmar que fueron el elemento principal de estas ¿Cuál es su opinión acerca del tema?
Francesc ¿Hablamos de Internet? Para mí el papel que ha jugado Internet en las revueltas es el mismo que jugaron Los cuadernos de queja en los prolegómenos de la revolución francesa, El Sentido Común de Thomas Payne en la revolución americana, o las grabaciones de Jomeini en la revolución iraní. Todo tiene su importancia pero no hay que olvidar que la revuelta se ha vivido y se vive en las calles de Túnez, El Cairo, Trípoli, etc. Estas gentes reunidas en la plaza Tharir de El Cairo tienen formas de organización más rudimentarias que Internet pero igual o más efectivas.
Lucía: ¿Qué papel han tenido y tienen los medios de comunicación en las revueltas?
Francesc: Los medios de comunicación en Egipto o Túnez antes de la caída de los tiranos silenciaron las revueltas. Fueron otros medios, tanto occidentales como árabes, los que empezaron a contar lo que estaba pasando. Los medios de comunicación en el mundo árabe han servido para transportar la revuelta a las televisiones, a las radios, a la prensa y a Internet. Esto sin duda ha podido animar a los árabes a seguir el ejemplo primero de los tunecinos y luego egipcios.
Lucía: ¿Qué se puede esperar?
Francesc: Es muy difícil contestar a esta pregunta pero en los próximos meses veremos si éstas revueltas realmente han servido para algo, si se han convertido en revoluciones, que traigan a los árabes la democracia, la libertad y la justicia social, que tanto ansían.
Lucía El Asri Soto. Madrid.
Colaboradora, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 3 Mayo 2011.
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